Comparto un artículo de mi revista:
Telefónica, Vodafone, AT&T… andan de capa caída. ¿Es hora de vender o una oportunidad de compra?
El sector de las telecomunicaciones pierde brío en Bolsa: ¿hora de comprar o de vender?
Las acciones de telecom han sufrido un duro castigo en mayo, pero el mal tono viene de meses atrás. Así, si desde comienzos de 2017 el sector a nivel global ha experimentado una caída que ronda el 9%, las Bolsas mundiales se han revalorizado un 14%. Y ello a pesar de obtener beneficios crecientes y pagar jugosos dividendos. ¿Qué explicaría la desconfianza de los inversores hacia el sector? ¿Deberíamos cambiar nuestras apuestas?
Las tecnológicas, de moda
En primer lugar, parece importante relativizar este reciente declive. Durante los últimos 10 años y teniendo en cuenta los generosos dividendos pagados, una inversión en el sector de telecomunicaciones ofreció una rentabilidad media anual (revalorización bursátil más dividendos) del 5,5% frente al 8,1% para el índice mundial. Lo que no está nada mal.
· Es cierto, un menor desempeño que se explica en parte por el contexto bursátil que ha primado en los últimos años. Los bancos centrales están inyectando una liquidez colosal en la economía para fomentar la inversión y apoyar el crecimiento con unos tipos de interés que son los más bajos que hemos visto desde hace décadas. Este dinero barato inyectado de forma sostenida ha impulsado los mercados bursátiles y favorecido los sectores “de crecimiento” como internet o tecnológicas a los que viene de perillas la financiación barata.
Y bajan las defensivas
Por el contrario, en este contexto, los llamados sectores "defensivos", cuyas ganancias no son muy sensibles al contexto económico, como las telecomunicaciones o los servicios públicos, han perdido parte del favor de los inversores.
· La desconfianza de los inversores también se explica por el perfil poco atractivo de los operadores de telecomunicaciones. Están “fuera de onda” en lo que respecta a tasas de crecimiento y su deuda a menudo es elevada. Las fuertes inversiones realizadas en los últimos años, especialmente en el 5G (internet móvil ultrarrápido), sufren para ser rentables. Este es particularmente el caso en Europa, donde el número de actores todavía es demasiado alto.
Lo que importa es el mañana
Sin embargo, seguimos siendo optimistas sobre las acciones del sector si se tiene una perspectiva de inversión a largo plazo. Y tenemos nuestras razones para ello:
· Primero, porque consideramos que están fundamentalmente infravaloradas en la actualidad.
· Segundo, porque ofrecen un dividendo atractivo que casi duplica al que puede esperarse de forma razonable para el resto de las acciones: un 4,4% frente al 2,4% de la media bursátil mundial.
· En tercer lugar, la consolidación sectorial podría acelerarse en Europa, lo que calentaría las cotizaciones. En Francia p.ej., la puerta parece estar abierta de nuevo para reducir el número de actores a tres en lugar de los cuatro actuales.
· Y además, si la ralentización del crecimiento económico mundial aumentara, los inversores podrían volver a valores más defensivos, como las telecomunicaciones.
Nuestro consejo
En nuestra opinión, la desconfianza en el sector es exagerada y pudiera verse el momento actual como una oportunidad para posicionarse a bajo coste en el sector.