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Participaciones del usuario rifiil - Consumo

rifiil 09/07/14 20:04
Ha respondido al tema 1.100 euros me he dejado en el taller en menos de 2 meses
Conozco un taller que decían cambiar el tubo de escape a un supermirafiore diesel. Era de una amiga. Cada vez factura de tubo de escape nuevo. Un día me meto bajo del coche y veo el tubo lleno de parches. Una estafa en toda regla. Pero la chica no quiso reclamar, le daban miedo los del taller. Tambien conozco gente a la que le vienen con el cuento, talleres particulares de que ellos tienen un aceite superior a los de los concesionarios oficiales. Un timo, un timo que termina siempre con la confianza de las personas cuando se enteran de que llevan años siendo engañadas. Un fuerte abrazo.
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rifiil 19/05/14 12:42
Ha respondido al tema Me voy a Lisboa
Me ha encantado tu frase. “no valoramos la salud como deberíamos, ni agradecemos los buenos momentos, viviéndolos con ilusión, esperanza, alegría, felicidad, compañerismo, generosidad e inteligencia” Me encanta porque es real, y refleja a la perfección mi manera de percibir la vida. Las enfermedades nos dejan secuelas, temor intranquilidad e inquietud. Pero modifican nuestra forma de percibir la vida, de relativizar los problemas. Cuando escuchas a la gente quejarse de un exceso de trabajo. Cuanto te dicen que ya no pueden aguantar más o lo mal que anda el mundo te entra una sensación extraña. Cuando ves los anuncios de crece-pelo, o de mejora de la cintura o la dieta tal o cual, piensas que minucia de problema afecta a la gente. Que pocos problemas graves tienen que se generan ellos mismos sus propios problemas. Todo tiene solución, todo excepto cuando te dicen que te queda un mes de vida o te llegan las noticias indiscutible mente malas. Lo bueno de este tipo de pruebas; sin duda la sensación de felicidad permanente. Lo importante que resulta ser feliz cuando uno pone un poco de su parte. También es cierto que he conocido gente con depresión y eso debe ser incluso peor en algunos casos. En cuanto a los padres tienes toda la razón. Hay que valorarlos y quererlos, disfrutarlos, yo creo que son un lujo de la vida. Me duele que no tengas ya a tu madre contigo. Para hablar con ella, contarle tus cosas compartir unas sonrisas, haceros juntas un café. Tiene que ser durísimo, pero te queda el sentimiento de haber estado siempre unidas. El cariño de una madre por su hija y el de una hija por su madre. En este sentido lo que la gente te diga te sirve de poco. Pero como la llevas en el corazón siempre estará en cierto sentido contigo. Y sí tienes razón a los hijos se les quiere muchísimo. Aun así, no te das toda la cuenta posible. Con la nena nos pasa, que a veces nos da guerra, le cuesta ponerse a los deberes o levantarse de la cama. Pero cuando se marcha de excursión con la clase, se sube al autobús y la pierdes de vista a lo lejos y esperas que salga todo bien, te das cuenta que mas que quererla la necesitas. Aprecias su grandeza, el privilegio de tenerla todos los días, el de sentir un beso suyo sobre la mejilla o un fuerte abrazo antes de irse a su camita. Aprecias que son la sal de la vida, pues sin ellos te sientes solo y vacío, aunque hay que reconocer que en ocasiones tras un día de machaque deseas perderlos de vista unos días, unas horas o tan solo unos minutos. Sí, ciertamente el amor de los padres es incondicional. Aunque en el día a día, y siendo como somos seres humanos no somos capaces de apreciar y valorar cada uno de los regalos que nos da la vida. Cuando el pequeño salta por encima de los sillones o con una risa te enseña el mando a distancia que acaba de machacar te entran ganas de matarlo, y no precisamente a besos. Pero cuando le riñes y el se pone triste, no puedes evitar en muchas ocasiones darle un abrazo un fuerte abrazo que le desorienta le desconcierta pero que tu sabes muy bien porque lo has hecho. Porque en el fondo nada hay más grande que un ser querido. También encuentras muchas veces que no tratas igual a la niña que al nene. Claro, el niño está con tres añitos para comérselo y todo son contemplaciones. La niña se enfada. No le gusta que su hermanito se coma las chuches, raye las paredes o tire el agua al suelo, pero que encima a el le perdonemos lo que a ella no le dejamos hacer la enfurece. Hay que tomarlo con calma y abrazarla explicarle los motivos por los que actúa el hermanito y pedirle colaboración. La familia está para compartir y disfrutar la vida. Es cierto incluso nuestros padres y hermanos son sal. Un poco le da sabor,un exceso nos deja sin saliva. Mis padres ahora están entrando en una nueva infancia. Cuando voy a verlos discuten por chorradas como quien se ha comido el último trozo de pastel, quien se quedó dormido en la silla, o no ha llamado al médico o no se atreve a conducir. Te da la sensación de tener un par de niños como padres. Aun así les das un beso y un abrazo y les pides paciencia. Mamá, que el papá ya está un poco mayor. Papá que la mamá necesita que la ayudes. Déjale ver lo del Papa. Deja que se ponga lo del Arguiñano. En fin, haciendo a veces un poco de hijo-padre. Pero están ahí. Y hay que disfrutarlos. No ir a verlos por obligación sino disfrutarlos en la medida de lo posible. En la medida en la que tus propios hijos te dejen. A mi también me pareces una bellísima persona. Cada una de tus líneas revelan una calidad humana extraordinaria. Sigue ahí ayudando a la gente comprendiendo sus problemas y compartiendo los propios, eso es muy importante para todos. Bueno. Un fuerte abrazo. Seamos felices hagamos felices a los demás en la medida de nuestras posibilidades.
