Quería comenzar el año con buenas noticias, y el cambio climático está lleno de ellas, pero solo las vais a leer aquí.
¿Está la energía de fusión a la vuelta de la esquina? Va a ser que no.
El límite de precio al petróleo ruso es una medida estúpida por ineficaz y peligrosa. Lo que consigue es aumentar la inseguridad energética europea y mundial.
Tras un octubre inusualmente cálido que probablemente resulte en un otoño de los más cálidos se disparan las alarmas por la entrada del invierno en la primera semana de diciembre.
El exceso de mortalidad está disparado en España, con 100 muertes al día de personas de todas las edades, incluso niños. Los "expertos" desconocen la causa y el gobierno ignora el problema.
Hay signos claros de la llegada de una gran crisis económica global. Si es así, la tan traída recuperación se pospone sine die.
La llegada del decrecimiento energético y los recientes acontecimientos negativos extraordinarios anticipan un rápido cambio de situación que puede causar un largo Invierno del Descontento.
Finalmente se ha publicado mi libro académico sobre el cambio climático, que puede descargarse desde mi blog. En este artículo trato de explicar el cambio climático que ha tenido lugar en el último siglo y que tan "alarmados" tiene a políticos y científicos.
El crecimiento económico acumulado y el consumo de energía mantienen una relación constante a lo largo del tiempo. Ello tiene importantes repercusiones que no podemos ignorar.
Cualquier situación es susceptible de empeorar. La energía se ha convertido en el factor fundamental de nuestro bienestar y no se deben tomar decisiones erróneas.
La mala gestión de la pandemia, la suicida política climática y energética, y el fracaso en superar la guerra fría, aceleran el declive de Europa.
La gestión del riesgo es necesaria en todos los aspectos de la vida, y eso incluye la salud personal. La irrupción de la pandemia disparó nuestro riesgo sanitario y el riesgo continúa siendo alto para muchos. Confiar en el gobierno o la Organización Mundial de la Salud puede no ser buena idea.
Llega la hora de ocuparnos de las consecuencias del punto de inflexión que estamos pasando. Muchas cosas van a cambiar pero la principal es que nuestro crecimiento era insostenible y ya no se sostiene. El mundo que conocíamos ha dejado de existir y nos aventuramos en terreno desconocido.
Uno de los factores que ha determinado que la segunda ola tenga una mortalidad y morbilidad mucho menor que la primera ha sido que mucha gente se está infectando con unas dosis virales mucho más bajas. Conocer la vía de infección y el efecto dosis viral es importante para afrontar los meses fríos.
La publicación de un artículo que afirma que detener por completo las emisiones no detendrá el calentamiento global ha desatado una fuerte reacción por parte de los creyentes en la crisis climática, forzando una rectificación de la revista. El problema es otro.