Boswell
22/02/11 13:13
Ha comentado en el artículo Los payasos de la izquierda
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Hola Herrador.
Que conste que Germinio es mi amigo (así lo considero yo, y a pesar del no cambio no climático. Ja, ja), tiene todos mis respetos y cariño, y es un polemista de primer nivel, además de caballero.
Polemista a lo Dr. Samuel Johnson, el mejor de la época de ese maravilloso y fecundo siglo XVIII inglés (en esos tiempos se consolidó la novela como género, que “explotaría” en el XIX, con tantos maravillosos escritores. Ojo al “Tristram Shandy” de Laurence Sterne, que bebe directamente de Rabelais y Cervantes, y que es una de las novelas más importantes de la historia y casi nadie ha leído). Después, lo único interesante que han hecho los ingleses es el “roast beef”. Ja, ja. Bueno, y algunos zapatos.
No quiero poner a Germinio ni a nadie en la “bancada de la izquierda”, parafraseando sus propias palabras.
Por qué? Me parecen categorías demasiado estrechas para definir a una persona: izquierda, derecha: boberías.
Herrador, Germinio: todos somos demasiado complejos. En algunas cosas seremos de derechas, y en otras de izquierda, o liberales o como se diga.
Anarcoliberal. Me gusta la expresión acuñada por 5…..s.
Bien tu columna y valiente, en estos tiempos de “pensamiento único” y lo políticamente correcto.
A mí se me ha criticado (e insultado y ridiculizado, qué bien, qué hombría, cómo mola, vamos a aplaudir todos) simplemente por expresar mis opiniones.
Claro, como no saben dónde meterme, “en qué categoría”, pues viene el insulto, que es lo más fácil, y de paso, lo más miserable. No te jode.
Yo ya he distinguido muchas veces entre legítima e histórica izquierda (Germinio?) y ese aborto que se llama izquierdona. Hasta le dediqué una columna a la izquierdona. Como resumen, como coda, de ella, lo siguiente:
“De todo es capaz la izquierdona, con el único objetivo de mandar, y ganar en unas elecciones con apariencia, sólo apariencia, democrática.
La izquierdona es el fascismo vestido con la bandera de la izquierda. Es el totalitarismo y la dictadura disfrazada de solidaridad y la bondad.
La izquierdona es el travesti de la ideología: parece izquierda, pero en realidad es peor que cualquier derecha.”
Como nadie me cita, me cito yo. Mola. Ja, ja.
Herrador, resumiendo que ahora no tengo mucho tiempo: al final se trata de poder y dinero y prebendas, como comer en un restaurante de EUR 150 por cabeza.
Ayer pillaron a Leire Pajín comiendo en “Horcher”, uno de los clásicos del gran lujo de Madrid y de ese nivel de precio. Se tuvo que ir sin acabar el segundo plato, ante la ira y las palabras de una comensal, una señora, que le reprochaba que comiera en tal sitio con los impuestos de los cinco millones de parados. Los chulos de los escoltas le dijeron a la señora que se identificara. Y se negó. Bravo por la señora, que podrá ir a “Horcher” con su dinero. Seguramente, me la imagino como donante de “Cáritas”.
Ante tantos testigos y rodeados de ese lujo imponente de “Horcher”, los escoltas se acobardaron, y no insistieron. Te pillan en la calle, y te fostian, los cabrones de los escoltas.
Pongo esta anécdota como ejemplo de la hipocresía y doble moral de la izquierdona: “Soy socialista, pero como en Horcher”.
Que le den por el culo a Horcher, que hay en Madrid mil sitios donde se come mejor y mucho más barato. Por cierto, es todo bastante parafernalia y esnobismo, no es para tanto. Si lo sabré yo, que al menos fui (ya no) un esnob.
Herrador: no insistas. La izquierdona seguirá dale que te pego y llamará facha e insultará a todo aquél que no sea de su cuerda, que no piense como él. Les mola el “pensamiento único”.
Pues que les aproveche o no. O en Horcher (decir “que te aproveche” es una catetada, a ver si nos vamos enterando. Es igual de horroroso como cuando los alemanes dicen: “Mal Zeit”. Algo terrible).
Qué cruz, Herrador, qué cruz.