Yo creo que la hoja de ruta es la siguiente:
Las acciones se han desplomado, asumiendo esas pérdidas los inversores (a los que les colaron acciones les estafaron más aún que a los de las preferentes).
Hay que resolver, tal vez caso por caso, el tema de las preferentes.
Van a despedir a no sé cuántos miles de trabajadores y cerrar cientos de oficinas.
Y cuando el gobierno o el Banco de España o Bruselas o yo qué sé quién crea que la entidad ya es sostenible, funcionará con relativa estabilidad para que sus beneficios vayan destinados a devolver el dinero del rescate. Y como nunca generará tantos beneficios una entidad con tan mal nombre pues ese rescate se irá devolviendo con dinero público que seguiremos pagando todos.