No te quito la razón, pero más allá del daño por reputación que supusieron las preferentes, que seguro que “los pensadores” de las entidades ya evaluaron, tuvieron que tomar la decisión, no tenían otra posibilidad. La gestión del préstamo inmobiliario fue tan nefasta que “en caja” no quedaba dinero para atender a los perjudicados, de hecho los que mejor lo hicieron, que yo recuerde fueron Caixa Bank en primer lugar y tal vez Banc Sabadell en el segundo, y porque sus balances les permitían en aquel momento atender algo por encima del resto, el problema que explotó entonces.
Las participaciones preferentes y deuda subordinada, a mí entender tenían diversos problemas de diseño, de hecho quienes más habían “trabajado” eso, eran las cajas de ahorro, no es casual, y me explico:
Un banco o caja no pueden crecer el volumen de negocio de manera indefinida, tal crecimiento de balance debe guardar una proporción con la capitalización de la empresa, la primera columna de cifras que pongo en el post de blog que te indiqué ayer…. Con lo cual si se crece en negocio, al mismo tiempo y con la proporción legal establecida, hay que crecer en la capitalización. Entonces un banco puede efectuar una ampliación de capital, que los mercados la admitan o no, es otro tema, pero poder realizar tal ampliación es solo cuestión de ser autorizada por la CNMV y que los mercados adquieran los nuevos títulos.
Una caja de ahorro ni puede, ni podía, porque no hay accionistas, su capitalización son los beneficios no distribuidos que iban engordando la cifra ¿sin accionistas distribuían beneficios? claro que no, sin embargo una parte de ellos los destinaban a la obra social y la otra a capitalizarse para crecer, pero claro, si los beneficios caen, no hay manera…. O si tales beneficios existen pero no son suficientes para la expansión del negocio que se pretende, el crecimiento quedaba limitado, entonces se resulta que las preferentes esas, computaban como capital, por tanto las cajas de ahorro y en menor medida los bancos, empezaron con esto ….. que al parecer funcionó, porque cuando un cliente quería recuperar su dinero, había otros dispuestos a invertir ahí, porque era más rentable, pero llego a un punto que había más gente que quería su dinero que clientes para invertir en esto, y el sistema colapsó, eso que hacía muchos años que funcionó a la perfección, bueno la verdad es que “a toro pasado” uno se entera de muchas cosas, antes de que esto empezase a fallar, yo no tenía ni idea de eso, un nunca invertí en historias de este tipo, y no recuerdo haber visto nunca nada de ello.
En problema es que todo explosionó en el mismo momento, las preferentes y los problemas de impago de préstamos hipotecarios, porque se había prestado demasiado y sin las cautelas exigidas cuando se presta, y las cajas de ahorro, que hoy excepto dos de muy pequeñas, creo, se han convertido en bancos, estaban muy cargadas de financiación de “ladrillos”, por tanto sus problemas eran proporcionalmente mayores, y si a ello le añades que por alguna razón incompresible desde un punto de vista empresarial, sus consejos de administración estaban repletas de políticos, algunos de ellos sin las más mínima experiencia en gestión bancaria, una de las pocas que se salvó, fue Caixa Bank, hubo otras que tenían buena gestión, recuerdo ahora que se habló de Caja Murcia o de Caja Astur, pero las metieron en fusiones con otras menos solventes, y claro el solvente aguanta lo que puede, pero no todo lo que le echen encima.
Por tanto en mi opinión, no es no se observase el tema de reputación con este lío, es que no les quedó otra de intentar salvar los muebles, y algunas como Caja Madrid, Bancaja, Catalunya Caixa, CAM, etc. ni siquiera fue suficiente y tuvieron que ser rescatadas con dinero público.
NO ESTOY JUSTIFICANDO NADA, me limito a dar mi opinión del por qué ocurrió.
Creo que ahora estamos en las mismas, de un modo diferente, pero en una situación de necesidad, tal como indiqué en el post de blog, hay un problema de rentabilidad del negocio, y eso espanta a los inversores, que buscan negocios más rentables, con lo cual o le dan la vuelta a dicho negocio, o su supervivencia como empresas queda muy comprometida, y queda claro que el negocio bancario tiene muchos problemas cuando el valor del dinero (los intereses) son excesivamente bajos, porque el margen entre depósitos y préstamos, necesario para que todo funcione no llega a mínimos, con lo cual suben comisiones, gastos, etc.