Lum43, veo que dispones de bastante información de DF pero me surjen varias dudas importantes acerca de la empresa.
-¿Puede confirmar alguien en este foro si DF está al día con los pagos a los subcontratistas que ejecutan estos proyectos que están en proceso de arbitraje o litigación?
-¿Tendremos una sorpresa en el futuro con una reclamación de un subcontratista similar a la de Carrington pero de mayor cuantía?
-El incumplimiento de los plazos contractuales de CVO y Carrington que tenían fecha de finalización en 2015, ¿cómo impactará en la tesorería?¿Está incluído la penalización por demora en el la cantidad aprovisionada en el caso de CVO?
-¿Avanza el proyecto de Argelia de acuerdo al cronograma?¿Tendremos sorpresas desagradables en el futuro en este proyecto que es el mayor en la historia de DF?
Por último, me he encontrado en una web esta noticia que desconozco la credibilidad que puede tener:
http://www.lacelosia.com/69615/
Duro Felguera desvela unos quebrantos inesperados que socavan la credibilidad del auditor PwC.
La empresa asturiana Duro Felguera desveló ayer unos resultados penosos, muchos peores incluso de lo que se podía deducir del hecho relevante (profit warning) enviado hace un mes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el que anunciaba unas pérdidas cercanas a los 60 millones de euros por haber decidido que no podía considerar como ingresos algunas reclamaciones a clientes de algunos proyectos.
En el anuncio de resultados de fin de año, sin auditar, publicado en la web de la CNMV a las once y media de la noche, Duro Felguera presenta una cuenta de resultados y un balance que nada tiene que ver con el del primer semestre del año en el que su informe de gestión no hacía prever ningún quebranto notable. La ingeniería registró una caída de los ingresos del 17%, hasta 771 millones de euros, mientras que en el semestre aumentaban un 5,5%, el ebitda se situó en números rojos de 96 millones de euros, cuando un año antes era positivo en 71 millones, con un margen negativo del 12,5% frente al 7,6% de 2014. Antes de impuestos ha perdido 104 millones de euros, frente a un beneficio de 60 millones un año antes, y de 7,2 millones en los seis primeros meses. Con la activación de un beneficio fiscal ha reducido las pérdidas netas hasta 68,9 millones de euros, que contrastan con 48 millones de beneficios de 2014 y 4,8 millones del primer semestre.
La compañía ha quemado caja a un ritmo infernal, pasando de disponer 119 millones de euros a comienzos de año a un saldo negativo de 76 millones. El flujo de caja negativo ha sumado 174,4 millones. En estas circunstancias lógicamente la deuda financiera se ha disparado más de un 40% y ahora se acerca a los 350 millones de euros, aunque la compañía asegura que en términos de balance la deuda financiera neta no alcanza los 80 millones de euros. A pesar del deterioro de todos los parámetros, la empresa considera que este año volverá a la senda de beneficios.
En cualquier caso, quemando caja a este ritmo le resultará complicado financiar la cartera de proyectos, ya que, como la propia compañía reconoce, los clientes, debido a la situación económica, han reducido al máximo los anticipos. La sociedad apunta como gran fortaleza la cartera de proyectos, con una contratación acumulada a diciembre de 1.573 millones de euros, aproximadamente dos años de ingresos, triplicando la existente en diciembre de 2014. Sin embargo, vista la caída de márgenes y las reticencias y el rechazo de los clientes a las reclamaciones de costes una cartera abultada de riesgo puede resultar ruinosa.
En el último trimestre aparecen problemas no anticipados en un proyecto en Manchester
Sorprende que la auditoría de Duro Felguera del ejercicio de 2014 no permitiera atisbar un destrozo en el balance y la cuenta de resultados como el anunciado ayer. Tampoco la presentación para inversores realizada por la empresa que preside Ángel del Valle hace tres meses en la Bolsa de Madrid hacía pensar que se produjera un descalabro semejante, aunque comentara la incertidumbre que suponían los proyectos de Vuelta de Obligado (Argentina) y Roy Hill (Australia). De este último nada se dice en la presentación de ayer, pero sí se comenta del empeoramiento del proyecto de central de ciclo combinado de Carrington, en Manchester.
El auditor de Duro Felguera es la multinacional Pricewaterhouse Coopers, ahora llamada PwC, y tiene un problema y no es otro de que lleva auditando las cuentas de la compañía asturiana desde 1999, 16 ejercicios, además de facturar un 40% de sus honorarios en servicios diferentes a los de auditoría, y en tanto tiempo es lógico que se pierda la severidad y rigor que requiere la auditoría de una sociedad que cotiza en Bolsa y por consiguiente abierta a muchos inversores accionistas. El regulador bursátil, cada día menos complaciente tras haber sufrido engaños como el de Pescanova o Abengoa, ya sospechó que había partidas de ingresos no suficientemente justificadas por Duro Felguera en el balance. En octubre del año pasado, la CNMV pidió explicaciones a los administradores de la sociedad sobre el reconocimiento de ingresos por valor de 48 millones en el proyecto, que ha resultado ser una ruina, de la central Vuelta de Obligado,y las razones por las que en el primer trimestre del año pasado bajaron la reclamación a 43 millones. En octubre, Duro Felguera no había registrado provisiones ni pasivos contingentes en este proyecto a pesar de que ya estaba preparando una demanda arbitral en la Bolsa de Buenos Aires.
Duro Felguera reconoció ayer en la nota de resultados que “el monto total de la reclamación en este proyecto se aproxima a los 150 millones de euros, de los que tan solo 36 están considerados como mayor precio de venta en la contabilidad del proyecto”.