Es peligroso analizar una frase aislada, fuera de contexto y sin explicaciones o aclaraciones, especialmente cuando la ha dicho una persona con los antecedentes profesionales y el nivel cultural que se le supone.
O quien se pone ciego a comer chorizo y butifarra y luego le pega el infarto, o llega a los 250 kilos y hay que hacerle una operación para encoger el estómago en hospital público.
También se puede fabricar un hermoso cáncer de pulmón viviendo en zona de mucho tráfico y tragándose todo el humo ambiental.
A veces me dan ganas de volver a fumar aunque sólo sea por fastidiar un poco a la liga antitabaco.
Madrid no tiene problemas de capacidad.
En caso de apuro se puede asfaltar toda la zona inutilizada (Rosales, Retiro, Casa de Campo, Parque de la Fuente del Berro, ...) o adoquinarla con elegante piedra decimonónica y edificar después algo mono, por ejemplo algunas torres de estilo calatrava gigantesco (caber, caben) con lo cual se crearían tropecientos puestos de trabajo para albañiles, electricistas, pintores, fontaneros, ferrallistas, soldadores, bla bla bla, además de los inevitables becarios.
En caso de la improbable escasez de agua siempre se puede planificar una ampliación del manzanares y poner unas bombas de extracción en su nacimiento, eso ya se verá.
De momento, lo importante es salir en la tele y contar cuántos camareros vuelven a tener empleo en esas famosas terrazas que corren peligro de arruinarse.
Para mí que oyeron las promesas de algún partido en campaña electoral y han venido ilusionados a reclamar sus derechos. Me joroba reconocer que probablemente se trataba de algún partido de izquierdas, dado el tipo de promesa....
¿Se quejan por la lasaña? Joer, si está riquísima. Bueno, pues nada, que les pongan lentejas.
Vaya chasco me he llevado.
Al leer lo de tema tabú pensé que se trataba del cuento de la superpoblación + recursos naturales limitados, otra tontería como aquella del calentamiento global que se inventaron los verdes hace cuarenta años.
En fin, ya veo que se trata de Santa Economía y es mejor que deje paso a los interesados.
Parece ser que los chinos empiezan a tener problemas de espacio en los cementerios, por lo menos en Pekín, a pesar de la famosa política de control natal.
Y eso que ellos prudentemente se van repartiendo por todo el mundo, como todos sabemos.
Puede que dentro de unos pocos siglos a este tipo de invasiones se le llame conquista y se celebre con ferias y fiestas de farolillos y dragones. Siempre y cuando no lo prohiba el Corán.