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Actualmente estamos ante una situación en la que según como se mire el problema es distinto. Tenemos por un lado a todo el que participa de alguna forma en los mercados financieros, a los que todo “sacrificio” (siempre que tenga algún beneficio para generar negocios en algún mercado), les parece poco. Por supuesto, la resistencia de gobiernos, reguladores,  trabajadores, ciudadanos y empresas que se dediquen a crear valor, (en el sentido de cubrir necesidades), por nimia que parezca les parecerá desproporcionada.

Pero por otro lado tenemos a todo el que de alguna forma trata de resistir, (esos que oponen la nimia resistencia), que tarde o temprano llegarán a la conclusión de que hay que dominar a los mercados y esto no se hace dando todo lo que pidan. Al final, cada vez más claramente nos encontramos en esta lucha en la que realmente se está jugando quien domina a quién.

Creo que actualmente no hay mucha duda de quién está ganando. Esto es especialmente importante, porque por lo menos tendremos que tener en cuenta la circunstancia de un control absoluto de unos mercados demenciales y por otro lado la situación actual. Se puede y se debe discutir si esta relación es casual o causal, pero sin embargo, lo que no parece entender casi nadie es que cuando uno de los agentes (cualquiera) de la economía domina el sistema el desastre está siempre servido. Podemos discutir también si esto es casual, pero van a ser demasiadas casualidades para no ser causal.

Lo curioso es que lejos de plantearse propuestas para tratar de frenar el poder de los mercados, nos encontramos con propuestas que van en el otro sentido y ya sin la mínima mesura. En este sentido, nos encontramos con la propuesta de Shiller, (el del índice de la vivienda) que en su calidad de economista de Yale, propone que los países deberían emitir acciones como una empresa más. La idea puede ser muy sugerente ya que sólo la idea de que los países se comporten como empresas provoca orgasmos. Lo realmente grave es que esta idea es un desastre sin paliativos, (por mucho que nos lo diga un famoso economista).

Por un lado estamos en una eterna cuestión. Un estado no es una empresa, y por tanto no debe comportarse como una empresa o como una familia. Es así de simple. El problema de los estados a lo largo de todos estos años no es que no se hayan comportado como empresas; el problema de los gobiernos, es que no se han comportado como gobiernos, y como no son empresas, al final estamos en un engendro imposible  en el que no existe el más mínimo control para los participantes en los mercados que parece que están en el far west. Y no se entienda esto como que el estado debe hacerlo todo, o debe hacer menos. Existiendo discusiones sobre el papel del estado, el tamaño o hasta donde debe intervenir, lo que nadie debería olvidar es que el estado es un ente que ha de velar por un determinado sistema, (el que quieran sus ciudadanos) y nunca una empresa, en la que en teoría mandan sus accionistas, y en las que en la práctica en una rara perversión del sistema capitalista ahora mandan una serie de gestores del dinero de los demás, (contribuyentes inclusive).

Por lo tanto desde la pura base de cualquier construcción de un sistema económico, el hecho de que un estado tenga accionistas, (los cuales queramos o no tendrán su poder), es una perversión digna de estudio. (lo dicho, por muy economista de Yale que sea).

La propuesta que hace Shiller es emitir acciones que se pagarían en función del PIB. (pagar una parte del PIB), del que se detraerían los pagos de intereses de la deuda, ya que según este economista las empresas cuando pagan dividendos lo hacen después de pagar los intereses de su deuda. Lo curioso es que yo tenía entendido que las empresas pagan los dividendos después de pagar los intereses, (en esto estoy de acuerdo), pero también el resto de los gastos, ya que en definitiva, en mi opinión, (y siempre desde el punto de vista de la teoría), las empresas pagan en concepto de dividendos una parte de sus beneficios. (Que son ingresos menos gastos, entre los que están los pagos de intereses).

Este matiz es importante, ya que el PIB es lo que generan los habitantes de un país, pero no es lo que es capaz de recaudar el concepto este que llamamos estado, salvo que nos encontremos en un sistema comunista puro). Por lo tanto, tenemos la primera cuestión. El estado no es quien genera el PIB de tal forma que estaríamos ante una situación en la que por ejemplo Santander tuviese que pagar dividendos en función de los beneficios de la totalidad de las empresas del IBEX. Desde luego lo de dejar fuera los intereses de deudas, ya nos dice que realmente no se trataría de evitar nada, sino de sumar algo.

En este caso además tendríamos un problema teórico adicional. ¿Qué es el PIB?. Por lo menos en la teoría el PIB tiene una gran diferencia con los beneficios de una empresa. En este sentido, los beneficios de una empresa se supone que son Reales y contabilizados. Y digo se supone porque entre otras cosas, por el hecho de que los estados no se estén comportando como estados, es público y notorio que “los balances esconden…” lo cual significa que los beneficios no son del todo reales. Sin embargo en el caso del PIB directamente estamos ante una variable que es el resultado de una serie de estimaciones econométricas. (De ahí las revisiones, que no son más que ir introduciendo valores que se van conociendo). La diferencia entre las palabras contabilizar y estimar es evidente, aunque estemos en un entorno que ni las previsiones ni las contabilizaciones tengan demasiado parecido con la realidad.

