Operación en ciernes
Vodafone se postula para tomar el 50% de la filial de torres de Telefónica en UK
Para Telefónica es el único gran activo de torres que mantiene en su cartera, tras la venta de Telxius en 2020. Es la
última gran 'joya' disponible para cristalizar el valor. El consejero delegado, Ángel Vilá, aseguró hace dos años que estaban listos para una potencial rentabilización. Que era un activo que
le daba "opcionalidad" de cara a futuro. Pese a tener todo listo para cerrar una transacción, ésta no llegó
.
Y el activo se mantuvo en Telefónica Infra, la división de infraestructura donde se encuentran las torres no trasladadas a Telxius y también el cable submarino cuya venta se descartó ante las menores ofertas.
El pacto de socios que Telefónica y Vodafone suscribieron a principios del pasado año deja todo listo para una potencial monetización de estos activos por una de las dos partes. Esta 'joint venture', que hoy controla unos 14.000 emplazamientos, se creó en el año 2012 para gestionar las torres de ambos y para centralizar -y hacer más sostenible económicamente- todo el despliegue.
En 2019 se amplió para incluir toda la inversión para las redes ultrarrápidas 5G. Tras la fusión de la española con Liberty en el país se revisó el acuerdo. Y se permitió que hubiera una venta. Pero siempre con Cornerstone como 'torrera' que gestionaba esos activos. Por tanto, no se venderían los emplazamientos sino el 50% que no da el control de la compañía. Es por esa razón por la que Vodafone se coloca a sí mismo como el comprador natural.
La valoración de estos activos es el asunto más espinoso. Telefónica se ha quitado la presión de su monetización, tras las transacciones en Reino Unido y Telxius y las operaciones de fibra en Alemania, España y Latinoamérica. Las prisas para una potencial venta no son las mismas que hace dos años. La compañía buscaría elevar de manera significativa esos 1.200 millones de euros que le corresponderían en base al balance de la propia 'joint venture'.
Telefónica no tiene prisa para vender ese 50% en la joint venture y busca optimizar al máximo el valor de los activos
El 'timing' de esta operación no es sencillo. Los operadores industriales como American Tower o Cellnex se han quedado fuera de las principales transacciones de torres (la propia Vantage Tower y Deutsche Telekom) frente a los grandes fondos de 'private equity' debido a que quieren tener el control y gestionar esos activos. Precisamente esas gestoras podrían ser potenciales candidatas. Pero retrasarlo más podría hacer más difícil que esas firmas presenten sus candidaturas.
La evolución de los números financieros de Cornerstone ha sido positiva, con Telefónica O2 UK y Vodafone son los dos principales clientes. En total, durante el pasado ejercicio fiscal generó unos ingresos de 357 millones de libras (410 millones de euros) con unas pérdidas netas de 5,8 millones de libras. Tras ese cierre, en el pasado mes de mayo, repartió el primer dividiendo de su historia: casi 35 millones de euros. La propia filial de torres de Vodafone apunta a que los ingresos durante los dos primeros trimestres del ejercicio fiscal actual (abril-septiembre) fue de 228 millones de euros.
Plan de ahorro
Esta compra del 50% por parte de Vodafone sería un cambio en la hoja de ruta planteada en los dos últimos años en los que se ha concentrado, precisamente, en la rentabilización de los activos actuales. El último movimiento fue precisamente la entrada del fondo GIP y KKR en Vantage Towers para controlar el 50%, dejando fuera a la española Cellnex de la carrera. Lo intentó en España, con las negociaciones con Másmóvil para su venta o fusión, tras las que no hubo acuerdo. También hizo lo propio en Italia, donde recibió una oferta de Iliad por esa filial de 11.250 millones que fue rechazada.
Ahora, ante las exigencias de los inversores y con una cierta ralentización del mercado alemán (que representa el 30% de los ingresos del grupo), ha puesto sobre la mesa un nuevo plan de ahorros de 1.000 millones de euros para los próximos tres años. El grupo anunció tras la presentación de resultados que este plan pasa por una "simplificación" del grupo, algo que vienen exigiendo los analistas. No se refirieron a ninguna división, pero en la filial española ya se han llevado a cabo esos trabajos con la venta de las tiendas propias y el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ejecutado el año pasado.