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rifiil 19/05/14 09:29
Ha respondido al tema Me voy a Lisboa
A mi por el contrario me encantan las mates. No todas las mates, claro. Pero cualquier número que me permita entender mejor lo que me rodea pronto se convierte en pasión y si no lo entiendo en ocasiones incluso en obsesión. Para mi los números son como un juego, nunca paras de aprender con ellos, e intuyes siempre métodos nuevos, más interesantes y eficientes de abordar una inquietud. Los logaritmos convierten las multiplicaciones en sumas y las divisiones en restas. Las operaciones con potencias en sencillos productos y las raíces en cocientes. ++++++++++++++ En cuanto a la juventud, es cierto, es una época que se disfruta muchísimo. Lo que sucede, es que mirar el pasado es equivalente, a mi manera de entender, al alpinista que asciende una montaña y se le ocurre mirar hacia abajo. Como cuando trepando por una pared se te desprende una piedra y se hace mil añicos. Está claro que hay que mirar hacía el futuro. Cuando ves lo limitados que llegan a estar los ancianos te das cuenta del privilegio en el que vives y deseas que dure, y cuanto más mejor. Es cierto que el mundo da la sensación de no cambiar, pero eso no es real. El mundo cambia, ya lo creo que cambia. Solo hay que mirar al 15 M. Cuando todos pensábamos en nuestros problemas en singular, el país en masa reacciona y te demuestra que la juventud sigue latiendo el las venas de todos. El espíritu no envejece con los años, envejece exactamente en la medida en la que nosotros lo dejamos envejecer. Cuando acudía a las reuniones que se realizaron el 15 M, me quedo claramente evidenciado. Habían ancianos con unas ganas de guerrear terribles y chavalines conformistas pasando por la calle y haciendo burla. Chavales con ganas de pelear mientras que otros manifestaban una actitud pasota. Creo que nunca se puede ser demasiado mayor para rendirse. Cada uno en la medida de nuestras posibilidades y capacidades tiene la posibilidad de ofrecer batalla a cualquier incidencia que se nos plantee. Lo que me comentas es duro, muy duro. Has tenido una juventud difícil y eso no te lo va a devolver nadie. Aun así, es interesante animarse y darse cuenta de todo lo bueno que aun nos puede ofrecer la vida que siempre suele ser muchísimo. Un fuerte abrazo. Se feliz.
