Hola, supongo que no me recordaréis, participé en este hilo allá por la página 500 pero luego no volví a entrar aunque he seguido leyendo más o menos de forma periódica.
Yo mantenía que de este embrollo no se sale sin perder: o por vender a precio de mercado, o por pagar a abogados, o por perder tiempo y salud. Y algunos me acusaron de ser de La Caixa. Como se ha dicho hace poco, aquí si no dices lo que no gusta escuchar, eres un troll y estás de más.
Bueno, os cuento la situación. El 28 de diciembre me llamaron de mi oficina para contarme lo del canje. Yo ya lo había leído aquí, así que me hice el sueco y dije que me lo pensaría.
Me lo pensé y decidí que no iba a canjear. Me engañan una vez, pero no dos. Y si eso suponía no volver a ver mi dinero, pues entonces mis tataranietos seguirían recibiendo intereses. Cuando llegue ese momento tal vez los intereses no lleguen ni para pagar un café, pero bueno, mis ahorros pagarán los cafés de mis hijos, nietos y bisnietos.
Por supuesto que decidí dejar de trabajar con La Caixa. Así que mandé una carta a mi oficina solicitando la no renovación de mis seguros de vida ni de hogar. Y a la nómina de mi mujer le quedan dos días.
Al día siguiente me llaman para preguntarme si me he decidido por el canje, sin mencionar lo de los seguros. Mi teoría es que cuando recibieron la carta cancelando los seguros entendieron que algo pasaba, y me llamaron para ver mi "talante". Les dije que me había decidido, y que no canjeaba. "Es que vas a perder dinero". "Ya lo doy por perdido, pero me váis a estar pagando intereses hasta el día del Juicio Final, y si no queréis, ya sabéis lo que tenéis que hacer". "La Caixa no va a ofrecer otro canje -dijeron-" "Bueno, pues entonces ya sabéis, seguiremos teniendo relación. Yo compré preferentes, pero no quiero deuda. No quiero cambiar de basura, me quedo con la que tengo, o con el dinero. Ya las venderé si las necesito, o me las quedaré, o quizá La Caixa las amortice"
Al día siguiente me llaman para decirme que por qué cancelo el seguro, y les digo que voy a dejar de trabajar con La CAixa excepto con las preferentes. Me dicen que a pesar de mi carta tengo que firmar sus papeles. "El jueves por la tarde voy".
Fuí y tuvimos una charla educada. Yo estoy molesto con la entidad, no con las personas. Me dijeron que me estaba equivocando. "No sería la primera vez, he decidido dar por perdido ese dinero, no me gustan los abogados ni los juicios, pero me vaís a pagar el Euribor+0.06 hasta que me muera, y después, a todos mis descendientes". "Por favor, dime que te lo vas a volver a pensar". "La decisión está tomada" "Eres el único de la oficina que no canjea". "¿Sabes una cosa? Me encantaría ser el único español que no canjease. Seguramente La Caixa me amortizaría las preferentes para quitarse el marrón de encima. Cuanta más gente canjee, más probabilidad hay de que la Caixa nos amortice a los pocos que quedemos"
El día 31 me llegó un burofax de la oficina, advirtiéndome de que era el último día para el canje. Unos días después fui por allí y pregunté que de qué iba eso: "no te preocupes, es un formulismo". Dije: "Te lo pregunto por si a partir de ahora vamos a tener que funcionar por burofax. Mira, un burofax sirve para tener constancia de que el receptor ha recibido una información, y puesto que el canje era voluntario, no entiendo por qué el burofax. Es más, te lo podías haber ahorrado. Si me hubieses pedido que te firmase un acuse de recibo te lo hubiese firmado sin problemas. Estoy enterado del canje y no lo acepto"
Me responde "Desde Central quieren estar seguros de que hemos informado a todos los clientes" y respondo "eso me da entonces la certeza de que he hecho lo correcto, porque en 15 años es el primer burofax que recibo de La Caixa. Hace poco me llegó una carta avisando de que subían las comisiones de mantenimiento. Y para el canje también me llegó una carta" ME dice "no te imaginas la de gente que luego dice que no le ha llegado" y respondo " pues la podíais haber colgado en el tablón de anuncios. Con ponerla en el tablón ya cumples la obligación legal de informar. Si la central tiene tanto interés, es porque hay algo que va a pasar pronto"
yo he hecho mi apuesta, me he quedado con un producto perpetuo, apostando a que lo amortizarán. Si pierdo la apuesta, me lo quedaré para siempre. Otros han preferido la certeza de esperar diez años, al riesgo de apostar. Si mañana dice la Caixa que nos amortiza, que nadie de los que habéis canjeado diga que "ha habido un agravio comparativo". No lo habrá. Os han hecho una oferta y habéis aceptado. Otros nos hemos arriesgado a perder ese tren, con la esperanza de que pasará otro en el que vayamos más cómodos.
Ya os dije allá por últimos de diciembre que he estado en otras "plataformas de afectados" y nunca llegan a ningún sitio. Si crees que tienes razón, reclama justicia, y si no, asume la derrota y sigue con tu vida, lo demás es victimismo que no conduce a ningún sitio.
En mi caso he aprendido una importante lección, y mi relación con los bancos ya nunca será igual. Se lo dije a la de la Caixa: "llevo quince años con vosotros, y el servicio que me proporcionábais creía que era de asesoramiento financiero, algo de lo que yo desconozco. Ahora que hago todos mis trámites por internet, descubro que no eran mis intereses los que defendíais, sino los de la entidad. Teníais un activo importantísimo que era la confianza de los clientes, y habéis agotado ese activo. Tenéis el dinero, pero habéis perdido la confianza, y váis a tardar en recuperarla. En mi caso, ya nunca la tendréis".
Hay veces en que las palabras graves, pronunciadas con solemnidad, hacen más daño que los gritos y los insultos. Probadlo alguna vez.