Mi amigo Carlitos lleva varios años en la cuerda floja porque tuvo la mata pata de invertir la mayor parte de su patrimonio en dos solares ultra caros en pleno año 2.005. Uno de los solares está en Tres Cantos (Madrid) y el otro en uno de los PAU nuevos de Sevilla. Y ahora que ya ha conseguido malvender el último de los pisos que tenía a la venta ha decidido convertir ambos solares en dinero, aunque sea a costa de perder un montón de pasta.
Según nos explicó a varios amigos, va a tener que invertir todo el resto de su capital en la construcción de los dos edificios, el de Tres Cantos y el de Sevilla y cuando todo el proceso de construcción y venta haya concluido, su objetivo es no haber perdido más de tres millones de euros entre ambos solares. Así que podéis suponeros como está el panorama promotor, en el que los que antes se forraban ahora se la juegan solo para recuperar parte de los invertido hace años.
El caso es que solo tiene dinero para construir uno de los edificios y para el otro ha tenido que recurrir a la imposible financiación bancaria. El problema es que ya no existe el "crédito a la construcción" tan de moda hace años. Esa fuente se secó. No obstante, le han ofrecido un crédito con unas condiciones leoninas, una de las cuales es que desde la fecha concesión tiene solo un mes para haber concluido todas las ventas del proyecto, cerrándole el grifo si no lo consigue, ¿a que es increíble?
Y ahí es donde entramos sus amigos. Nos ha pedido que simulemos contratos privados de compraventa, con entrega de fianzas incluidas, para hacerle creer al banco que la cosa va bien y que lo vende todo. Como Carlitos es un tío muy enrollado y buen amigo de sus amigos, el caso es que nos ha convencido a todos y la cosa está en marcha.
Y mientras se va desarrollando esta farsa, la Junta de Andalucía dicta su decreto bolivariano acerca de los pisos vacíos y el proyecto de Carlos sufre un cambio drástico. Decide no construir en Sevilla o, al menos, retrasar el proyecto hasta ver en que acaba aquello. De manera que ahora está menos apurado y puede renegociar el crédito con el banco.
Hay que joderse...