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rifiil 16/05/14 13:51
Ha respondido al tema Me voy a Lisboa
Yo empecé mis estudios de la antigua EGB en los Maristas. Eran los años 70 y la costumbre extendida de pegar a los alumnos me pilló de lleno. Aun así tuve muy buenos profesores. De la época el que más me gustó fue el de matemáticas. La historia, la lengua y otras materias me daban más igual. En esa época descubría la trigonometría y los polinomios en clases extraescolares en las que el profesor se quedaba por las tardes explicando a los alumnos. Siempre he sentido una curiosidad muy grande por entender y descubrir nuevos principios matemáticos. Investigar los números primos, nuevos sistemas de multiplicación y división. Aplicar logaritmos para simplificar funciones. La lectura, la literatura me han gustado siempre menos. Pese a que no se me halla dado nada mal el tema de expresarme, disfruto perdiéndome, siendo caótico y sobre todo sobre todo siendo imprevisible. Analizar nuevas vías, nuevas formas de entender y expresar. No me gusta el convencionalismo. Siempre que se pueda, es mejor ser original. Cuando releo lo que en mi juventud escribí, mucho de lo cual ya no lo recuerdo no dejo de sorprenderme. Me encanta releerme. Es un poco narcisista, lo sé, pero es un innegable placer el revivir sensaciones y escudriñar cuales fueron tus sentimientos oteando diarios y anotaciones al margen de libros. El instituto, para mi, no fue una época brillante. Cual edad media,obscura, poco prolífica y de carácter temporal y pasajero conservo pocos recuerdos fotográficos y menos aún escritos. Recuerdo mi primer libro completo que leí que fue “La rebelión de las masas “ de José Ortega y Gasset. Descubrí la faceta divulgadora de Asimóv y algunas pocas cosas más. La universidad fue diferente. No por el profesorado, sino por los compañeros. Unos aires de libertad. Una integración de los alumnos en hermandad. Un renacimiento de libertades y descubrimientos. Una curiosidad desbocada. Con 18 años recién cumpliditos, y con una necesidad de explorar nuevos horizontes en el conocimiento y en la vida. Me sentí vivo. Me reencontré con mi propia esencia. Es increíble la sensación de salir al aire y abrir los brazos mientras la luz inunda tus sentidos y el calor te rodea en tu entorno. Compartir piso con compañeros con algunos de los cuales pasaría los próximos años. Explorar hasta sus últimos rincones una ciudad como Valencia. Desde los estibadores del puerto, y el barrio de Nazaret hasta el que llegaba un trenet azul y desvencijado, pasando por los museos, teatros, bibliotecas, librerías antiguas. Sentir la fuerza de la noche y los inicios de curso que las facultades celebraban en discotecas como Pachá y a la que teníamos acceso por invitaciones de compañeros. Pasear por el cauce a altas horas de la madrugada intentando resolver el mundo, que aunque en pocas ocasiones eran momentos que en ese instante no percibía cuan a largo plazo me iba a acompañar en el recuerdo. Conocer vecinos como los Mormones. Unas compañeras de vivienda aledaña, que eran de filología y venían de Francia, con las que practicamos no solo el idioma sino montones de vivencias y veladas que aun a día de hoy añoro y disfruto en recordar. El sonido del trueno y de la tormenta. De los vehículos que circulan a cientos por el corazón de la ciudad y por ende, los aficionados al fútbol que en las tardes de partido hacían temblar una urbe que rezumaba vida por sus cuatro costados. No olvido las infinitas tardes en que sumergíamos nuestras cabezas en los textos a estudiar. La fatiga de los exámenes que se encadenaban ni el disgusto de aquellos que pese a llevar bien preparados no salían como uno esperaba. Pero, era un universo sin otros problemas. Dormíamos un sueño profundo y reparador. Teníamos una energía casi infinita y cualquier cosa, sin excepción nos parecía una empresa estimulante y fantástica. Nos metíamos en pequeños líos con una frescura y cara dura que hasta sorprenden. Nos metimos en una inauguración de la casa Grunding y tras infiltrarnos entre gente con traje y ponernos hasta las botas de piscolabis y frivolidades. Bueno, que tiempos aquellos recuerdo con nostalgia. Un fuerte abrazo. No dejeis escapar la posibilidad de ser felices¡¡¡¡¡¡
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rifiil 14/05/14 14:27
Ha respondido al tema Me voy a Lisboa
