Gracias por vuestras palabras de apoyo y ánimo.
Hasta ahora siempre he comentado que mi incapacidad era como consecuencia de un accidente. No fue del todo así. Lo que voy a explicar es para que entendáis como me siento ahora mismo.
Las navidades del 2021, yendo a trabajar intenté suicidarme tirándome a las vías del metro.
Soy un enfermo con TBII y hace 20 años tuve otro intento. En esta última ocasión, el factor desencadenante fue el trabajo y la ansiedad que me generaba. Un trabajo nuevo en la administración pública, con responsabilidades.
Como consecuencia del arrollamiento, me rompí por muchos lados (de ahí el tener que llevar muletas de por vida), también me fastidié la uretra, y me fracturé la cabeza (importante porque hice una isquemia que provocó la cuadrantanopsia y que hace que me cueste leer).
Todos estos informes, cito por ejemplo el de psiquiatría: "(...) Así mismo se trata de un paciente frágil en situaciones de elevado estresor, habiendo presentado TAs impulsivas de alta letalidad ante estresores vitales y laborales, las cuales han sido dificles de predecir. ",
constan en el informe de síntesis.
Y pese a ello me van a dar el alta, haciendo que vuelva al lugar del que hui.
Yo entiendo lo que escribe Miguel92 u otros, porque es cierto, para la administración, la gravedad de las lesiones no implica que uno no pueda desarrollar su trabajo habitual.
He querido entrar más en detalle para poder explicar que, si bien es cierto que mis lesiones físicas (9 vertebras rotas, todas las costillas rotas, todos los ligamentos rotos y tendón rotuliano de la rodilla, fractura compleja de pelvis (partida en 3)) a priori no limitan mi trabajo de "oficina", entiendo que sí lo hacen mi dificultad en la visión y, sobre todo, mi enfermedad mental.
Disculpad la parrafada y el abuso de confianza.
Santi