Después de más de tres años de exhaustivas reflexiones (comprobando que son muchos los interese creados, hasta el extremo de que el partidismo es el peor y de mayor peligro), lo mejor es defender lo nuestro, dejándonos llevar del sentido común y no de tanta ponzoña que desde el primer día apostaron por la ruina con tal de liquidar a las empresas. Ni que decir queda que debemos, por nuestro bien, separar el polvo de la paja, aprovechando que el juez ha aprobado el convenio, por ser mejor que la liquidación, como lo es, indiscutiblemente. Ahora somos nosotros quien tenemos la oportunidad de evitar la liquidación o arruinarnos con ella.
Por consiguiente, debemos de saber que la liquidación supone subastar públicamente a Afinsa con todo nuestro patrimonio invertido en ella, y del resultado, cobrarán, siguiendo un orden de preferencia: primero Hacienda, seguido de Bancos y demás acreedores, y con lo que resta nos darán de nuestro dinero una limosna. Calculando el precio de partida basado en la tasación hecha por los peritos concursales, y contando conque somos los acreedores de menor rango, es indiscutible que la limosna a percibir escasamente sobrepasará el 4%, por mucho que los interesados en liquidarnos lo valoren hasta en un 10%; de cualquier manera, tenemos una pérdida asegurada del 90% como mínimo.
Pero apoyando el convenio tenemos garantizados, en cinco años, el 50%, pudiendo conseguir hasta el cien por cien en diez años. Ahora bien: preguntas muy taxativamente: ¿qué quién garantiza lo que contempla el convenio? Mira, el juez está obligado a contemplar las ventajas entre liquidación y convenio, previo estudio por técnicos que dictaminan lo que es mejor para los clientes. Una vez tomada la decisión en sentencia, se hace cumplir en el plazo que contemple la Ley. Si lo aprobado es la liquidación, se saca a subasta pública, como ya hemos dicho. Mientras que si nos acogemos al convenio, es el Juzgado el encargado de hacer un seguimiento y comprobar que se cumple, con todo rigor, lo que estipula el convenio.
Por no extenderme más: en el supuesto de que por H o por B, no se pudiera hacer frente dentro de los diez años -que es lo que a ti te preocupa- con lo estipulado por el convenio, se tendría que vender la empresa; pero seriamos nosotros y, entonces, no habría acreedores preferentes, además de venderlo que es distinto a subastarlo a precio de mercadillo. En cualquier caso, siempre saldríamos ganando con el convenio y, por el contrario, perdería la banca y aquellos que pretendieron deshacerse de Afinsa, por lo motivos que ellos saben.
Concluyo: Todo empresario con experiencia y capacidad jamás se duerme en los laureles; una vez evitada la liquidación, ten por seguro, que no se van a dejar “robar “ la empresa, debido a que son muchas las posibilidades que hay para evitarlo. Mientras que con la liquidación, te dan el finiquito, pagas al abogado y con lo que resta , probablemente podrás hacer un viaje de recreo al Caribe. Analiza y saca conclusiones. Que quieres la limosna; entonces no apoyes el convenio; que quieres sacar lo máximo, inténtalo, que nunca perderás tanto como con la liquidación.
Ah!, se me olvidaba, y deja para los jueces que sean ellos los que busquen pruebas y responsabilidades, pero para todo aquél o aquellos que haya incurrido en delito. Pudiera ser que nos llévasenos alguna sorpresa, como ha pasado con el caso Rumasa: que ahora el Estado no tiene dinero para la deuda que tienen contraída con Ruiz Mateos. Aparte que esta familia ha demostrado que para ser empresario hay que nacer, mientras qué para ser político sòlo tiene que ir en una lista de listillos; así pasa lo que pasa. También te recuerdo que la nueva Rumasa tiene, al día de hoy, la friolera de 10.000 obreros. Buen ejemplo para Afinsa.
Espero que , por lo menos, te haga reflexionar y, seas tú, por ti misma la que saques tus propias conclusiones. Pero nunca te dejes llevar por tantos intereses creados como hay, no lo olvides, mejor que tú nadie te defenderá lo tuyo.
Saludos