Existe normalmente una ecuación que oímos todos los días para tratar de explicar la salida a la crisis; se trata de recuperar el empleo para que la gente pueda cotizar y pagar I.R.P.F. y de esta forma dinamizar la economía. El plan es perfecto, si no fuese porque se olvidan un pequeño detalle.
El detalle es que es que en realidad el esquema es el siguiente: se trata de recuperar el empleo, para que los ciudadanos tengan un sueldo, que permita que paguen impuestos, lo cual generará la posibilidad de que compren los productos que vendan las empresas y a su vez paguen impuestos, de forma que se dinamice la economía.
La gran diferencia es el punto de los sueldos; que es el aspecto clave para la recuperación. Evidentemente el hecho de que exista trabajo es condición necesaria para la existencia de un sueldo que permita a los ciudadanos consumir y pagar impuestos. Pero es muy importante tener en cuenta esta perogrullada ante la tesitura de que se proponga que se cree trabajo a costa de no pagar sueldos o de que estos sean muy reducidos.
Es así de sencillo; no se trata de trabajar, sino que se trata de que las personas tengan unos ingresos dignos que permitan comprar los artículos que otros pretenden vender. Debemos en definitiva recordar que estamos ante un círculo y como en todas las ruedas, todo el círculo ha de estar perfectamente en condiciones, (de la misma forma que un pinchazo en cualquier parte de un neumático hace que este pierda toda su funcionalidad).
Soy perfectamente consciente de que sin trabajo no hay sueldos, pero esto no nos puede llevar a olvidar el sentido general de la situación, y por cierto no es incoherente con el hecho de que si no hay sueldo no hay trabajos. Es decir; para que las empresas contraten personas han de vender, y para vender han de tener clientes, lo cual implica que necesariamente han de disponer de una renta disponible suficiente para ser tal cosa.
En noviembre de 2009, trataba de hacer una propuesta, que coloqué en un post en el que demandaba que era hora de que todo el mundo dejase de pedir sus propias cartas a los reyes magos.
En este post trataba de explicar en muy pocas palabras la idea de la siguiente forma:
“Hace tiempo que he propuesto que debemos dejar de inyectar y rescatar a todo el que va cayendo, y en lugar de eso, debemos inyectar directamente el dinero en las empresas, en el importe que las empresas se comprometan a subir sus nominas en los próximos tres años.
Dicho de otra forma, el estado invierte el dinero salvando empresas, de tal forma que estas empresas devuelvan el dinero a sus trabajadores. Incrementando los sueldos. Es la forma de que las empresas tengan hoy liquidez para aguantar y clientes mañana.
Los trabajadores, tendrán que asumir el coste, (Coste que por otra parte asumirán de todas formas), pero mejoran sus salarios y los más apurados podrían refinanciar con perspectivas y sueldos mejores. Por supuesto, incrementa su confianza debido a que esperarían algo más que lo actual que no es otra cosa que bajadas de sueldos y subidas de impuestos para los optimistas, (y desempleo para los más pesimistas). Por supuesto, debe tenerse en cuenta que podrán asumir el coste si sus salarios suben. ¿Cómo vamos a pagar estos déficits con ingresos congelados en el mejor de los casos?.
Los bancos, podrían cobrar de unos y otros, a la vez que tendrían una economía que financiar.
Lo que está claro es que necesitamos soluciones globales, soluciones distintas y soluciones que solucionen el problema a todo el sistema económico. Sin embargo para ello, el estado debe dejar de asumir el papel de reyes magos. Debe dejar de hacer rescates a la carta a todo el que caiga. Debe gobernar, y tomarse las cartas a los reyes que desde todos lados le llegan como lo que son. Intentos de cada sector de salir beneficiados de esta. Y tiene que aprender a decir que no. A pedir esfuerzos a los bancos, a las empresas y a las personas. Pero a ofrecer un plan que de esperanzas a cada uno de estos.”
Sigo pensando que esta es la clave de la situación, y que no se podrá salir de esta crisis sin recuperar el poder adquisitivo de una clase media que está siendo atacada desde todos los frentes. No es que la crisis esté afectando a la clase media, sino que se están salvando a los bancos y a las empresas cotizadas con toda una serie de medidas que impactan directamente en la clase media de forma que cada vez la situación empeora en lugar de mejorar.
Lamentablemente, esta solución que en el 2009 era una solución de emergencia, ahora mismo no es posible, debido a que el país no puede permitirse esta opción; por esto ya en 2010, manifestaba que el primer paso para la salida de la situación era la salida del euro. A veces me dicen por ahí si prefiero salir del euro o quedarme, cuando la pregunta pertinente en realidad no es si queremos salir o no; la pregunta en realidad es si el euro puede sobrevivir o no. Es otro matiz importante que esconde otra pregunta incomoda que todo el mundo prefiere obviar. Debemos recordar que “querer” no es lo mismo que “poder”. Y por supuesto debemos recordar que mediante campañas de opinión, informes y demás se puede crear (por un tiempo), la necesidad o el deseo de mantener el euro. Sin embargo, no se alteran las posibilidades de mantener el euro, que en las condiciones actuales son nulas tanto si queremos como si no, e independientemente de las campañas que salgan.
Por supuesto, hay muchas cosas que cambiar, (¿Cómo resumir tantos post de críticas en uno?). Debemos introducir competencia, debemos recuperar el estado del bienestar, (que repitiré enésimas veces no ha sido un lujo sino la respuesta necesaria a una situación dramática tras una gran depresión y una guerra mundial). Debemos introducir los estabilizadores automáticos, debemos recuperar la justicia, debemos recuperar la democracia, debemos recuperar la responsabilidad de todos los que emiten informes, recuperar la progresividad fiscal, entender los mercados financieros como instrumentos y no fines en si mismos….
Pero antes y dada la situación en la que estamos, lo que se necesita es inmediatamente la salida del euro, recuperar la política monetaria e imprimir el dinero suficiente para tomar medidas que expandan la demanda y permitan mantener empresas con unas condiciones determinadas. Esto no será suficiente, pero es absolutamente necesario.
Pero sobre todo lo que debemos es cambiar el enfoque y tratar de entender que esto es un sistema y que como tal ha de funcionar; pensando en medidas en las que todo el mundo gane, en lugar de pensar todo el día en medidas que beneficien a algún grupo a costa de los demás.