No he dado nombres, ni apellidos Manolok, ni direcciones, ni teléfonos... y después de meses de hablar con ellos los conozco. Nos llamamos en Navidad y nos escribimos muy a menudo. Incluso los que ya malvendieron siguen en contacto. Alguno (de tu tierra) me ha invitado a su casa.
¿Por qué tenemos que callarnos siempre los mismos en esta injusta sociedad? ¿O acaso alguien pretende conocer mi caso o el de mi padre mejor que yo misma?
Hablo de mi experiencia y se me pide que me calle. No es la primera vez. Que me vaya del hilo, que ya he recibido lo que había venido a buscar. Pero ésto ¿qué es?
Doy mi opinión y me la rebaten sin argumentos y ¿me tengo que callar?
He respetado, respeto y respetaré a los demás siempre y cuando no pretendan acallarme echándome del hilo en el que escribo.
Y si mi experiencia con el santander ha sido pésima y los consejos de sus asesores paupérrimos lo diré hasta que se me seque la garganta.
El que tenga buenas experiencias puede hablar, sólo faltaría, pero no he oído experiencias en este hilo, sino negativas a lo que yo afirmaba, sin más.
Si no te lo crees, tira para atrás y lee. Erre que erre: "y que es un error y que no hay mala intención y que querían lo mejor para mí". A las pruebas me remito.
No he intentado nunca convencer a nadie, pero que nadie me intente convencer a mí solo diciendo que lo que afirmo falta a la verdad o que simplemente estoy equivocada. Porque sé que no miento y sé que me han mentido.
Las verdades afectan. Y se nota.
Que tengas un buen día.
Por tí he retirado las cantidades de mi último post. Pero en el foro de PRF, y al final, conocíamos el número de PRF que tenía cada uno (casualmente muchos de nuestros parientes ancianos) y nadie se escandalizaba por ésto. Sabíamos que nos la habían jugado y luchábamos contra la gran injusticia que se había hecho a nuestros mayores, intentando defender sus derechos maltrechos.
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.