¡De nada, hombre! Es que llevo 17 años con un colectivo de instaladores y... lo llevo ya en el ADN :)
Lo que no entiendo es cómo las aseguradoras siguen cotizando:
- sumas aseguradas que incumplen la normativa
- a gente que hace instalaciones sin carné: la normativa dice que las instalaciones serán "ejecutadas" por instaladores registrados por lo que quien tiene que tener el carné (y el seguro) es el que ejecuta la instalación. Desgraciadamente para los consumidores y usuarios hay miles de autónomos (muchos de ellos ni cotizan) que no disponen de garantías ni formación para realizar los trabajos que realizan. Ese seguro sin carné no vale para nada.
Por cierto, otra cosita interesante: en el RDL 1/2007 se limita la responsabilidad del instalador a 3.005.060,52 €; la suma asegurada que se indica para cada carné es la mínima pero esa que acabo de señalar es la máxima.
Lo chulo que tiene nuestra profesión es que no da oportunidad para el aburrimiento: cuando no estamos atendiendo el resultado del error humano (y ese es infinito en su creatividad) estamos aprendiendo para ayudar a nuestros clientes a prevenir esos errores o estamos estudiando cómo reaccionar ante sus riesgos. Ir más allá de lo que dicen los que se quedan con la ficha de producto o lo que pone en un folleto es lo que nos hace diferentes, lo que nos configura como valor puro y lo que nos debería situar como primera opción en la mente del cliente. Si no hacemos eso merecemos la muerte profesional así que... ¡a fondo!
Abrazos,