Tras el terremoto de Japón, nos hemos encontrado de repente en medio de un problema nuclear que está mostrando las peores miserias de toda esta caterva de expertos económicos.
Cuando empezaron los problemas en la central, se dijo que eran problemas menores, que jamás se parecería la situación a la generada en Chernobyl, porque las plantas estaban acabadas, porque las barras de control eran de grafito y porque en Chernobyl no había sistema de contención para la radiación, mientras que los muros de contención de la central de Fukushima iban a aguantar.
El caso es que los muros de contención no aguantaron, o por lo menos no en todos los reactores. Una vez reconocido que los muros no aguantaron, lo que se ha contado es que los muros no estaban totalmente destruidos. Tengo que decir que no tengo ni idea de centrales nucleares, pero dado que al final se han llenado las piscinas donde está el material radiactivo desde helicópteros o desde camiones de bomberos situados en el exterior de la central, me da la impresión de que la radioactividad no tiene problemas para salir.
Los primeros días se liberó vapor radioactivo de forma controlada, para aliviar la presión en los recintos de contención; pero el jueves el hecho de que surgiese vapor era una buena medida porque significaba que el agua llegaba a la piscina.
Si los primeros días se nos decía que no iba a haber radioactividad, ahora el gran éxito es que algunos días la radioactividad se reduce; Por lo menos intuitivamente tengo la impresión de que la radioactividad en la zona es radioactividad que se va esparciendo, por lo que el hecho de que se vaya reduciendo significa que las emisiones son menores, pero el problema es que el hecho de que las emisiones sean menores, significan que el problema crece, (aunque a menor velocidad).
En esta situación, sin tener nada claro el tema, lo que empiezo a tener claro es que si en Chernobyl existió una explosión y luego hubo escapes radioactivos; en Fukushima nos hemos ahorrado la explosión, (aunque hay unos cuantos edificios que han estallado). Quizás haya sido distinta y quizás en Chernobyl la explosión costo unas cuantas vidas de los trabajadores de la central; pero ¿esta diferencia es relevante?.
Es más que evidente que no tengo ni idea de estos temas; y sin embargo me he dedicado a buscar información entre toda la información que se ha proporcionado. Y lo que no acabo de entender es que en los primeros días existía un curioso caos. Cada cual decía una cosa completamente distinta y no hay forma de aclararse. Ha sido especialmente curiosa la pugna entre los Franceses y los Japoneses, (de tal forma que se llegó a decir que desde Francia se estaban lanzando los mensajes que se estaban mandando porque son otra potencia nuclear y por tanto compiten; ¿Cómo va a competir una planta nuclear francesa con una japonesa?).
Sin embargo llegó un momento en el que un comisario de la UE, habló de apocalipsis y de consecuencias catastróficas, y en este momento lo que hizo fue tumbar las bolsas. A partir de este momento la información cambia de forma increíble y resulta que aunque la situación es sensiblemente peor. Ya que las radiaciones dejaron de ser una posibilidad remota a ser una realidad; pero sin embargo, se acabaron los mensajes negativos y a partir de ahí solo toco una campaña que nos ha llevado a que la situación es mejor, y que no va a ser un problema.
Incluso aunque se haya incrementado el nivel del accidente en la escala que estos tienen hasta llegar al 5 sobre 7; parece que todo el mundo dice que esto no es demasiado grave. Como en cualquier otro tema del mercado financiero, parece que las noticias buenas se exageran y las malas simplemente se ignoran.
Desde este momento, resulta que lo de Japón es un bache temporal, y por ejemplo leemos hoy sábado en el economista que esto es un bache en el segundo trimestre; (con declaraciones de unos cuantos “expertos”); mientras que en expansión se habla de “Sin alarmismos”; y ante las noticias de que ha aparecido yodo radioactivo en los alimentos y agua incluso en Tokio, sueltan sin más un artículo que se titula: ¿Por qué el yodo radioactivo de los alimentos NO es alarmante?.
Y es acojonante, que los mismos que sean capaces de atribuir la caída del pib de Inglaterra al mal tiempo, (hubo alguna tormenta), ahora resulta que consideran que uno de los mayores terremotos de la historia, con un tsunami y un desastre nuclear, que ha ocasionado una cantidad de fallecidos, victimas y desplazados que no para de crecer siete días después en la tercera economía mundial; en la que se han destrozado numerosas infraestructuras, con problemas de suministros de productos básicos y ya alimentos; es un problema menor.
Y respecto a lo del yodo radioactivo, como esto siga así, al final va a ser que nos lo van a recetar en la seguridad social. Ya me pueden explicar muy bien cómo es posible que no se pueda fumar en ningún lado y luego resulta que el yodo radioactivo no es para alarmarse.
