@Andreuet: muy bien dicho, aquí se están mezclando dos mundos distintos en una misma discusión
Por un lado están los NEGOCIOS con un volumen suficiente tal que las comisiones del banco le resulten PROPORCIONALMENTE IRRELEVANTES. Ese caso lo conozco, con familiares que tienen restaurantes o tiendas y que ingresan cada semana su flujo de caja, tienen préstamos, recibos, alquileres, hipotecas, todo ello domiciliado en el banco, de cuyo director son amigos. En el momento de hacer negocios personales, comprar un piso, una plaza de garage, tomar un préstamo personal o ingresar en un plan de pensiones, reciben ventajas.
Luego estamos los demás, curritos, autónomos, funcionarios y demás casta, para los que esas comisiones suponen una FRACCIÓN IMPORTANTE, o lo que es peor, se cobran mal y de mala manera, con alevosía. Yo no quiero pagar por una correspondencia en la que el banco introduce publicidad junto con mis recibos, y de la que no me deja darme de baja. No quiero pagar un 1% por la custodia (?) de las pocas acciones o fondos que voy adquiriendo con mis escasos ahorros. No quiero pagar por ordenar una orden de traspaso periódica (dentro del mismo banco!) a mis padres, que obviamente realiza el ordenador. No quiero pagar 14 euros por una tarjeta de débito, o 65 por una de crédito que el banco recuperará en forma de comisiones a las tiendas.
No quiero pagar por ello porque además de suponerme una cantidad importante cada mes, no hay un verdadero trabajo por parte del banco y además no me reporta ventajas que aquí se mencionan, ya que mi oficina de siempre me deniega la hipoteca -- soltero, hmmm, asunto peligroso, no importa si la hipoteca es sólo el 50% de su sueldo--, me impone comisiones bestiales no competitivas en planes y acciones, y no me trata mejor, porque no soy un CLIENTE INTERESANTE. Léase banca privada o personal. Por el contrario he recibido un trato inmejorable en la banca online...
Por tanto hay dos mundos y nada es blanco o negro, y dejémonos de descalificaciones, llamandoe cajeros de tercera a unos o ladrones a otros porque algunos no deseamos ser sobreexprimidos. Un poco de respeto por ambos lados.