A mi también me encantan tus posts. Me hacen primero reflexionar cuando los leo, empatizar en esos momentos profundos como son las emociones vividas y por último disfrutar plasmando mis experiencias, que sin querer en el día a día se nos escapan como el agua de las manos si tenemos los dedos abiertos. Hace ya casi siete años pasé una experiencia muy difícil. Después de tener tres años picores y picores, me decían que era una atopía severa la cosa empeoró. Empecé a tener crisis de desmayos y asfixia. Pensé que me moría. En una de las visitas al hospital, un novato me detectó un cancer linfático. Fue una experiencia muy muy dura. Figúrate, mi mujer embarazada, y me dicen que me lo han cogido tarde y que tratarán de salvarme la vida. Solo de contarlo ya se que esta noche me costará de dormir. En mi casa es un tema tabú. Bien, me metieron quimio más allá de lo imaginable y me sacaron del agujero. En ese sentido debería estar agradecido, pero me quedan bastantes efectos secundarios. Me molesta muchísimo el sol directo y tengo una úlcera que me mata de cuando en cuando. Dolores de cabeza bastante frecuentes y en fin otras cosas que solo se sufren por el agradecimiento de seguir vivo. No obstante, cuando pasé la enfermedad y no sabía si vería la carita de mi hija alguna vez, no quiero mentir, deseaba con todas mis fuerzas que todo terminase. Me negé a firmar los papeles de la resucitación. Si he pasado el trago de morir, creo nadie tiene derecho a devolverme al infierno sin mi permiso. Ahora, que las revisiones me salen bien, disfruto muchísimo de la vida. No obstante no sirvo para ayudar a otros enfermos. Lo intenté y casi cojo una depresión de caballo después de revivir lo sufrido. El sufrimiento ajeno puede incluso quitarme el sueño. Lo siento como propio. Esto se que suena raro, pero cuando has sufrido mucho te sucede. Cada uno afrontamos la vida de una forma diferente, pero a mi me sucede así. La vida sin sufrimiento es un regalo inmensísimo lleno de millones de placeres y premios a cada minuto que duele que la gente no sepa apreciar. Hay quienes, teniéndolo todo lo dejan perder por nada. Pero hay que decir que la vida tiene un lado negro, muy negro y muy salvaje. Que en el mundo hay gente que te dice que te queda un mes de vida mientras come un plátano y hace chistes malos. Yo por fortuna aun tengo a mis padres, son muy mayores, mi padre tiene 78 años y está algo pocho, pero aun está ahí. Ha sido un suertudo y apenas ha pisado un hospital en su vida. Y mi madre, que es algo más joven que él también ha tenido suerte. A veces la vida nos pone a prueba. Las enfermedades no tienen ninguna ventaja, al menos para mi. Te dicen que te enseñan a valorar más la vida, y es cierto, pero después de contemplar el avismo y el infierno no quieres ni oir hablar de él. Hoy por hoy, tengo dos niños. Los adoro. Son lo mejor de mi vida junto a mi mujer y mi familia. Pero ni todo el amor que siento impedirá que si he de pasar otra vez el infierno desee largarme sin pasar por taquilla. Quizás te haya dado un disgusto con mi historia, no era mi intención. Pero me he atrevido a contestar. No puedo ni imaginar el avismo de perder a tu padre. Pero me gusta que lo comentes, que lo saques fuera, que compartas ese dolor para que no sea tanto. No entiendo como pueden existir ni foreros ni personas que se quejen de ello. Cuando uno está preparado debe sacarlo fuera. Si contándolo observas aunque sea un mínimo de alivio, bendito sea el momento en que lo haces. Las personas debemos ayudarnos, compartir y empatizar. Debería existir una educación por la empatía. Una escuela de comprensión de la tristeza y fomento de la alegria. Creo que no hay verdadera alegría que no esté basada en superar un pedacito de tristeza. Sino, no se trata de verdadera alegría, es solo un espejismo. Por ello creo que hay que saber empatizar y valorar esos pequeños momentos de alegría que de cuando en cuando nos da la vida. Nunca olvidando la tristeza, sino apreciando cada segundo, cada minuto y cada hora de bondad que nos ofrece la vida por breve que parezca. Un fuerte abrazo. ¡¡¡No perdáis un solo instante de la felicidad que os rodea¡¡¡¡¡¡
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rifiil 13/05/14 11:15
Ha respondido al tema Me voy a Lisboa
Tienes toda la razón en cuanto a los profesores. Ellos modifican tu percepción sobre una determinada materia. Luego también hace un poco tu curiosidad. Yo desde niño apuntaba maneras. Me pasaba la vida haciendo experimentos, unos mas sonados que otros. En una ocasión intenté congelar gasolina y su punto de evaporación hizo que el electrodoméstico se estropease. La gasolina impregna el plástico y adiós. Mis profes de física, bien, no podría haberles puesto ni siquiera notable. Pero allí estaba la breve historia de la química de Asimov, que se convirtió de repente en mi libro de cabecera. Siempre he gozado mucho con los escritores rusos, creo que en el tema de la divulgación son mis favoritos. Asimov es una prueba de ello. En cuanto al Universo mecánico, lo descubrí muchísimo después, pero me encanta. La magistralidad de las voces, el acierto de la música. Yo lo utilizo incluso como audio de fondo y me relaja y tranquiliza. La capacidad de divulgación es extraordinaria y por ello considero que es completamente recomendable. En cuanto a los cuentos, voy a ser franco, no los conocía, pero