Pero en medio de este bombardeo del “no pasa nada”, un artículo me ha llegado al alma y es uno que ha aparecido en “el economista”, escrito por Pedro Mielgo, expresidente de Red Eléctrica de España, que nos habla de “Hablemos de riesgos”.
Pues insta a olvidar los alarmismos y tranquilizar a la población; sin embargo el enfoque es cuando menos sorprendente. Lo primero es que ya no habla de “esto no es chernobyl”, sino que el argumento es “lo de chernobyl no fue para tanto”; de tal forma que si pretendía tranquilizar, por lo menos en mi ha conseguido el efecto contrario; el hecho de que no me intenten convencer de que esto no va a ser chernobyl y sí de que aquello no fue para tanto, sólo lo puedo entender de una forma.
Y lo más grave es que textualmente se despacha de esta forma:
“Para quienes tengan interés en los datos exactos, es muy recomendable la lectura del informe publicado en 2006, 20 años después del accidente, por la Organización Mundial de la Salud, y redactado por un grupo de expertos organizado por las Naciones Unidas (Health effects of the Chernobyl accident and Special Health care Programmes, WHO, 2006). En él, se da la cifra de muertos (216 entre los trabajadores expuestos a dosis agudas, verdaderos mártires, que sabían que iban a dar su vida por salvar las de otros).Nada de miles.
En cuanto a la población civil, a partir de un riguroso estudio epidemiológico, se da una previsión de incremento de incidencia de diversos tipos de cáncer, que es del 0,04 por ciento para la leucemia y del 0,5 por ciento para otros tipos de cáncer en la población próxima, y del 0,01 y 0,05 por ciento, respectivamente, para los residentes en otras zonas contaminadas. Esto, para el peor accidente nuclear de la historia. No es lo que se lee a diario.”
Buscando un poco de información me he encontrado con que los números y las victimas de chernobyl varían más que las cifras de manifestantes en cualquier convocatoria, según quien sea el que cuenta. Pero lo que no he llegado a ver jamás es el “negacionismo extremo” y tramposo que nos cuenta este señor.
En todo caso, la situación es la siguiente; cogiendo sus datos tenemos 216 muertes y el incremento del 0,04 % y 0,5% de otros tipos de cáncer entre la población. Y lamentablemente este señor se ha olvidado de decir que significa esto en números. Por entendernos, si se ve afectada una población de 1.000.000 de personas, lo que significaría 400 nuevas leucemias y 5.000 cáncer. Si Tokio se ve afectada estos números van a ser muy cortos y siempre usando sus estimaciones.
Pero si lo queremos ver de otra forma, ¿puede decirnos este señor porque estamos pasando por tantas medidas de seguridad en los aeropuertos?. A fin y a cuentas hubo menos de 3.000 muertos, lo que representa un importe ridículo entre los americanos.
¿Por qué hemos montado tal pollo con el atentado de Madrid?. Al final los muertos entre los más de 4.000.000 de habitantes de Madrid es un porcentaje ridículo. Por no hablar de Miguel Ángel Blanco que es uno entre 46.000.000, lo cual estadísticamente es algo así como las posibilidades de sacar una primitiva.
¿Cuándo nos empezamos a preocupar?. Lo digo porque lo del negacionismo nos puede llegar a niveles tales como negar el holocausto cometido por los nacis.
Por supuesto, si no fuese por este 0,5% de casos de cáncer que este señor nos dice, y que no le parecen grave, estaríamos ante una situación curiosa; Simplemente alguien tiene que ir a la cárcel, o bien el que defiende la existencia de una tragedia de Chernobyl o el que por unos intereses determinados defiende que Chernobyl no ocasionó los problemas que se mencionan.
Por mucho que quede claro que es un artículo de opinión, la gente ha de responder de lo que opina y escribe, en la medida en que le hacen caso.
Y al final, ¿Qué saco yo en limpio?, pues lo que saco es la idea que tenía de las nucleares, que no es otra que es una forma de energía que debemos tener muy en cuenta porque tiene innumerables ventajas, pero que a su vez tiene grandes riesgos, de tal forma que tenemos que tener mucho cuidado con el pequeño matiz de “en qué manos la dejamos”. A un nivel brutal, se trata de lo mismo que un coche; muy útil, pero hay que tener mucho cuidado si no queremos que se acabe convirtiendo en un drama.
La idea que tengo de las nucleares es que el mayor riesgo no es la energía nuclear en si; sino el que esté en manos de personas como este que escribe que lo de Chernobyl no es para tanto.