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Cuando el precio de los Bonos sube, su rentabilidad disminuye; un comportamiento inverso entre el precio y la rentabilidad de los Bonos debido a que el tipo de interés (o cupón) que estos títulos de deuda ofrecen es fijo, mientras que su precio varía según la demanda. Si un Bono con valor nominal de 1.000 euros ofrece un cupón del 5%, equivale a 50 euros anuales de rentabilidad para el tenedor del Bono. Pero si luego el precio del Bono cae a 750 euros porque pierde atractivo entre los inversores que prefieren destinar su dinero hacia otras inversiones, quien adquiera ese Bono obtendrá mayor rentabilidad, dado que seguirá cobrando anualmente los 50 euros, pero habrá tenido que desembolsar menos dinero (por debajo del valor nominal de 1.000 euros) para cobrar el mismo cupón. 

Por lo tanto, cuando la demanda de Bonos se incrementa, el precio de éstos sube (como cualquier otro activo altamente demandado) y su rentabilidad disminuye dado que ahora son más caros.


Motivos que provocan subidas o bajadas en el precio de los Bonos gubernamentales 


En términos generales, cuando existe temor entre aquellas personas que invierten en renta variable (acciones), éstas suelen vender sus títulos y refugiar sus capitales en activos más seguros, como son los Bonos gubernamentales; y es ahí cuando el precio de los Bonos se incrementa debido a su elevada demanda. Por el contrario, en épocas de bonanza económica y aumento de los beneficios empresariales, el precio de los Bonos se reduce debido a las ventas masivas de estos títulos por parte de unos inversores dispuestos a asumir mayor riesgo e invertir en renta variable, y apostar por la inversión empresarial con mayores perspectivas de rentabilidad.

Una vez comprendida la dinámica de los Bonos gubernamentales, pasamos a analizar el siguiente gráfico que refleja la evolución de la rentabilidad del Bono a 10 años del Tesoro de Estados Unidos (T-Bond).



Durante el pasado año 2024 la rentabilidad (o rendimiento) del T-Bond estuvo experimentando sucesivas subidas, debido a las buenas expectativas sobre la economía americana; motivo por el cual los inversores vendían Bonos y compraban acciones en la Bolsa, lo que reducía el precio del T-Bond y por lo tanto se incrementaba su rentabilidad.

Tras el cambio de Gobierno en Estados Unidos el precio del Bono del Tesoro americano comenzó a subir, debido a la incertidumbre empresarial sobre las políticas económicas adoptadas por el nuevo Gobierno; lo que generó una caída en el rendimiento del Bono a 10 años.

Pero dos días después de que Donald Trump anunciara la imposición de aranceles a las importaciones, la caída del precio del Bono y su consiguiente incremento de rentabilidad fue espectacular. ¿Cómo interpretar esa caída tan abrupta en el precio del Bono en un momento de plena incertidumbre, teniendo en cuenta que éste actúa como “refugio” para las inversiones? Porque esos días no solo cayó el precio del Bono, sino también las cotizaciones de la renta variable… ¡Y hasta el precio del dólar! ¿A dónde se fue entonces el dinero? ¿Será que los inversores ya ni en el Bono americano confían? ¿Existe total desconfianza en la primera economía del mundo?


El contraataque 


Es cierto que a raíz de las caídas en los mercados bursátiles, probablemente se estén dando cuenta de que no son “invencibles”, y por ello la Administración estadounidense estableció una pausa en la imposición de aranceles por 90 días (manteniendo solo los mínimos del 10%); noticia que fue muy bienvenida por unos mercados financieros desgastados de tanta incertidumbre, lo que hizo subir las cotizaciones de la renta variable. Pero no podemos olvidar, que el precio del Bono americano venía cayendo desde unos días antes de que se anunciara la pausa arancelaria, hecho que encendió las alarmas de la Casa Blanca.

No todas las importaciones de Estados Unidos inicialmente gravadas se beneficiaron de esa pausa arancelaria, dado que aquellas importaciones que provienen de China ya están sufriendo los gravámenes, que incluso se vieron incrementados por la Administración Trump ante la respuesta simétrica aplicada por el gigante asiático.

Tras esa espiral alcanzada en la guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China, se rumorea que China podría haber sido la causante de ese desplome del precio del Bono americano al vender masivamente el pasado Lunes 7 de Abril, parte de su cartera de Bonos por más de 50.000 millones de dólares. “La venganza es un plato que se sirve frío” dice el refrán. A Enero de 2025 el país asiático acumulaba Bonos del Tesoro americano por un valor aproximado de 744.200 millones, lo que le convierte en el segundo mayor tenedor de Bonos del Tesoro americano después de Japón.