me documenté pues de todo lo que cuentas yo también creo que no tiene desperdicio. Y para mi sorpresa me encontré esos audiolibros. Me faltó tiempo para adjuntarte el link con la esperanza de que te pudieran ser útiles y cuanto menos satisfactorios. En cuanto a Espronceda la cosa viene de muy lejos. Las historias de la Santa compaña de Becquer, y Espronceda son mis favoritos. No es ya por ser románticos, sino por su expresividad, quizás exagerada, pero emotiva. Todos sus poemas destilan desesperación, emoción, lucha, reivindicación. Quizás a todos en la época en que vivimos nos convendría beber en sus téxtos para inspirar nuestras acciones y nuestra vida. En cuanto al poema que te comento, cuando me lo leyeron caí rendido. Me gustaba la canción del pirata, la de 100 cañones por banda... pero esta que yo llamaba la del cementerio me alucinaba. En una época sin internet me costó muchísimo localizarla y la atesoré con cariño muchos años. A mi también me encanta leerte, siempre aprendo cosas nuevas. Te dejo... de momento. Un fuerte abrazo. Sed felices.¡¡¡¡
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rifiil 08/05/14 18:15
Ha respondido al tema Me voy a Lisboa
Ahhhh. El universo mecánico. Me encanta, pero en castellano es increíble. La voz del narrador, te relaja, te aporta cultura y te da satisfacción. El narrador es alucinante. A mi gusto esta voz en castellano castizo tiene un efecto alucinante. Escucha al narrador, no te defraudará. Es indescriptible la paz que aporta el narrador del universo mecánico. https://www.youtube.com/watch?v=Z23MbDgALeM Por cierto hay una página con las fábulas de Iriarte en formato audiolibro también muy buenos. Te añado el link para que si tienes un instante puedas también disfrutarlas. http://albalearning.com/audiolibros/iriarte/ Ahi tienes creo que todo el conjunto de sus fábulas en formato audiolibro con acompañamiento musical que puede ser un excelente regalo para los oidos. A mi personalemente me gusta un libro muy relacionado con la microbiología y la química que a ti te gusta "cuando vamos del dormitorio a la cocina, el roce de los pantalones hace que se desprendan de la piel millones de escamas muertas de las que se alimentan universos enteros de bacterias y ácaros que viven en la alfombra del pasillo. La realidad está llena de seres microscópicos que dependen de nuestro sudor, de nuestra caspa. Así, cada vez que nos peinamos, colonias enteras de microorganismos, cuya patria es la moqueta del cuarto de baño, permanecen con la boca abierta hacia el cielo esperando ese raro maná que les envían los dioses." Esto pertenece a un libro de David Bodanis, los secretos de una casa. Una poesía que me hizo comprar en mi juventud el libro de poemas completos de Esproceda fue su poema de la desesperación. Como resultó que luego en esa edición este poema estaba censurado me lo tuve que comprar a parte. Para mí que me encanta José de Espronceda más que ningún otro poeta, este poema es revelador, emotivo e impactante como el que más. Pienso que por ello fue censurado. http://www.poemasde.net/la-desesperacion-jose-de-espronceda/ Un fuerte abrazo. ¡¡¡¡¡No dejeis escapar un solo instante de felicidad por pequeño e insignificante que parezca¡¡¡¡¡¡¡.
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rifiil 08/05/14 17:25
Ha respondido al tema Multa extraña-cinturón de seguridad
Desde luego. Tienes toda la razón y es muy lógico. Pero, puedo asegurarte que cuando me paran en un control rutinario, aunque lo tengo todo en regla, no he hecho nada, simplemente abrir la guantera y sacar la documentación ya es toda una odisea. Se me comen los nervios y si encima te insisten "caballero, ¿tiene usted la documentación?" entonces ni te cuento. Estás viendo la puñetera carpeta donde está toda la documentación y las manos te tiemblan de una forma descontrolada. Encima si comentas que estas nervioso, te reiteran " caballero mantenga las manos visibles por favor" " ¿Es suyo este vehículo?" No, es de mi mujer pero lo conduzco yo. En esos momentos estás para que te graben los de la cámara indiscreta. En una ocasión venía de un curso de jardinería y llevaba tijeras de podar y otros enseres. Entonces iba con un Seat Panda Marvella y mucha juventud. Había una tira de pinchos en el suelo, y me pararon a mí y no a un compañero que iba delante. Cuando abrí el maletero y vieron las legonas, las tijeras de podar y un hacha cargaron las metralletas que llevaban y empezaron a gritarme que me alejara del maletero. Me llevé un susto increíble. Me dejaron pasar y llegue al siguiente pueblo donde fuí a un bar a tomarme una tila, pues no controlaba ni las manos ni las piernas. Estuve unos días que me tenían que traer y llevar a la faena pues no me atrevía ni a acercarme al coche. Hay a quienes nos afecta mucho el tema. Un fuerte abrazo.
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