Coincido.
Yo solo puedo analizar el problema y la tendencia. Cuando lleguemos al final del camino la solución será terrible porque hay miles de millones de euros, incluso billones en todo el mundo que van a desaparecer. Pero la forma que adopte el cambio no es posible ni siquiera asignarle probabilidades porque en esas circunstancias acontecimientos menores o poco probables se vuelven determinantes. En 1928 nadie hubiera podido predecir que en 5 años el insignificante partido Nazi (2,6% de los votos en 1928) se iba a hacer con el poder de Alemania y mucho menos desatar otra guerra mundial. Pero la crisis de 1929 lo catapultó a la cima.
No quiero con eso decir que en Europa vaya a pasar algo parecido, sino tan solo que no hay manera de que podamos saber ni por aproximación lo que va a pasar.
Pero hay cosas que sí que sabemos, como que se inicia una nueva era en la que termina la economía basada en la oferta y se inicia la economía basada en la demanda, y eso va a cambiar la vida de miles de millones de personas, unas para mal y otras para bien, como hizo la globalización. Por culpa de un ciclo de crédito en el que se ha jugado a aprendiz de mago, el cambio va a ser mucho más traumático.