Hoy he querido comprobar de primera mano la oferta de la competencia, y no, no me he ido a otra compañía a ver que tienen. He entrado en un banco, en concreto en La Caixa. Quería “examinar” a mi competidor más feroz. Y bueno, quizás sea un poco “tiquismiquis” porque soy profesional del sector. Pero la impresión que me he llevado, no ha sido en absoluto buena.
Primero he pasado por tres sucursales, para encontrar una en la que las colas no fueran excesivas. Claro que en ninguna de ellas veía en que “departamento” estaba el “especialista” en la materia de seguros.
Me he sentado delante de la chica, que supongo que tendría un mal día, puesto que no mostraba excesivo entusiasmo cuando hemos empezado a hablar de los seguros.
Hemos hablado de la oferta que tienen ahora, en la cual te remuneran en base a los seguros que tienes, la tabla es la siguiente
1 seguro Abonan 25€ y 50€ Si eres cliente del programa MultiEstrella
2 Seguros Abonan 50€ y 100€ Si eres cliente del programa MultiEstrella
3 Seguros Abonan 125€ y 250€ Si eres cliente del programa MultiEstrella
4 Seguros Abonan 250€ y 500€ Si eres cliente del programa MultiEstrella
Hemos empezado tarificando un seguro de hogar, que previamente he sacado presupuesto yo en mi compañía, OJO, SIN NINGUN TIPO DE DESCUENTO
En La Caixa me salía el seguro de hogar por unos 250€, en la tarificación que hice previamente 150€, la cuenta de la vieja es sencilla, pago 100€ más, pero me llevo en el mejor de los casos 50€ en efectivo, vamos que son 50€ más caros con el regalo.
Después de darme el precio le he empezado a hacer una serie de preguntas sobre las coberturas, casos en los cuales cubrirían y no cubrirían. La chica la verdad que con toda la paciencia del mundo contestaba como podía. Hasta que ha llegado un momento en el cual me ha dicho que ella no era especialista en este tema, que ella solo vendía.
Todas estas preguntas no eran por causalidad, si no que hace unos meses, un supuesto “asesor” de seguros de La Caixa, le dijo a un familiar mío, que su seguro de hogar era un TODO RIESGO, en pocas palabras, que si el mueble se hace viejo, que ellos lo cambian. Cosa que después me corroboraron que no era cierto. Lástima, pues me hice ilusiones, yo también quería ese seguro. Pero volvamos al tema que nos ocupa.
Hubo una pregunta clave, “¿Si tengo un siniestro, vengo aquí a hablar contigo, no?” La respuesta ha sido MUY grafica “No, no que va, llamas a la parte de seguros, nosotros solo comercializamos”. A cuadros me he quedado, tienen a cierto personal para vender, achuchando todo lo que pueden, pero eso sí, solo vender, aunque no tengáis NI IDEA DE LO QUE VENDEIS.
Tengo la suerte de conocer a ciertas personas que trabajan en el sector bancario, desde cajeros, a directores. Todos coinciden, “solo vendo porque me presionan para que lo haga, pero una vez vendido no quiero saber nada de seguros” Si señor, de verdad que a esto no hay que añadirle nada.
En una ocasión, con un banco tuve un pequeño problema, puesto que una clienta mía firmó una hipoteca con este banco (No es La Caixa). Me pedían que extornase la prima del seguro del hogar para hacerlo ellos. Cosa a la que me negué en rotundo, porque veía venir el problema, yo anulo, ellos hacen en mi compañía y yo me como el marrón. Como que no.
A los dos meses de hacer la hipoteca y aceptar ellos que el seguro de hogar iba a ser que no. Me llama mi clienta pidiéndome que de que le vienen 175€ de seguro de hogar, puesto que ella paga 90€ y que ella los pagó ya hace tres meses.
Resulta que después de investigar un poco, ese seguro se lo había, literalmente hablando, “Clavado” el banco, puesto que no tenían su copia con la garantía hipotecaria.
Intenté razonar con ellos, si necesitan garantía hipotecaria, ya que me conocen, que me la pidan y se la mando, pero les decía que no podías contratar sin autorización el seguro a una persona. Pero no lo veían así, puesto que ellos son el banco y son quienes deciden (Textualmente) A cuadros me quedé, sobre todo al comentario “y que no se ponga nerviosa, que si denuncia aun lo alargaremos todo hasta la eternidad” como dice el padre de un amigo “Para mear y no echar ni gota”
En definitiva, es el mercado que tenemos, pero ¿Es el mercado que nos merecemos?
Ya sabéis, ahora a contratar el seguro con el banco, y mañana a que el panadero os cambie la rueda del coche.
Como siempre un placer escribiros, pero un placer aun mayor que me leáis.