Las herramientas predictivas.
Quizá el Konkorde fue una buena herramienta cuando era conocida por muy poca gente. Al hacerse popular podría haberse convertido en un instrumento manipulado por las manos fuertes para confundir a las débiles.
Siempre hay que tener presente los principios por los que se rigen los “juegos de las minorías” que entre otras cosas aseguran lo siguiente:
1.- Una regla de predicción nunca será buena si la sigue la mayoría de los jugadores. Solo podrán tener éxito aquellas reglas que sean seguidas por una selecta minoría.
2.- No puede haber ninguna regla de predicción que acierte y sea de conocimiento general. Si existiera, nunca acertaría.
3.- Una técnica de inversión solo puede arrojar resultados excepcionales en tanto siga siendo minoritaria.
Quizá al Konkorde le sea aplicable el principio número 2. Fue una herramienta que acertaba, pero pasado un tiempo, al ser de conocimiento general ha dejado de ser útil. Quizá también estos principios explicarían algunos de los fiascos del análisis técnico.