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Repsol invertirá 18.000 millones de euros hasta 2025 con el objetivo de acelerar su transformación hacia una compañía con cero emisiones. Las inversiones en iniciativas bajas en carbono del grupo representan un 30% del total, ascendiendo a 5.500 millones de euros. La petrolera modificará su política de dividendos y lo reducirá a 0,60 euros en 2021, pero con el objetivo de volver a subirlo hasta los 0,75 euros. Combinará el pago en efectivo con recompra de acciones.
En los próximos cinco años, la compañía que preside Antonio Brufau destinará un total de 6.700 millones de euros para retribuir a los accionistas, vía pago de dividendos y recomprar títulos. Concretamente, prevé dedicar unos 4.700 millones al pago del dividendo y, entre 1.400 millones y 2.000 millones de euros, a la recompra de valores de la empresa. La compañía no necesitará realizar desinversiones para hacee frente al pago de este dividendo, según aseguró el consejero delegado Josu Jon Imaz.
“Con este nuevo plan estratégico, basado en nuestras fortalezas, damos un paso significativo hacia el objetivo de ser una compañía cero emisiones, siguiendo una ruta rentable y realista, con la que podremos crecer, maximizando el valor para nuestros accionistas y asegurando el futuro”, ha declarado.
“Seremos más eficientes, incrementaremos nuestros objetivos de generación renovable, aumentaremos nuestra producción de productos bajos, impulsaremos la economía circular, desarrollaremos nuevas soluciones energéticas para los clientes e impulsaremos proyectos punteros que reduzcan la huella de carbono de la industria”, ha añadido.
Cuatro grandes áreas
La nueva hoja de ruta de la petrolera estará centrada en cuatro pilares estratégicos: transformación renovable, la generación de caja que permita el esfuerzo inversor que va a realizar en este periodo, un giro en la política de dividendos y reorganización de la compañía en cuatro áreas: upstream, industrial, cliente y generación baja de emisiones. España se llevará el 44% de la inversión total, con unos 7.900 millones de euros, destinados, en palabra de Imaz, a “reforzar la competitividad de la industria española”.
La petrolera busca en el nuevo plan estratégico 2021-2025 afianzar sus resultados y asegurar los dividendos con la mirada puesta en la recuperación del valor, en unos momentos en los que el negocio del petróleo está sufriendo mucho debido a la crisis económica. El barril de crudo se encuentra próximo a los 49 dólares, una cifra que se sitúa cerca de los 50 dólares, el objetivo marcado por la compañía en el nuevo plan estratégico.
Imaz reconoció que la pandemia y la crisis económica que se ha generado han provocado sus consecuencias. “Repsol se ha visto afectada. Ha sido un año muy difícil y ha tenido su traslación al valor, que no ha respondido a los fundamentales de la compañía”, ha señalado. A la vez que comentaba que, pese a la crisis de 2020, Repsol ha demostrado que es una “empresa energética resiliente”. “Si se cumple la premisa del barril a 50 dólares subiremos a partir de 2023 el dividendo cinco céntimos por año hasta lograr los 0,75 euros por acción en 2025”.
A la pregunta de cómo espera que reciba el mercado este plan estratégico, el consejero delegado ha respondido que “lo veremos a medida que se ejecute el plan”. La petrolera ha modificado su política de dividendos debido a la crisis. De esta forma, reduce la remuneración a 0,60 euros, lo que supone un recorte del 35% respecto a los 0,916 euros que la petrolera ha abonado en 2020. En enero pasado, abonó 0,424 euros y, en el mes de julio, otros 0,492 euros por título. El objetivo es elevar el dividendo a 0,75 euros al final del periodo del plan estratégico, en 2025.
Acelerar el crecimiento en 2022
En los dos primeros años del plan, se reducirán las inversiones y optimizará el capital. Y a partir de 2022, el plan se centrará en la aceleración del crecimiento. El negocio de generación de bajas emisiones será uno de los pilares. La compañía seguirá aumentado su cartera de activos y expansión internacional, con una capacidad de generación prevista de 7.500 megavatios de potencia en 2025 y 15.000 MW en 2030.
Repsol ha dibujado un escenario de alrededor de los 50 dólares para el petróleo y de 2,5 dólares de media para el Mtbu del gas, precios sobre los que la compañía espera cubrir las inversiones y remunerar a los accionistas. “Repsol se transforma acelerando en la transición energética. Somos la mejor opción para invertir en la transición energética”, ha comentado Imaz.
El grupo petrolero prevé lograr un resultado bruto de explotación (Ebitda) al final del periodo del plan estratégico (2021-2025) por encima de los 8.200 millones de euros. Los dos activos principales generadores de caja seguirán siendo el negocio del upstream (exploración y producción de crudo) y el upstream (refino y comercialización). “Ambas actividades nos van a servir para afrontar con garantías la transición energética”, ha comentado el consejero delegado.
Unos 600.000 barriles al día
Pese a la caída del consumo, la petrolera va a mantener un nivel de producción de entre 600.000 y 620.000 barriles diarios. Imaz reconoció que la compañía había bajado la intensidad en el negocio de exploración que estaba cambiando el foco. “Vamos a proyectos con plazos más cortos”, dijo. Asimismo, señaló que estaban reduciendo los entornos geográficos con mayores riesgos. En el área del upstream, el grupo contempla invertir hasta 2025 unos 5.000 millones de euros.
Otra de las novedades del nuevo plan estratégico es la posible salida a bolsa del negocio de las energías renovables de la compañía o la entrada de un socio financiero que aseguren las inversiones en este terreno y “nos permita ser más ambicioso en este terreno”, comentó. En cualquiera de las dos opciones, Repsol seguirá manteniendo el control de la filial de renovables. La petrolera no descarta acudir al nuevo sistema de subastas que acaba de aprobar el Gobierno de Pedro Sánchez.
Además de reducir costes de capital y ser más competitivos en el negocio de renovables, la petrolera busca con ello lograr un mayor retorno en las operaciones que relancen la acción de Repsol. En el último mes, la cotización ha pasado de estar por debajo de los 6 euros a rozar ahora los 8,50 euros.
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