Por algún motivo, en los mercados hay una clara tendencia hacia los maximalismos. Y a dar por verdades absolutas cuestiones que necesitan ser matizadas.
Ahora mismo se escucha por todos lados eso de que “las bolsas bajan si suben los tipos de interés”, referido en esta ocasión al mercado norteamericano, que es donde la Reserva Federal podría subir tipos en algún momento del año 2022.
Pero es una frase vacía, porque para ser válida lo primero que tendría que matizarse es cuánto van a subir los tipos de interés. Y lo segundo es a qué ritmo. Esas son las dos cuestiones importantes, no tanto el hecho de que suban los tipos de interés o no.
Gráfico n.º 1: Evolución del SP 500 ante subidas de tipos a distintas velocidades
Lo vemos en el gráfico n.º 1. En primer lugar, la historia muestra que la perspectiva de una subida de tipos no tiene por qué afectar negativamente a las bolsas y, de hecho, no suele hacerlo. Lo vemos en el primer cuadrante del gráfico.
Luego, cuando finalmente se produce la subida, sí que se suele producir una corrección (primera parte del segundo cuadrante), pero aquí entran de nuevo en juego los matices.
Siempre que las subidas se han producido lentamente, los resultados bursátiles de los dos años siguientes a la primera subida han sido positivos (línea negra, segundo y tercer cuadrante). Y han sido negativos en el primer año —que no en el segundo— cuando el ciclo de subidas se ha producido rápidamente.
Dicho de otra manera: si solo tuviéramos una subida de tipos, el efecto sería muy bajo o inexistente, sobre todo viniendo, como venimos, de tipos muy bajos. Si se produjeran varias subidas, sería algo negativo si se producen rápidamente (y solo en el primer año, tras la primera subida). La mala noticia es que cuando se produce la primera subida suele producirse una corrección. La buena es que siempre ha sido una oportunidad de compra.
¿Cómo se aplica esto a la situación actual? En principio y según la Fed —ver gráfico número dos—, sería un ciclo de subidas, no solo una. De acuerdo con la historia, tendríamos un mercado alcista hasta que se produjera la subida. A partir de ahí podríamos tener un periodo bajista de cierta duración (meses), aunque no demasiado profundo. Eso sí: con recuperación posterior.
Según la encuesta que realiza la Fed entre sus miembros (gráfico n.º 2), conocida como el “Dot Plot”, los tipos de interés acabarían 2022 cerca del 1 %. Y como la Fed realiza las subidas de forma gradual, estaríamos hablando de dos o tres subidas en 2022.
Gráfico n.º 2: Encuesta entre miembros de la Fed sobre futuras subidas de tipos
En nuestra opinión y con la información que tenemos actualmente, el resultado sería similar a la evolución que ha tenido la línea negra del estudio que vemos en el gráfico n.º 1, porque es cierto que esperamos que de producirse subidas de tipos, serían dos o a lo sumo tres en 2022, pero desde luego sería un proceso lento y gradual. Por lo tanto, ciclo de subidas, no una sola, pero lento. Además:
- Venimos de tipos bajísimos y la historia también nos muestra que ningún buen negocio descarrila porque en lugar del 0,25 % tenga que pagar un 0,75 % o un 1 % para financiarse. Las bolsas funcionan muy bien con tipos de interés del 0,75 % o del 1,50 %, son tipos históricamente bajos. Y más si, como se prevé, la economía norteamericana crece más del 4 %.
- El mercado de bonos, que es un buen predictor de los tipos de interés futuros, no tiene nada claro que la Fed pueda llegar a subir los tipos como planea. Prueba de ello es que el bono norteamericano con vencimiento a dos años solo paga actualmente un cupón del 0,70 %. Si se pensara que los tipos finalizarán 2023 por encima del 1,50 %, el bono tendría que pagar como mínimo el 1 %. Otra prueba de que el mercado apuesta por pocas subidas y muy graduales.