Falta regulación: un particular puede comprar bonos negativos de empresas
Sanofi y Henkel inauguraron la semana pasada en Europa el club de empresas que venden su deuda con tipos negativos. Una situación que todavía no se ha producido en España, pero que tarde o temprano podría producirse. A diferencia de lo que ocurre con la deuda pública con tipos negativos que no pueden comprar los pequeños inversores, existe un vacío legal sobre la deuda corporativa.
Martes, 13 de Septiembre de 2016 - 8:23 h.
RAMÓN GARCÍA Y LUIS APARICIO
La CNMV aún no ha regulado al respecto y los inversores minoristas podrían acceder a deuda por la que tendrían que pagar a las empresas.
Según ha podido confirmar INVERTIA, actualmente existe un vacío legal sobre la comercialización de deuda corporativa con tipos negativos a inversores minoristas en España. Todavía no se ha producido ninguna emisión de deuda de una compañía española con tipos negativos en el primario, pero en Europa Henkel y Sanofi han entrado en el selecto club de empresas que cobran por su deuda.
Fuentes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) han reconocido al decano de la información económica online que no hay ningún tipo de limitación a la venta de deuda corporativa con tipos negativos entre pequeños inversores. Aunque desde el organismo que debe velar por los mercados señala que “siempre se velará por la transparencia máxima”.
Quién sí tomó cartas en un asunto similar fue el Ministerio de Economía y Competitividad. En el verano de 2014, cuando España rozaba tipos negativos en la colocación de su deuda, la Secretaría general del Tesoro y política financiera publicó una resolución por la que se cambiaba la forma de adjudicación de Letras al pequeño inversor. El departamento capitaneado por Luis de Guindos decidió que si la deuda tenía tipos negativos la subasta se quedaba desierta para los pequeños accionistas.
Una medida, proteger al pequeño inversor, que aún no ha llegado en el caso de la deuda corporativa y que apremia ante la situación actual del mercado. Henkel y Sanofi han sido los primeros en vender directamente su deuda con signo menos, pero desde el pasado 8 de junio el Banco Central Europeo (BCE) está inmerso en un programa de compra de deuda de empresa. Bajo este programa (CSPP por sus siglas en inglés), el organismo dirigido por el italiano Mario Drahi ya se ha gastado más de 20.000 millones de euros en deuda de empresas del Viejo Continente.
A través del Banco de España, Italia, Francia, Alemania, Bélgica y Finlandia, el BCE rastrea el mercado a la caza de papel de compañías con “grado de inversión”, denominada en euros y con un plazo de vencimiento que puede oscilar entre los 6 meses y los 31 años. Según las condiciones del CSPP, los títulos se pueden adquirir tanto en el mercado primario como en el secundario y con el tope de un 70% de cada emisión.
En el caso de España, el BCE ya cuenta en su cartera con deuda de Telefónica, Repsol, Abertis, Gas Natural, Iberdrola, Enagás, Red Eléctrica, Mapfre, Redexis, DIA y Cellnex. Todas en el mercado secundario, a excepción de Iberdrola y Repsol que vendieron deuda en el mercado primario al banco central.
El programa de compra de deuda corporativa por parte del BCE es relativamente novedoso, pero en el caso de la deuda pública sí se nota la mano de “Super Mario”. Hasta agosto de 2016, las emisiones del Estado español con tipos negativos superaban a las que tienen positivos. 68.322 millones por los que los inversores tienen que pagar, un 55% del total, frente a los 58.000 millones por los que cobran, un 45%