Las personas de bien suelen contar con mi respeto y admiración. Si, como en este caso, hay amistad, gozan también de mi afecto.
El hecho de que califiques de bodrio un trabajo riguroso y muy bien documentado, que te permitas cuestionar la veracidad de lo que en ese libro se relata y que admitas al mismo tiempo -y sin ningún rubor- no haberlo leído, ya lo dice todo acerca de ti. Por no mencionar ese tono y ese lenguaje despectivo que utilizas, me parece absolutamente impropio y fuera de lugar.
Me permito sugerirte que antes de pedir aclaraciones te aclares tú misma. Si es que la ignorancia es muy atrevida. Jamás ACLA (asociación de la que formo parte) ni su Presidenta han manejado dinero alguno de nadie que no sean las aportaciones de sus asociados, como ocurre en cualquier Entidad. Y esta Entidad viene rindiendo cuentas periódicamente y de forma escrupulosa, a quienes debe hacerlo, que no son otros que sus asociados los cuales, hasta la fecha, hemos venido aprobando por unanimidad la gestión y las cuentas de la Entidad en las correspondientes asambleas realizadas al efecto. A nadie más incumbe esta cuestión.
Te sugiero que antes de hablar te documentes un poco, aplíques otro poco de rigor y veracidad a tus aseveraciones, trates de no mezclar churras con merinas y evites -si puedes- esos juicios temerarios que te dejan en muy mal lugar. Por no hablar del clamoroso ridículo en el que incurres.