Rumores o verdades, lo cierto es que China y Japón son los mayores “acreedores” de Estados Unidos, y una venta masiva de sus títulos de deuda podría generar una caída de los precios en picado; aunque también sería perjudicial para estas economías asiáticas. Es por ello, que otros analistas creen que las caídas de los precios del Bono americano no se generaron por la venta masiva de China, sino por el desapalancamiento de Fondos de Inversión que se están deshaciendo de sus posiciones en renta fija americana. En cualquier caso, la pérdida de confianza en el Bono americano es latente. 


Apostando por la economía europea 


A pesar de la incertidumbre y la volatilidad de los mercados que se ha ido acentuando a lo largo de estas últimas semanas, opino que el mayor daño que esta situación genera es para la misma economía americana, que ya ha dejado de ser un socio fiable no solo para la Unión Europea sino también para otros países que mantenían fuertes vínculos comerciales con Estados Unidos. Desde el último cambio de Gobierno, Estados Unidos parece irreconocible. No solo boicotea el libre comercio, sino que acerca posturas con el Kremlin, se distancia de los tratados de reducción de emisiones contaminantes, abandona a su suerte la defensa de los países de la OTAN, y hasta intenta conquistar nuevos territorios por medio de la fuerza mediante una vuelta al colonialismo.

Con excepción de estas últimas semanas, desde principios de 2025 Europa viene ofreciendo mejores perspectivas y mayor previsibilidad para los inversores, y así quedó demostrado en las subidas experimentadas por el Euro Stoxx 50 y varios de los índices bursátiles del Viejo Continente, como también en la revalorización de la moneda única frente al dólar.

Y ante la imprevisibilidad de los Estados Unidos, Europa emerge como una alternativa de mayor fiabilidad y potencial económico del que estoy seguro sabremos aprovechar, teniendo en cuenta que el mercado único europeo está compuesto por más de 450 millones de consumidores, con una industria propia de defensa por desarrollar dadas las nuevas circunstancias, la transición hacia unas energías menos contaminantes, la digitalización, y los acuerdos con nuevos socios comerciales que busca en sustitución del mercado americano.

Es por los motivos anteriormente mencionados, que en esta ocasión decidí buscar un Fondo de Inversión de renta fija europea y con altos rendimientos. 


Quaestio European High Yield Bond 


El Fondo Quaestio European High Yield Bond invierte en el mercado europeo de High Yield a través de una cartera discrecional y de alta convicción, compuesta por un número de entre 60 y 80 emisores. Ese número puede aumentar o disminuir en función del contexto macroeconómico y de las perspectivas del mercado. La cartera adopta un estilo principalmente de calidad, favoreciendo la exposición en empresas que operan en sectores con una alta estabilidad de ingresos y márgenes y, en la medida de lo posible, con un apalancamiento financiero moderado.

Con cinco estrellas Morningstar, este Fondo se centrará en el mercado de bonos de alto rendimiento europeos, sin restricciones de seguimiento ante su índice de referencia.

El Fondo presenta una volatilidad del 7,04% y una beta de 0,94 frente al Morningstar EZN HY Bd GR EUR, con un nivel de riesgo 3 dentro de la escala del 1 al 7, donde 7 es el nivel de mayor riesgo.



Como se puede observar, el Fondo presenta estabilidad y un bajo nivel de riesgo. Veamos ahora cuáles han sido sus rentabilidades.

Para comparar su rendimiento, el Fondo aplica como índice de referencia al ICE BofA Merrill Lynch Euro High Yield (EUR Hedged), y la evolución tanto del Fondo como de su índice de referencia se pueden observar en el siguiente gráfico:




Rentabilidades nada despreciables para un Fondo de esta categoría.

El Fondo se constituyó en Octubre de 2020, y sus datos de identificación y condiciones te detallo en el siguiente cuadro:



La gestión del Fondo estará a cargo de Quaestio Capital SGR, cuyos gestores son los que te presento a continuación:



Los sectores que componen la cartera del Fondo en comparación con el Benchmark, se observan en la siguiente gráfica:



No obstante, si quieres ampliar información sobre este Fondo, puedes hacerlo a través del siguiente enlace: https://www.quaestiocapital.com/en/ucits-funds/quaestio-solutions-funds-European-High-Yield-Bond

Y con tanto fuego cruzado entre las economías, lo más sensato quizás no sea elegir el bando sino la composición de nuestra cartera; y como escudo de protección, un buen High Yield europeo como el que acabamos de analizar puede ser una buena opción… ¡Y a ver qué nos depara la próxima semana! Porque estas maniobras geoeconómicas no han hecho más que empezar.
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