En todo caso, el economista nos cuenta las ventajas para situaciones como la que se ha dado en Grecia, en una curiosa explicación:

Un caso práctico: ¿qué efecto podría haber tenido esta fórmula en Grecia durante la recesión? El PIB de Grecia cayó un 7,4% en 2010. Si estas acciones se hubieran apalancado sustancialmente, el dividendo pagado hubiera caído un 40%. Esto habría ayudado a mitigar el impacto de la crisis y hubiera sido mucho más fácil de soportar para los contribuyentes helenos, sentencia Shiller.”

Lo curioso del caso es que parece que a las empresas les viene bien la bolsa porque en situaciones de crisis, pueden pagar menos, ¿sin mayor coste?. O quizás resulta que en caso de que Grecia hubiese emitido acciones, cuando se esperase una caída del 7% del PIB nos hubiésemos encontrado con una situación en la que las acciones de Grecia se hubiesen derrumbado, de tal forma que agravaría un efecto curioso que nos encontramos en todas las empresas cuyas acciones caen. Si quieren hacer ampliaciones de capital, al ser a un precio inferior conseguirían menos dinero y si quieren buscar financiación, (lo que viene a ser emitir deuda) tendríamos un problema curioso que es aquel que los acreedores no suelen fiarse demasiado de las empresas que están en picado. Por lo tanto, la realidad es que la situación no hubiese solucionado absolutamente nada, y de hecho hubiese reforzado la situación actual en la que determinados países se están financiando más barato y otros más caro por las distintas primas de riesgo.

Por tanto, la solución en definitiva, no supondría una ventaja en absoluto para mejorar las finanzas actuales, (habría que pagar intereses y además dividendos), tampoco solucionaría situaciones difíciles (nadie presta a una compañía que cae en picado) y además ofrece más posibilidades de intervenir y especular contra países cuando nos encontramos en problemas y montar burbujas cuando todo el mundo llega a la conclusión de que todo va bien, (sea o no cierto). A cambio nos encontraríamos con la supuesta ventaja de que los desempeños de los países se valorarían por unos mercados que tienen tal capacidad de valorar y analizar que se han olvidado que esta situación viene de que los mercados se volvieron locos en el pasado.

Tan desastre es, que es hasta posible que se haga y que por tanto, en cualquier momento seamos literalmente de alguien.

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  1. en respuesta a Yo mismo
    -
    #4
    04/03/12 17:28

    Muchas gracias! Vivimos instalados en el esperpento ... Más nos vale llevarlo con humor. Creo.

    Un afectuoso saludo

  2. en respuesta a Unukalhai
    -
    Top 100
    #3
    02/03/12 22:45

    me ha encantado el comentario. me encantaría que te prodigases más... saludos.

  3. #2
    02/03/12 12:47

    ¡Pues claro que sí, pero cómo no se nos habrá ocurrido antes! Así podríamos también despedir a los ciudadanos, que son un incordio y no valen para nada (despido procedente por falta de competitividad manifiesta, sobre todo los jubilados, niños y gente de esa catadura). Y además podríamos asimilar la Constitución a un convenio colectivo y desvincularnos de él... ¡porque estamos en crisis y en pérdidas! ¿Cómo no se nos habrá ocurrido antes? ¡Parece mentira! ¡Cráneo privilegiado este Shiller, mente preclara! ¡Jo! Y podríamos deslocalizar, por ejemplo, a Andalucia o Extremadura ( a todas aquellas sinvergüenzas que no cumplan con el déficit) a algún barrio de Pekín y que las administre allí Foxcom o como se llame la fábrica de la manzanita esa. ¡Si es que tenemos problemas porque nos da la gana! A ver, ¿porqué Cataluña tiene que estar exactamente ahí y ocupar tanto espacio. Podría hacer exactamente lo mismo siendo la mitad de pequeña y estando en África. El Sáhara, por ejemplo, es inmenso y se va a revalorizar muchisimo, tiempo al tiempo.
    Y subcontrataremos la administración del estado a alguna empresa de Hong Kong que seguro que lo hace más barato y en perfecto inglés. Rajoy estás en el paro. Por no hablar de defensa, subcontratada a los USA pero ya. No es conpetitivo un ejército tan pequeñito y caro,es un lujo absurdo, no es rentable ni racional habiendo otros por ahí mucho más grandes y eficaces que seguro lo harían mucho mejor por el mismo precio. Y sanidad y educación hay que venderlas ya, podríamos fusionarlas y crear un nuevo "producto financiero" algo así como Saducación o Edunidad y venderlas como cdss o preferentes o lo que sea al comprador de Aena por ejemplo.
    Por no hablar del Banco de españa, ¡será por bancos! su labor será desmpeñada por Bankia con efectos retroactivos. Señor Banco de España, disuelvase!
    ¡Ostras! y para hacienda crearemos el equivalente al deficit de la tarifa eléctrica, el "Déficit de Renta", esto es, si un ciudadano se queda en el paro, es despedido o no gana una media, digamos de 35000 euros al año, pues es evidente que es culpa suya, negligencia, ineficacia y falta de competitividad, y deberá pagar los impuestos correspondientes a esos 35000 euros que "debería" haber ganado. Este Déficit será acumulativo y a su vez estará gravado con algún impuesto que ya nos inventaremos y ...

    ¡Que horizonte más interesante! ¡Un Crack el Shiller este! ¡La oreja, que le den la oreja! ¡Olé!


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