Buenas,
La mentalidad del español, todo parte de aquí.
Los motivos que la mayoria exponéis son de necesidades más actuales, aquí en España, porque en otros lugares extranjeros hace ya mucho tiempo que la gente contrataba seguros de vida. Echad un vistazo a las películas de Alfred Hitchcock son de los años '40, ya entonces tenían y se mataban por cobrarlos, solo los ricos claro.
Estoy de acuerdo con los datos de Jomalo y las fechas, el "español de a pie" de las anteriores décadas '80, '70, '60 no tenían la mentalidad ni los conocimientos ni las costumbres de ahora. Un seguro de hogar a parte de cubrir solo incendio o solo robo, eran muy caros y hasta que no se inventaron los multiriesgos nadie se los hacia y aún había quien te decía: - Yo no necesito seguros, "pa qué" si luego todo es mentira y mi casa no se va a quemar nunca, jajaja colisión de vehículos y caída de aeronaves-. Yo en los '90 tenia que explicar porque era bueno tener un seguro para la casa, les tenia que convencer de que aseguraran eso que tanto les había costado conseguir!, y el de vida,- Dios mio! No, a mi eso me de "yuyu"-. Eran unos cazurros. Aquello era como explicarle a mi abuelo porque necesita un "ipod". Eso si el seguro de decesos es sagrado, y se comercializa desde 1900.
Si los españoles por fin tenemos seguros de vida es porque los bancos les obligaron en su momento al igual que los de hogar, quizás no tanto el de hogar; y los "profesionales de la época no tenían la suficiente preparación y quizás la imagen que daban no era la correcta, mucha oficina y corbata pero solo interesaba vender y el cliente quedaba bastante desamparado.
Yo he vivido ese cambio y he pasado de que me trataran de charlatán a un profesional, porque me lo he ganado y lo he demostrado currando, cosa que los bancos máximos vendedores del ramo vida y a los que todo el mundo respetaba y temía lo ha perdido, su argumento era y es "porque está usted obligado", menudo argumento. Hoy un cliente sabe que contrata, porque y para qué, pero lo más importante es que se ha dado cuenta de con quién, y lo valora.
Hay que agradecer a los bancos su trabajo, haber inculcado esta mentalidad aseguradora, aunque de forma egoísta (el seguro de vida lo cobra el banco no su hijo ni su mujer). Es beneficiosa para todos y hace que le demos más importancia a algo tan simple como la póliza de vida.