6.- Conclusiones
1. La gestión de ingresos y gastos por parte de los pensionistas españoles
exige un análisis de trayectorias, frente a los más tradicionales de
considerar a los pensionistas o a los mayores de 65 años como una
única categoría. La edad es una parte de la trayectoria, pero resulta
insuficiente para entender su comportamiento que depende de la
situación personal en la que se encontraron en determinados
acontecimientos históricos.
2. Es cierto que mayores y pensionistas han ido creciendo
progresivamente en número y cuota de participación en la sociedad de
consumo, pero el factor de la inmigración obliga a repensar algunas
supuestas certezas demográficas.
3. Lo demográfico ha marcado las reflexiones sobre la cuestión de las
pensiones, pero ha habido pocos análisis sociológicos que hayan
explicado el comportamiento de los pensionistas.
4. Los niveles de renta de los pensionistas se han modificado de forma
ostensible los últimos años. En parte por las propias pensiones, pero
especialmente por el incremento de patrimonio y otras rentas que
aportan los nuevos pensionistas. Este cambio va a condicionar todas
sus actitudes y comportamientos económicos (productos que compra,
lugar donde lo efectúa, etc.), otorgando al precio una elevada
valoración en la decisión de compra a la vez que adoptan posiciones
conservadoras respecto al destino del dinero. Existiendo una alta 82
correspondencia entre la situación económica y el grado de
optimismo/pesimismo para valorar tanto la situación económica general
como la situación económica particular.
5. Los pensionistas presentaban de forma tradicional unas actitudes hacia
el consumo marcadas por la austeridad y el aquilatamiento del gasto,
pero esto no significa que no estén ya dispuestos a gastar. En realidad
los pensionistas ya no son un grupo homogéneo con estas
características y especialmente por debajo de los 75 años han cambiado
de una forma profunda sus hábitos y pautas de consumo.
6. Es cierto que la edad supone un distanciamiento del fenómeno de
consumo (hay menos dinero, menos necesidades) tanto a nivel general
dentro del propio colectivo (intra), como a nivel del resto de
consumidores (extra). Entre los mayores de 75 años la Ley de
Dependencia puede modificar muchas cosas a este nivel, aunque no
sabemos cuales.
7. El precio seguirá siendo un determinante de primer orden en la
selección de productos y establecimientos de compra por parte de los
pensionistas, porque la racionalidad no esta reñida con el abandono de
un cierto criterio de austeridad.
8. Las actitudes conservadoras hacia el destino del dinero están
correlacionadas con la mayor vulnerabilidad de los que tienen una
situación económica menos favorable o más precaria.
9. Los pensionistas con una mejor situación económica suele
corresponderse con hombres, que presentan un mayor nivel de 83
instrucción y que tienen actitudes más vitalistas (optimismo ante la
situación económica propia y general, hacia el destino del dinero, y en
general hacia el consumo).
10.Lo económico es un eje central en la vida económica de los
pensionistas, tanto por la situación económica objetiva cuanto porque
es un elemento altamente relacionado con su seguridad y con sus
perspectivas vitales.
11.La mayor parte de la ayuda familiar
http://www.seg-social.es/prdi00/groups/public/documents/binario/51590.pdf
Costumbre de retrasar la rápida decisión, una acción necesaria y decisiva