Hasta el más atolondrado discípulo de Nostradamus habría sido capaz de anticipar el mensaje que los máximos responsables de la FED y del ECB lanzarían en sus comparecencias públicas de esta semana. Así que vestí mi mejor túnica para, horas antes de la rueda de prensa de Powell, tuitear que el mandatario norteamericano no se apartaría del consabido “iremos tomando decisiones en función de los datos”.
Powell es consciente que, salvo accidente o catástrofe, no puede, ni debe de llevar los tipos de interés mucho más arriba. Tras quinientos cincuenta puntos básicos endosados al mercado en menos de un año y medio, es absolutamente milagroso que la economía estadounidense no se haya venido abajo. Yo aun no cantaría victoria pues aun quedan varios metros de cornisa por recorrer, siendo los más peligrosos aquellos por los que hay que transitar cuando todo parece ir bien; on va voire. Por otro lado, si tenemos en cuenta que la inflación subyacente se sitúa en el 4,8%, el mandatario norteamericano puede afirmar que Estados Unidos tiene unos tipos restrictivos. “Tipos restrictivos”, como uno de los conceptos a repasar por aquellos que se sumaron al mercado hace menos de una década. Y, sin embargo, a ello solíamos referirnos como “normalidad”. Como decía, la última y más reciente subida de 0,25% ha proporcionado a este diferencial un colchón de 70 puntos básicos que, en caso de necesidad, puede incrementarse hasta finales de año. Este colchón permitiría que, en tanto las condiciones siguieran mejorando, la FED podría afrontar un 2024 con una serie de rebajas en los tipos nominales pero manteniendo siempre su carácter restrictivo y entonces, ¿la gran pregunta sería en qué nivel se anclarían estos tipos?.
U.S., Tipos de interés
En el interín, me conformo con aguardar el paso de la época estival y monitorizar la llegada del último trimestre del año. Soy de los pocos que no descartan unos tipos de interés por encima del 6% -o, en su defecto, un incremento en la retirada de liquidez vía QT-, si se reúnen algunas de las variables que en otros artículos he apuntado y que, en términos generales pasarían por un repunte de la inflación vía efecto base adverso, incrementos en los costes de energía y/o materias primas, o derivado de un significativo incremento del PIB, punto que parece confirmarse al publicarse un incremento durante el segundo trimestre del 2,4%. Así las cosas, si aún no tiene usted ningún plan para este verano y les gusta el montañismo, le recomendaría la preciosa zona del Grand Teton National Park, al noroeste de Wyoming. Eso sí, no pierda el tiempo acercándose a Jackson Hole pues, en la próxima edición de agosto, no tendrá mayor interés que el consabido hit del “iremos tomando decisiones en función de los datos”. Y, no es que no sepan hacia dónde dirigirse sino que, por una vez en su vida dependen de si los datos siguen mejorando o empeorando.
En Europa siento que nuestra querida Christine, nos engaña, aunque solo de vez en cuando. Bueno, todos nos engañan y, al mismo tiempo, nos dejamos engañar. El caso es que, a fuerza de comparecencias, a Lagarde se le ve la trampa, el engaño, el embeleco, la artimaña, la argucia o el equívoco. Fue, el de ayer, el noveno aumento consecutivo de tipos para llevarlos hasta el 4,25%. El problema de la mandataria francesa es que, en lugar de reconocer que sigue el camino trazado por la FED y que ello tiene toda su lógica ante la evidencia de que substancialmente la economía europea replica a la norteamericana con varios meses de decalaje, la parisina se empeña en elaborar un discurso propio, reivindicando decisiones autónomas, libres e independientes. Como si las tomaran en el ECB en ausencia de todo lo demás. Y ello, evidentemente, pone al descubierto algunas contradicciones.
Eurozona, Tipos de interés
Es momento para recordar que en la anterior reunión nos aseguró que aún restaba camino hasta el nivel que quería obtener pues la vuelta al objetivo del 2% de inflación estaba y sigue estando lejana. El mensaje era perfecto, indiscutible, claro, rotundo y en ningún caso podía inducir a error. Y resulta que, sin que haya sucedido ningún evento destacable, ni ningún dato haya resultado especialmente notorio, solo cuarenta y dos días después resulta que, tras añadir veinticinco puntos básicos, para un total del 4,25% frente a una inflación subyacente que triplica ese dichoso objetivo, se nos deja caer la posibilidad de iniciar un periodo de pausa porque, asómbrense, “en este momento yo no diría que tenemos más terreno que cubrir”. Es como, en plena carrera de fondo, alguien te asegura que falta aún mucho y cien metros después te confiesa que igual ya estás llegando; un sinsentido. Y la situación europea, en realidad, no está en la misma etapa que la norteamericana así que ¿Pausa?, ¿Pausa de qué?, ¿Pausa para qué?. No se referirá usted al tipo de pausa que a uno le obligan mientras Alemania no salga de la recesión técnica con la facilidad que pronostican todos los expertos, ¿verdad?. Bueno, vamos a llevarnos bien porque si no van a haber ondonadas de ostias aquí”, como diría aquella mítica escena de Airbag.
Es momento para recordar que en la anterior reunión nos aseguró que aún restaba camino hasta el nivel que quería obtener pues la vuelta al objetivo del 2% de inflación estaba y sigue estando lejana. El mensaje era perfecto, indiscutible, claro, rotundo y en ningún caso podía inducir a error. Y resulta que, sin que haya sucedido ningún evento destacable, ni ningún dato haya resultado especialmente notorio, solo cuarenta y dos días después resulta que, tras añadir veinticinco puntos básicos, para un total del 4,25% frente a una inflación subyacente que triplica ese dichoso objetivo, se nos deja caer la posibilidad de iniciar un periodo de pausa porque, asómbrense, “en este momento yo no diría que tenemos más terreno que cubrir”. Es como, en plena carrera de fondo, alguien te asegura que falta aún mucho y cien metros después te confiesa que igual ya estás llegando; un sinsentido. Y la situación europea, en realidad, no está en la misma etapa que la norteamericana así que ¿Pausa?, ¿Pausa de qué?, ¿Pausa para qué?. No se referirá usted al tipo de pausa que a uno le obligan mientras Alemania no salga de la recesión técnica con la facilidad que pronostican todos los expertos, ¿verdad?. Bueno, vamos a llevarnos bien porque si no van a haber ondonadas de ostias aquí”, como diría aquella mítica escena de Airbag.
Está claro que la eurozona no puede elevar sus tipos de interés a niveles tan elevados como en Estados Unidos. También es evidente que el ECB estaría encantado de realizar una pausa y, sin embargo, deberán de subir algo más los tipos antes de que finalice el año. Y que, más allá, seguirán a rebufo de la FED.
Me gustaría finalizar el artículo de hoy agradeciendo a todos y a cada uno de ustedes la acogida de este blog y el tiempo que se han tomado en leer mis comentarios sobre los mercados financieros,. También a quienes se han subscrito y también a quienes han realizado comentarios ya fuera a favor o en contra de mis tesis. Exceptuando una única semana en la que me fue imposible publicar debido a una grave circunstancia de un familiar, felizmente superada, he tenido el placer de estar con Rankia desde que iniciara su camino este blog. Aprovechando la llegada de agosto y, dado que por primera vez desde 2018 voy a tomarme unas semanas de vacaciones, no volveré a publicar hasta inicios de septiembre, salvo que sucediera algo realmente interesante. Así que un saludo, para quienes puedan tomarse aunque solo sean unos días de descanso pero, especialmente, para los que se quedan al pie del cañón.