Sabemos que hay quien apuesta y promueve el hundimiento de la cotización, es lo que se llama "invertir en corto", pero lo que normalmente no tenemos en cuenta es que alguien les tiene que prestar las acciones.
No creo en las teorías conspiranoicas de que sean grandes accionistas quienes presten sus acciones, no es lógico pensar que siendo propietarios quieran que sus propiedades se devalúen.
Pîenso que esta función la ejercen los brokers que administran nuestras acciones ya que a ellos tanto les da si la cotización sube o baja, lo que les interesa es que haya mucha compra-venta y cobrar una comisión por ello.
La manera de evitar que los brokers puedan usar nustras acciones con estas malévolas intenciones es que tengan una orden de venta pendiente, por este motivo yo tengo siempre puesta una orden de venta de todas mis acciones de Grífols y la voy renovando cada tres meses que es el plazo máximo que fija mi broker BBVA. Actualmente la tengo puesta en 20,- euros y cuando caduque el 31 de Mayo la renovaré, siempre por un límite de cambio muy superior a la cotización del momento, la finalidad es que no lleguen a venderse puesto que no tengo ninguna intención de hacerlo.