Saludos Luis, esta es sencilla de responder:
Sí, las deudas ... deudas son y no desaparecen con la liquidación del banco. ¿Qué quiere decir que un banco -o cualquier otra empresa- se liquide? Significa que "se saca lo que se puede" de TODOS los activos de la sociedad (en este caso, la caja) que se está liquidando, y se reparte lo que se saca entre todos los acreedores según su estricto orden de prelación (bien, lo de "estricto" es cuestionable ... ya que de vez en cuando el Gobierno de turno se saca de la manga un Real Decreto y lo altera por sus santos OO).
En tu caso concreto: Tu hipoteca sería adquirida por el buitre que acudiese a comerse los despojos de CX. Esto es, o bien SAN o bien BBVA le "comprarían" la hipoteca a CX, y tú seguirías pagando religiosamente al comprador.
De hecho, Luis, es probable que tu hipoteca ya no la estés pagando "formalmente" a CX aunque tú no lo sepas ... Tanto cajas como bancos tienen el vicio de "titulizar" sus hipotecas. ¿Y eso qué significa? Significa que pillan un porrón de hipotecas como la tuya, las empaquetan (pongamos por caso paquetes de 50.000 euros de hipotequillas) y luego las colocan en el mercado en forma de "cédulas hipotecarias", que no es sino otro tipo de deuda (en teoría de calidad aceptable ya que, como ves, un banco puede quebrar ... pero el titular de una hipoteca siempre acabará pagando ... y si no lo hace, habrá un bien inmueble respaldando a esa "cédula hipotecaria").
Esto es, Yo, CatalunyaCaixa, tengo un montoncito de hipotecas que me han contratado con vencimiento a 20 años. En números redondos pongamos que tengo un milloncete de hipotecas al 5% anual, que por tanto me rinde 50.000 euritos cada año en concepto de intereses más lo que se vaya amortizando de capital ... pero yo necesito liquidez para otros muchos proyectos. ¿Qué hago? Vendo en el mercado una cédula hipotecaria, avalada por esos créditos hipotecarios que tengo concedidos, al -pongamos por caso- 4%, y en lugar de tener que esperar 20 años a recuperar el principal de lo que presté, lo recupero ya mismo de una tacada (cuando me compran la cédula hipotecaria) y entonces puedo dedicarme a jugar nuevamente con el milloncete. Las hipotecas son "formalmente" mías ... pero ya no lo son tanto ... en realidad y en último extremo, pertenecen a quien compró la cédula hipotecaria.
Si eres un artista y eres capaz de mezclar en ese paquetito, hipotecas de gente solvente con trabajo y que compró casitas en una zona "bien" de la ciudad que difícilmente se deprecia, con hipotecas de parados sin prestación que compraron semichabolas en el extrarradio que con la llegada de la crisis ya no valen nada ... entonces te has convertido en "el rey de las subprime". Eso es lo que se hizo en los USA hace algunos años con el estallido de las subprime: Se vendieron esos paquetitos de hipotecas como si se tratase de deuda fetén de calidad ... cuando en realidad escondian en su interior hipotecas concedidas a gente que jamás podría pagar y que además compraron viviendas en el corredor de los tornados de Oklahoma a precio de apartamento/ático en Manhattan.
Con una única diferencia entre los USA y España: En USA existe el "efecto sonajero". En cuanto la vivienda vale mucho menos del valor de la hipoteca, te vas al banco, les enseñas las llaves y les dices "son todas suyas, no voy a pagarles cien por una cosa que ahora no vale ni cuarenta. Para Uds. la casa y la hipoteca". Y quedas libre de toda deuda. Sin casa, eso sí ... pero sin ninguna deuda. El banco se queda con el muerto, y está bien que así sea. De esta manera, los bancos se andan con más cuidado a la hora de conceder hipotecas. Aquí ... no. Aquí respondes de tu hipoteca con todos tus bienes presentes y futuros ... Lo cual es radicalmente injusto para un crédito que está avalado por un bien inmueble. La dación en pago debería de ser la norma y así los señores bancos deberían estudiar bien sus riesgos (que para eso cobran) y empezarían a ser una banca medianamente decente que "no siempre gana" y asume algún riesgo en la vida. Pero con nuestra clase política ... eso es pedirle peras al olmo. Los partidos políticos le deben un dineral a la banca ... y no quieren incordiarles demasiado, no vaya a ser que les corten el crédito y entonces la señora Cospedal y el señor Bárcenas se queden sin despachito desde donde trincar 22 millones.