A ver, a ver. El que Stanley Gibbons gestione un Fondo de Inversión y Afinsa no lo hiciera, no se contrapone al hecho de que en el resto de las operaciones de ambas sociedades, existieran similitudes practicamente iguales o idénticas.
Volvemos a lo mismo con el tema de la inversión por parte de los clientes. Ya se ha explicado aquí, exhaustivamente, la condición de inversores de la mayoría de los clientes. El hecho de invertir en un producto, no es incompatible con la compra del mismo, sino todo lo contrario, dado que si no se compra, por ejemplo, un piso, ¿cómo va a ser posible poder invertir en el mismo? Creo que tienes una gran confusión sobre todo esto.
Es cierto que Afinsa modificó la nomenclatura, en la definición de los términos y en la denominación de la operativa que desarrollaba, en torno a sus bienes. Principalmente, esto fue debido a la necesidad de evitar errores de equiparación con otros productos, propiamente financieros.
Hay que tener claro que fue decisión de las autoridades legislativas, enmarcar la naturaleza de su actividad, dentro de las características de una empresa mercantil y no financiera. Eso, a pesar de la solicitud de Afinsa para operar y tributar, bajo un régimen jurídico y fiscal, propio del ámbito financiero.
Una demanda que le fue denegada, tanto por la AEAT como por el Tribunal Supremo (dos meses antes de la intervención) y de ahí la prioridad para adaptar la estructura de su contabilidad, a esos firmes y definitivos requerimientos. Lo que sucedió despues, ya es de sobra conocido. La administración incurrió en una infracción al incumplir la doctrina o el precepto, de sus actos propios.
Sobre el tema de la filatelia, prefiero no seguir comentando más, ya que es lo más fácil de usar para que cada cual se pueda armar, en pos de sus propios intereses.
Como principio, calificar de "chatarra" o "morralla" a una filatelia que ya ha sido, según catálogos, valorada, no parece que sea una postura estratégica muy prudente y mucho menos, inteligente.
Ya he dicho, también, que no es muy precisa la descripción de edición "limitada" de sellos. Necesariamente hay que suponer que son ilimitadas, las demás ediciones que existen. Mientras no se determine el número de unidades o se acoten cantidades específicas a emitir, tarde o temprano todas las ediciones ilimitadas tendrán un límite o fin, a menos que se fabriquen "ad infinitum" todos los sellos.
Tampoco deseo poner en tela de juicio, la calidad del material filatélico de Stanley Gibbons, ni mucho menos compararlo con el de Afinsa. La filatelia, de un modo global, es un bien preciado y lo que hoy es rechazado, mañana puede ser demandado, tal vez hasta masivamente.
Tanto Afinsa como Stanley Gibbons, comerciaban con millones de sellos y si entre todo ese amplio conjunto, unos eran más o menos limitados o ilimitados, respecto a otros, eso solo es un aspecto relativo que no tiene un significado concluyente.