Las empresas remuneran a sus accionistas básicamente por tres vías: el pago de dividendos, la recompra de acciones y la plusvalía que se produce si la empresa está bien gestionada. Gana dinero, el mercado lo reconoce y el valor sube.
Por su parte, los bonos lo que hacen es pagar a su propietario un interés fijo a cambio de haber prestado su dinero a una empresa o a un Estado.
Siendo esto así, llama la atención que se hable tanto de la inflación y no de las ventajas que tiene la renta variable, es decir, las acciones, frente a la renta fija en un entorno de este tipo.
Si tienes un activo que da un cupón fijo y la inflación, que es la pérdida de valor del dinero, se sitúa por encima de lo que da tu cupón, ese activo no te aporta nada. O incluso estás perdiendo dinero.
Pero si la economía está creciendo, y normalmente cuando hay inflación hay crecimiento —la estanflación es un caso raro históricamente hablando—, las empresas venden más. Si venden más aumentan sus ingresos y sus beneficios y por lo tanto aumenta la remuneración al accionista. Así que la existencia de un dividendo creciente es la mejor garantía contra la pérdida de valor del dinero que representa la inflación y es mucho mejor que tener un cupón fijo.
Poniendo un ejemplo extremo: incluso si hay una inflación muy alta de, por ejemplo, un 5 % anual, pero tu dividendo crece un 10 % al año, estás ganando un 5 % neto. Eso con los bonos sería imposible, porque el cupón es fijo.
Evidentemente no todas las empresas aumentan el dividendo, porque no todas las empresas pueden o quieren hacerlo. Pero es bastante fácil detectar las empresas que mantendrán o aumentarán su dividendo. En eso los analistas no suelen equivocarse. Y no es tan difícil acertar si conoces bien la evolución de una empresa, su cuenta de resultados y su política de remuneración al accionista. Los analistas son malos predictores de la evolución del mercado, pero son buenos prediciendo la remuneración por dividendo.
Luego hay empresas que prefieren remunerar a sus accionistas mediante la recompra de acciones, porque tiene muchas ventajas fiscales para el accionista. Y luego hay compañías que hacen ambas cosas.
Lo importante es que cuando inviertes en acciones y las empresas pagan dividendos crecientes tienes un seguro contra la inflación. Y si lo haces a través de fondos de inversión vas acumulando ese pago de dividendos en los propios fondos, junto con las plusvalías que puedan generarse en los títulos, con lo cual puedes diferir el pago de impuestos.