Esto por desgracia no es Estados Unidos, donde tienes abogados especialistas en demandas que cobran un pico (y por eso los seguros valen mucho más que en España).
Tenemos la mala costumbre de decir que me asesoren, y es cierto, no es fácil dar con un buen asesor. Pero eso no quiere decir que me quede tan tranquilo diciendo que la culpa ha sido del otro y que me lave las manos.
Es algo que me indigna tanto como cliente (porque yo soy porculero, para eso pago, y no pago mientras tenga dudas), pero también como mediador. Por suerte hasta día de hoy solo me he encontrado con un hijo de p*** que no me dejó explicarle una póliza y luego me vino echando mierda porque no le había dicho lo que firmaba y las exclusiones y limitaciones que tenía.
A día de hoy, por suerte, tengo un buen respaldo de parte de mis responsables de grupo y de oficina, porque saben perfectamente cómo trabajo.
Yo soy muy (pero que muy) pesado para explicar una póliza, y me harto de gente que no tiene interés en dedicar de media hora a un par de horas en que le argumenten lo que va a firmar.
Que vale, el que no trabaja en seguros firma un papel que a las dos semanas se ha ido al fondo de un cajón y se olvida de él, pero si se le ha dado la chapa tiene una tarjeta con mi número para que me llame y se lo recuerde.
Y no que luego venga en plan es que nadie me dijo nada. Pues haberte molestado en llamar y ponerte al día...
Saludos,
P.S. Yo insisto mucho en separar a las compañías de los buenos o malos profesionales que trabajan en ellas. A mí me jode que me digan que mi aseguradora es una estafadora, cuando yo me desvivo porque mi trabajo sea impoluto y una queja de un cliente me hace perder varios días de sueño hasta que puedo encontrar la manera de solucionarla. Pero es muy fácil generalizar y muy difícil ganarse una imagen y un prestigio. Saludos,