Esta semana ha sido de infarto en los mercados financieros, y sobre todo para el caso de España. Pero lo más importante es que analizando un poco la evolución de los acontecimientos, nos encontramos con unas cuantas (no todas) razones que explican cómo estamos.
El fin de semana pasada el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi nos contaba que el Banco Central Europeo no estaba para apoyar a países en problemas. Sin embargo el miércoles siguiente el mismo personaje, nos contaba que las primas de riesgo suponían una disfuncionalidad en los mecanismos de transmisión de la política monetaria, de tal forma que si eran un problema del BCE para acabar asegurando que hará todo lo posible por salvar el euro, (este que según el mismo personaje no estaba en peligro). El remate final lo acaba con la exhortación a que creamos sus palabras cuando dice que será suficiente. Lo que no tengo claro yo es que es lo que debemos hacer: ¿creer a una persona que dice el fin de semana que no hará determinadas cosas, y dejar caer la sensación el jueves de que si las hará?. De hecho, y ya puestos a preguntar, ¿Qué palabras exactamente debemos creer?. Lo peor es que resulta que los mercados financieros se lo han creído, (aunque evidentemente porque tenían muchas ganas de creérselo).
Para más inri, el viernes se conoce primero que el Banco Central Alemán, (el que en realidad parece el que importa), transmite que no está a favor de que el Banco Central Europeo compre deuda, tirando otra vez los mercados, hasta que se conoce por medio de otras declaraciones que Francia y Alemania discuten un plan sobre España que incluye el apoyo a la deuda.
En definitiva, la bolsa, la prima de riesgo, el valor del euro, y todo lo que se nos ocurra, ha pegado unos bandazos extremos según las declaraciones de uno u otros, o incluso según el sentido de las declaraciones. De hecho, las únicas novedades que nos hemos encontrado en esta semana respecto a la anterior es que el cacao montado es tal que directamente no hay forma de aclararse, y que en realidad no se ha tomado ni tan siquiera una decisión sobre nada. De hecho lo único que está claro es que ahora nos toca esperar a la siguiente cumbre definitiva, con el siguiente plan definitivo, que se está retrasando porque se entiende que no se acaban de poner de acuerdo en cual será el siguiente camelo.
Pues muy bien, pero el caso es que en medio de todo este caos, resulta que todo el mundo asiste impávido a una situación en la que no existe la posibilidad de hacer absolutamente nada. La política económica se divide en dos partes, la política monetaria y la política fiscal. Del conjunto de estas decisiones saldrá el terreno de juego en el que nos tendremos que mover todos los ciudadanos, y a día de hoy está claro que es difícil defender que en cualquiera de los dos aspectos podemos encontrar tan siquiera una esperanza de salida de la situación.
Un país jamás podrá superar ninguna situación adversa, ni tan siquiera situaciones favorables, sin una política monetaria adaptada a las circunstancias de este país. El hecho de que el Banco Central Europeo o el Banco Central que sea, vaya a su completa bola supone de facto que cualquier política económica va a ir encaminada al desastre. Es así de simple porque (y ya lamento tener que decir una obviedad), las políticas monetarias son parte de la política económica, (en estos tiempos la parte más importante) y esto define las situaciones. Cuando hablamos de primas de riesgo y demás estamos siempre hablando de países derrochadores y países no derrochadores, Cuando hablamos de esto, hablamos de que si los mercados valoran o no valoran determinadas actuaciones, y en el caso de España le estamos echando las culpas a las comunidades autónomas, (convenientemente porque desde luego no hace falta más que mirar los comentarios de cualquier noticia para encontrar a los formadores de opinión trabajando a destajo) . Sin embargo, lo que es un hecho es que los mercados y por consiguiente las primas de riesgo (que no deja de ser el resultado de la visión de estos), lo que valoran por encima de todo es: ¿En que sentido irá el Banco Central de turno?. En este sentido, desde el punto y hora en que el Banco Central Europeo toma todas las decisiones basadas en los intereses de determinados países, el resto de los países simplemente están desahuciados, porque desde el punto y hora en que no tienen las mismas circunstancias tendrán que seguir una política monetaria que les llevará al desastre.
Y a estas alturas del partido aún nadie se hace una pregunta clave: muy bien, tenemos una institución a la que no podemos decir nada, ni elegir, ni pedir cuentas ni absolutamente nada, y sin embargo tenemos que depender de lo que decida hacer o no hacer. Ya sé que esto es bueno porque así no depende de políticos, pero en realidad al final ¿de quien depende?, y sobre todo ¿será mejor o peor que los políticos?. Lo digo porque los resultados son los de esta semana de cachondeo padre.
Respecto al resto de políticas, está claro que otra vez las políticas fiscales vienen dictadas de la misma forma, normal ya que teniendo el control del dinero tienes el control de las decisiones. En este sentido, recordemos que las recomendaciones no son recomendaciones, y que desde luego nos encontramos con múltiples noticias de aquello de que Alemania está pensando en tal o cual cosa. De hecho haciendo un repaso de lo que es esta semana, nos encontramos con Luis de Guindos que se ha ido a Alemania a negociar el rescate, (no a Bruselas), y hemos llegado al absurdo de que Merkel ha llamado a los sindicatos españoles, que han ido en medio secreto y sin que sepa absolutamente nada de lo tratado. (aunque supongo que les habrán pedido responsabilidad y apuesto que estos han aceptado y por lo tanto supongo que no convocarán demasiado para que nos traguemos lo que nos impongan sin demasiado problema).
En todo este panorama, ya sólo me faltaba a Wall Street Journal calificando a Almunia de Gurú del momento, porque según parece ha tenido un papel fundamental en el asunto de la manipulación del libor y euribor, (supongo que tapándolo), y luchando contra el monopolio de google, logrando que realice alguna variación en los sistemas de resultados. En fin, pues anda que no tiene monopolios con los que luchar.
En todo caso, todo lo que está acaeciendo con Almunia, me deja un cierto temor, que no es otro que su vuelta a la política nacional de la que se fue perdiendo unas elecciones como socialista y puede volver de tecnócrata liberal a extremo.
Si nos damos cuenta, todo lo que podemos exportar ahora mismo desde la UE es un cachondeo de padre y muy señor mío, donde nos encontramos con que una serie de personas que no han sido elegidas en su vida para nada, cambian de opinión a una velocidad pasmosa, decidiendo sobre nuestras vidas con un desparpajo impresionante, mientras nos cuelan que son todos muy responsables, inteligentes y todo esto, para luego acabar como Gayoso, (el de NovaCaixaGalicia), diciendo en la comisión de investigación que su cargo era de representación y por tanto no tenía poder, (¿Por qué cobraba y cobra?. ¿tan guapo es?).
En fin, otra semana desastrosa, aunque el ibex al final haya subido y la prima haya bajado, (aunque a pesar de las reformas y gracias a la charlatenería, sin que se haya solucionado absolutamente nada).