La cuarentena de Carbures
La empresa con la revalorización más fulgurante del panorama empresarial andaluz está en cuarentena. En las próximas seis semanas el auditor PwC revisará las cuentas de Carbures en 2013 y el primer semestre de 2014 y, tras ello, se podrá determinar si el fabricante de fibra de carbono está afectado por el virus del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) o, lo que es lo mismo, por la desconfianza de los inversores en las empresas de esta «Bolsa de pymes» tras el derrumbe de Gowex.
La situación de Carbures dista mucho de ser la que experimentó la compañía de Jenaro García y, de hecho, hay que esperar al resultado de la auditoría para sacar conclusiones. Aun así, ningún analista niega que es una coyuntura grave que, en el peor de los escenarios, podrían llevar al grupo a reconocer pérdidas de 7,2 millones en el pasado año y 4,6 millones en los seis primeros meses de este ejercicio, frente al beneficio inicialmente declarado de 1,8 y 11,4 millones, respectivamente.
Las dudas se centran en dos aspectos. En primer lugar, en las operaciones realizadas por Carbures con «empresas consideradas como terceros -Sinatec, Materiable y Ansal- y que podrían ser sociedades del propio grupo». También están bajo revisión los 19,6 millones de euros que ha facturado al grupo chino Shengyan Hengrui por la venta de maquinaria especializada en fibra de carbono. Antes de la suspensión de su cotización el pasado miércoles, Carbures ya era una firma célebre por su trayectoria en bolsa (sus acciones subieron hasta marzo más de un 2.000%, situando su capitalización en 600 millones de euros, una cifra que hoy es de 400 millones). ¿Cuál es su historia? ¿Quién está detrás de esta peripecia empresarial?
El núcleo duro de este grupo está formado por tres personas, Rafael Contreras (CEO), Juan Juarez (vicepresidente financiero) y José María Tarragó (vicepresidente de operaciones), que controlan el 40% y que se han incorporado al proyecto en distintas etapas.
Trayectoria
El origen de Carbures está en 2002, cuando Rafael Contreras (economista por la Universidad de Cádiz) colabora con Manuel Galán Vallejo (catedrático de ingeniería química) para crear una sociedad que rentabilice sus innovaciones en los materiales compuestos de alto rendimiento. Comenzó su actividad con el nombre Easy Industrial Solutions como una pequeña consultora que quería trasladar el uso de la fibra de carbono desde el sector aeronáutico hasta el automovilístico o el naval. Seis años después construyó una fábrica de componentes aeronáuticos junto al aeropuerto de Jerez para la firma Atlántica de Composites, sociedad con la que se fusionó posteriormente creando Carbures. En esta etapa Contreras lideró otras iniciativas vinculadas a la Universidad (como el fondo de capital riesgo Univen, la consultora Plan 3 o las citadas Simantec y Materiable, que son las que están en el foco de PwC).
A partir de 2010, con el salto industrial de Carbures, llegaron nuevos compañeros de viaje. El más relevante fue José María Tarragó, accionista de la catalana Ficosa (el mayor proveedor español de sistemas y componentes para vehículos), que se incorporó a Carbures antes de su salto al MAB. Ficosa se fundó en 1949 por las familias Pujol y Tarragó y pasó de ser un taller de coches a una multinacional que facturó 925 millones en 2013. Este gigante industrial se interesó por el sector aeronáutico y en 2009 estuvo a punto de adquirir la andaluza Alestis. Posteriormente sufrió una disputa interna entre los miembros de la segunda generación de las dos familias fundadoras que provocó la salida de la dirección de Ficosa de los Tarragó. Fue entonces cuando este directivo comenzó a buscar nuevas empresas en las que invertir. Carbures era una oportunidad de replicar el éxito industrial de Ficosa como proveedor en el negocio de la automoción.
El inversor activista
¿Cómo entró en contacto Tarragó con Carbures? Conoció a sus fundadores de la mano de Antonio Romero Haupold, empresario portuense que presidió Faconauto (patronal de los concesionarios) y cuya familia es propietaria de Rives Pitman. Romero-Haupold se sintió desde el principio atraído por Carbures, donde asumió el papel de «inversor activista», una figura popular en EEUU que él mismo define como «alguien que toma una posición importante en el capital de una compañía para luego impulsar determinados cambios». Romero-Haupold mantiene hoy contactos con todas las firmas relevantes del MAB.
Junto a Tarragó, los fundadores de Carbures también conocieron a Juan Juárez en su camino hacia el parqué. Juarez es directivo en entidades de inversión patrimonial como los bancos suizos PHZ o AKB PrivatBank. Si Tarragó marcó la estrategia industrial, Juarez diseñó el esquema financiero (sin abandonar totalmente su actividad como asesor financiero).
En marzo de 2012 Carbures salta al MAB y realiza sucesivas ampliaciones de capital que suman 9 millones. A los dos años alcanza una capitalización de 600 millones, mientras lleva a cabo un rally de adquisiciones con la absorción de la ingeniería MDU, el fabricante de fibra de carbono Composystem, la firma de automoción Mapro, la ingeniería australiana Capital House Australasia, la estadounidense Fiberyne, la alemana aXcep, la mexicana Pypsa..
En verano de 2014 estalla el escándalo de Gowex y Carbures acelera sus planes para abandonar el MAB y acceder al Mercado Continuo. Su reto es captar 180 millones (con financiación bancaria, bonos y una ampliación de capital) que le ayudarían a cumplir con su objetivo para 2016 (ingresar 553 millones). Las dudas de PwC congelan el proceso y suspenden su cotización. Habrá que esperar al resultado de la revisión en las cuentas de PwC para valorar el alcance de esta crisis. Por el momento, Carbures está en cuarentena.
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20141012/cadiz/cuarentena-carbures-20141012.html?
