El difícil trabajo de un/a director/a de oficina bancaria.
Previa: Yo no soy empleado de banca, cajas de ahorros o empresa financiera.
Yo recuerdo de mi padre (que falleció joven víctima de una enfermedad) porque tampoco tengo edad para explicar batallitas, aunque sabéis que menudo las explico, bien… pues decía al un amigo al que hijo había entrado a trabajar en La Caixa, tu hijo sí que ha tenido suerte, buen trabajo, bien remunerado, con complemento de pensión, un trabajo prestigioso, para toda la vida (vamos más o menos como entrar de funcionario de carrera) como sabéis La Caixa en Catalunya era algo así como el Barça, algo más que un club, pues algo más que una entidad financiera, hoy me temo que no tanto …., bien este chaval que es mi edad, o sea no tan chaval me parece que no tiene hoy el mismo concepto, y si en lugar de La Caixa fuese un banco pues peor, no es que en las cajas de ahorro regalen nada, pero sí que es cierto (al menos por los comentarios que tengo con los del gremio) que por lo general la presión comercial es algo menor en las cajas de ahorro regionales o provinciales que en los bancos.
Bien si no estoy en un error, pero creo que hace algunos años los presupuestos de las oficinas bancarias se limitaban a crecimientos en depósitos, en créditos o prestamos, y en beneficios, y en algunas entidades incluso se sentaba el director con su jefe inmediato y alguna manera se negociaba lo que era posible o no lo era, con lo cual un director un poco aventajado y trabajador no le era muy complicado cumplir el presupuesto, si bien fácil tampoco sería ya que con PIB’S de 3% les pedían crecimientos de dos dígitos, pero ciertamente con mucho trabajo y perseverancia, era posible “lidiar” con el presupuesto. Hay que considerar que en muchas o puede que todas, las entidades el salario variable del personal va en función del cumplimiento de los objetivos, (como en muchas empresas no financieras, no creo que esto sea un método que afecte solo a empresas financieras) bien …… no sé si todo o en buena parte, sin embargo es obvio que así sea, ya que es de suponer que para ir a trabajar las horas que tocan ya está el salario de convenio.
Hace algunos años que esto de los objetivos ya no son solo tres conceptos, con lo cual uno resulta que puede cumplir y superar con creces el presupuesto en varios capítulos del mismo, pero fallar en algunos otros, con lo cual dependiendo de la ponderación de cada capítulo en el salario variable un directivo puede encontrarse que apenas cobra variable, o no cobra nada, cuando en realidad ha trabajado como un condenado, ha conseguido incrementos importantes para su entidad y el “agradecimiento económico” es casi nulo.
Luego está a mi entender el poner en puestos directivos a personas muy cualificadas académicamente, pero con casi nula experiencia en puestos administrativos, cosa que ha ocurrido desde siempre, pero si bien hace 12 ó 15 años encontrarse a un director de oficina que solo lleva dos años en el banco o caja era una excepción, últimamente y aún cuando no es la regla te lo encuentras mas a menudo de lo que se debería, tampoco hace falta que para llegar a director de oficina, uno se tenga que “mamar” 10 años en puestos de menor responsabilidad, pero todo debe guardar una mínima proporción, que a mi juicio, y puedo estar equivocado, en muchas ocasiones no la guarda ni de lejos.
Dicho esto a mi entender este tipo de cosas pueden provocar verdaderos despropósitos y primar lo que no se debe, porque al final cualquier empleado aunque tenga un cargo directivo, debe tener en cuenta, le guste o no, que el negocio no es suyo, el propietario del mismo es quien manda en definitiva, y si el propietario tiene una política determinada o se cumple o uno tiene que irse, todo ello, insisto provoca en algunos casos la perversión del “invento”.
Pongamos algunos ejemplos.
Si en el presupuesto prima de forma considerable la colocación de preferentes, este sistema provoca que la presión de los superiores, y la presión del bolsillo del colocador (salario variable) se venda esto casi a cualquiera sin considerar si es el perfil adecuado.
Lo mismo se podría decir de los derivados financieros (swaps, etc.), o de cualquier otro producto.
O de vender seguros cuando el que los vende no tiene ni idea de que va.
Dar tarjetas revolving a unos perfiles que de entrada ya se presume que van a financiar a 10 meses en comodos plazos los yogures o las hamburguesas que hoy se comprará el receptor del plástico de las narices, en el Alcampo del polígono de al lado……
Podría poner más ejemplos ….. pero creo que estos cuatro son ilustrativos
Todo esto no es totalmente culpa del directivo, entre otras cosas porque los ajustes de personal de algún modo tampoco ayudan a todos tengan una formación totalmente adecuada para vender el producto de turno, y son pocos los casos que el “vendedor” se lee por ejemplo el folleto entero publicado en la CNMV (caso de preferentes, subordinadas, etc.), limitándose a dar por bueno el folleto o manual de presentación del producto que le han remitido desde la central de su entidad, que en muchas ocasiones puede que no se haya redactado de una forma suficientemente objetiva.
Para “enredar” mas la cuestión, hace unos años el director de una oficina era un verdadero gerente de su oficina, disponía de cierto margen, de un cierto criterio que era respetado por sus superiores, pero de un tiempo a esta parte creo que la mayoría carecen de un mínimo de margen, se han convertido en un comercial más de la entidad, no pueden decidir nada o casi nada y parece en ocasiones que son meros “vas y le dices ……” por orden de un superior.
De todas maneras tal como funciona la economía actual (tanto ahora como antes de la crisis) esto de ser gerente de su negocio, no estoy seguro de que funcionase en la actualidad, porque la entidad podría tener un montón de oficinas en las que cada uno organizase si reino de taifas en cuanto a política comercial, y esto desde luego no es bueno en ninguna empresa, pero tampoco parece que el sistema actual, extremadamente teledirigido, pueda ir a ninguna parte a medio plazo.
No se … a ver si los del gremio de los bancarios completan esto, que he escrito porque últimamente por aquí en rankia veo “palos excesivos” a los “bancarios” que bastante poco tiene que ver con “banqueros”, y en realidad no todo, ni de lejos es culpa suya, si bien tampoco parece de recibo que los clientes estemos pagando todas las consecuencias de los despropósitos de unos tipos al estilo de mi personaje del “pensador del ático” (que algunos de por aquí ya conocen), con la connivencia de los empleados o directivos de rango medio a los que dicho tipo tuvo a bien poner al frente de las oficinas de las que somos clientes.