La subasta de 5G de Brasil de la pasada semana fue la última que deberá afrontar Telefónica en sus cuatro mercados clave, en los que ha comprometido inversiones de más de 2.560 millones de euros para adquirir espectro que permita los despliegues.
La operadora termina así un ciclo que empezó en julio de 2018 con la subasta de la banda de 3,5 GHz española en la que se hizo con 50 MHz por 107,4 millones de euros.
No obstante, el mayor gasto llegó con la subasta 5G en Alemania, en la que invirtió 1.425 millones de euros, un 55% de la inversión total, para hacerse con 90 MHz de espectro en las bandas de 2,1 GHz y 3,6 GHz.
Los altos volúmenes manejados esta subasta y en Italia hicieron temer que la inversión para adquirir espectro en Europa fuera mucho mayor de la que ha resultado finalmente.
Sin embargo, estos temores no se materializaron y en 2021, la compañía consiguió 40 MHz en la banda de 3,5 GHz y 20 MHz en la banda de 700 MHz por 448 millones de libras esterlinas (524,49 millones de euros).
Posteriormente, el operador se adjudicó en julio el bloque con mayores obligaciones de cobertura de la subasta de 700 MHz por 310 millones de euros, prácticamente el precio de salida de la puja.
La pasada semana, Telefónica cerró el círculo en sus mercados clave al adquirir diez lotes repartidos en las bandas de 3,5 GHz, 2,3 GHz y 26 GHz en Brasil por 1.125 millones de reales brasileños (175 millones de euros).
La compañía también ha realizado inversiones en mercados calificados como no estratégicos como Chile, donde se hizo con 50 MHz por unos 140 millones de euros.
En el horizonte, la compañía podría concurrir a las licitaciones de frecuencias para el 5G de Argentina y Perú, que se esperan para el 2022. Asimismo, en España, el Gobierno espera subastar la banda de 26 GHz a principios de 2022 como tarde.
Se trata de una banda distinta, que no requerirá los niveles de la inversión de los anteriores, ya que el Ejecutivo se inclina por subastar una parte para operadores y otra para empresas que quieran construir redes privadas.
DESPLIEGUE DEL 5G
El fin del ciclo inversor en espectro, así como la recuperación de la pandemia traerá consigo una aceleración del despliegue del 5G por parte de Telefónica, que centrará sus inversiones en esta tecnología y la fibra óptica.
En los resultados financieros presentados la semana pasada, el operador señaló que terminará el año en valores de inversión "normalizados" del 15% sobre ventas con una inversión de 4.893 millones de euros hasta el 30 de septiembre.
Hasta la fecha, Telefónica ha desplegado principalmente 5G NSA (Non Standalone), es decir, un 5G que comparte frecuencias y equipos con el 4G, lo que reduce las prestaciones que esta tecnología puede obtener.
Este 5G no obstante mejora al 4G y es más rápido de desplegar, lo que ha permitido a Telefónica cubrir a más del 80% de la población de España, su mercado con mayor cobertura.
Asimismo, la firma española espera terminar el año habiendo llevado el 5G al 30% de los hogares alemanes y ya cuenta con una red activa en más de 100 ciudades con más de 3.000 antenas actualizadas. El objetivo de la empresa es llegar al 100% de Alemania para 2025 "como tarde".
En el mercado británico, Telefónica presta cobertura 5G en 2.010 municipios después de haberlo lanzado comercialmente el pasado octubre. Asimismo, ha elegido a Ericsson como su proveedor para el núcleo de su futura red 'standalone'.
Al otro lado del Atlántico, la compañía lanzó en Brasil servicios comerciales 5G en ocho ciudades y cuenta con cobertura '4,5G' en 2.383 ciudades.
En su informe de resultados, la firma ha subrayado que espera que el despliegue comercial masivo de 5G Standalone empiece entre el próximo año y 2025, según el mercado y la disponibilidad de tecnologías, dispositivos y espectro.