Impertinencia o demagogia?
Ingresos y gastos públicos: la trampa de la media de Europa
Posted on mayo 15, 2015 by dbarcelo
invertia-logoCuando una familia o una empresa tiene un desequilibrio financiero (un desfase entre ingresos y gastos), lo normal es que remedie la situación recortando sus gastos. Esto es así porque para una familia los ingresos suelen ser fijos (un salario o una pensión), mientras que las empresas no pueden aumentar las ventas de un día para el otro.
Distinto es el caso de los gobiernos, que tienen la posibilidad de aumentar los impuestos. Así, cada vez que tienen un exceso de déficit, suelen “emparchar” (que no arreglar) el problema exprimiendo aún más a los contribuyentes.
Llama la atención que incluso gente que se dice “de empresa” esté comprando la tesis “socialdemócrata” de que España tiene un enorme déficit fiscal “porque tiene un problema de ingresos”. Desde este punto de vista, el déficit (5,8% del PIB en 2014) se debe eliminar aumentando los ingresos públicos.
De los 28 países de la UE, en 2014 hubo 22 en los cuales las Administraciones Públicas recaudaron más (como % del PIB) que España. Los ingresos públicos, que en nuestro país equivalieron al 37,8% del PIB, tuvieron una media de 45,2% en la UE-28. Cerrar esa brecha de ingresos, de 7,4 puntos del PIB, implicaría incrementar la recaudación en 78.250 millones de euros. Sería ingenuo pensar que semejante cantidad podría proceder exclusivamente del combate al fraude fiscal. Por eso, los que hablan de un “problema de ingresos”, lo que en el fondo proponen es aumentar los impuestos (¡sí, aún más!).
¿Garantizan unos mayores ingresos públicos la eliminación del déficit fiscal? En absoluto. De los 22 países de la UE cuyos ingresos son mayores que los de España, 18 tuvieron déficit fiscal en 2014. Y no fueron déficits pequeños: en 11 de esos países el mismo fue de 3% del PIB o más. Francia es el tercer país que más recauda (53,2% del PIB) y tuvo el año pasado un déficit de 4%.
Lo único que garantiza una mayor recaudación (subir los impuestos) es más gasto público y, por lo tanto, un mayor poder de decisión para el Estado (los políticos), que con más dinero para gastar influiría aún más en cada rincón de la sociedad (desde la cultura, hasta el empleo, pasando por todo lo que se nos pueda imaginar). Digámoslo claramente: con mayores impuestos (y más gasto) lo único seguro es la pérdida de libertad, incluso para los que no pagan impuestos. Pero ni contribuyendo más es seguro que nos libremos del déficit fiscal ni de la creciente deuda pública. Grecia tiene un nivel de ingresos y gastos similar a la media de la UE. ¿De qué le sirve?
España tiene un problema con los intereses de la deuda pública. La irresponsable acumulación de déficits fiscales (560.000 millones de euros desde 2008), hizo duplicar el pago de intereses hasta 35.000 millones de euros el año pasado. Por esos déficits, España es ahora el 7º país de la UE que más % de su PIB gasta en intereses de la deuda.
España tiene también un problema de eficiencia en el gasto público. Un 57% del gasto no financiero (el gasto sin contar los intereses) se destina a cosas distintas de la Seguridad Social y la inversión pública. En Alemania y Holanda, ese porcentaje es del 50%. En Italia es del 52% y en Francia, del 45%. Esto muestra que España gasta demasiado en subvenciones, gestión, personal y otros rubros. Un cálculo simple en base a esos datos nos sugiere que las AA.PP. podrían ahorrarse unos 30.000 millones de euros si gastaran mejor el dinero de los contribuyentes (que no dinero “público”). Otro ejemplo: por cada euro gastado en inversión, España gasta 19,2 euros en otras partidas (sin contar intereses), cuando la media de la UE es de 14,7 euros. Solo Chipre, Portugal, Bélgica e Italia gastan peor que España.
Pensar que la solución del déficit fiscal pasa por exprimir más al contribuyente cuando al mismo tiempo tenemos evidencias de que las AA.PP. gastan mal, es un grave error. Si se intentara ese camino, no solo sufrirían nuestros bolsillos y perderíamos libertad. La experiencia muestra que, además, nos quedaríamos con el déficit.
Dos Saludos