Re: SORPResa
Yo tb pienso que el dado está trucado... No puede haber cambiado tanto el ritmo de escritura por el azar ;)
Eso sólo lo piensa David con el péndulo, los demás ya estamos curados de esas cosas :)
Yo tb pienso que el dado está trucado... No puede haber cambiado tanto el ritmo de escritura por el azar ;)
Eso sólo lo piensa David con el péndulo, los demás ya estamos curados de esas cosas :)
(PÁGINAS 126-127)
A veces el jugador tenía suerte.
En una ocasión llevaba 200 puntos en contra, en vez de cerrar su posición, aguantó y contra todo pronóstico terminó ganando dinero porque el mercado se dio la vuelta rápidamente.
En aquel momento David iba con 5 contratos grandes y se frotaba las manos por que acumulaba unas plusvalías latentes de 10.000 euros.
Calculaba que si el señor Andrés se ponía cabezón y continuaba sin cerrar la posición acabaría con unas pérdidas enormes, lo cual se traduciría en unos beneficios importantes para David en una sola operación.
Al final de esa operación, David perdió 4318 euros cuando el mercado se giró con fuerza a favor del señor Andrés.
Pero ningún sistema es ganador en el 100% de las ocasiones y mucho menos lineal.
Lo principal era que la estrategia fuera capaz de ganar más o mucho más en promedio de lo que perdía.
Un sistema ganador generará un gráfico similar al de esas acciones que están en tendencia alcista.
Realizará tramos al alza de cierta importancia, a continuación iniciará un descenso o un movimiento lateral que consumirá tiempo y equivale a un retroceso, para tarde o temprano romper de nuevo los máximos históricos.
David ya había empezado a hacer las cuentas de la lechera, si había ganado x en tantos meses, reinvirtiendo una parte importante de las ganancias, podría acercarse a los deseados 30 millones de euros en cinco años.
¡Un momento!, se había olvidado de hacienda y de que tendría que descontar unos 24.000 euros anuales, que era el sueldo que David se había fijado a si mismo.
Volvió a realizar los cálculos.
Si no subían impuestos unos ocho años y once meses.
No era tanto tiempo.
Once y cuarto de la mañana, el valioso Jugador seguía sin dar señales de vida, y eso era raro.
Hasta donde recordaba, el horario del señor Andrés oscilaba entre un poco antes de la apertura, y las diez y media de la mañana.
Parecía que estaba ante una pequeña anomalía estadística, tal vez no tuviera importancia, a lo mejor le había surgido algún asunto.
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Habla David:
La sensación era fabulosa, me sentía invencible y un poco indestructible. Era como si hubiera encontrado la piedra filosofal. El dinero que había ganado en los últimos meses era mucho más de lo que ganaría en ninguna otra parte, pero lo mejor era la perspectiva de todo ese otro montón de dinero esperándome en alguna parte. Mis treinta millones.
-¿No tenías miedo de que todo saliera mal?
Bueno, para ser sincero, me preocupaba un poco la salud del señor Andrés, el tipo tenía la tensión muy alta y seguramente otros problemas que yo desconocía.
No hacía deporte, no cuidaba su dieta y ni siquiera caminaba una hora diaria como le había recomendado el médico.
Hablé con el en un par de ocasiones, intenté convencerlo para que cambiara alguno de los hábitos que estaban dañando su salud.
En fin, quería que permaneciera vivo lo máximo posible.
Como indicador contrario el señor Andrés era perfecto, muy estable.
Tenía características que aseguraban que continuaría dando resultados a lo largo del tiempo.
No se dejaba asesorar por nadie, nunca quiso aprender nada de los gráficos y nada de nada.
En numerosas ocasiones le escuché decir que estaba allí para entretenerse, que no tenía vicios, que lo que le gustaba era “trapichear en la bolsa” y jugar a las cartas por la noche, esa era su vida.
Yo no salía de mi asombro, a mí se me ocurrían millones de cosas que hacer si tuviera el patrimonio del señor Andrés, antes que estar tirando el dinero en algo que, salvo excepciones puntuales, ni siquiera le proporcionaba satisfacción.
Increíble, pero cierto.
Un día hablando con otro bolsista, en la sala, le escuché comentar que cuando era empresario había padecido un problema de ludopatía que durante varios años le llevó a gastar entre 3000 y 6000 euros de la época, cuando en vez de euros eran pesetas y cuando faltaban bastantes años para que llegara el euro.
Detrás de los comportamientos anómalos de cualquier individuo siempre hay una explicación.
Menudo chollo, pensaba yo, ¡un ludópata!.
Sabía que salvo catástrofe el tipo continuaría en las mismas durante años y años.
La situación no dejaba de tener su lado cómico, ya que de forma indirecta el jugador estaba transfiriendo a mi cuenta todo lo que perdía y más, dado que en el momento en el que empecé a utilizar más de un contrato grande yo tenía una posición superior a la suya.
Además la situación no le hacía daño a nadie, el era feliz así y yo también.
Bajo mi punto de vista, era mucho mejor que yo me quedara con su dinero a que este desapareciera por el laberinto bursátil y fuera a manos de otras personas.
Teniendo en cuenta que su patrimonio rondaba los 18 millones de euros, ¿Qué más le daba a este señor perder entre 50.000 y 200.000 euros todos los años?.
Era como si yo perdiera 1.000 euros o algo así.
Estaba seguro al 100% de que el Jugador continuaría con su tendencia perdedora, por ese lado no había problema, pero como ya he dicho, lo único que de verdad me preocupaba era su salud.
Tenía miedo de que le diera un infarto o algo así.
Esperaba que al menos viviera lo suficiente como para que yo, reinvirtiendo parte de los beneficios consiguiera al menos un millón de euros.
Tampoco pedía tanto, y el millón todavía quedaba muy lejos de los treinta que yo tenía como objetivo.
(CONTINUARÁ.....)
Hola yotrader, el tema no se de que va, quiero que quede claro a todo el mundo que
NO TIENES LA RAZON.
Si te parece muy bien que el autor del libro, lo publique y a que rankia lo toleres, que a demás también te parezca bien que el autor del libro pueda publicar el mismo u otros, que gente, la que quiera, lo compre... si todo te parece bien...¿Qué bienes a contar?
Si además das por bueno, !más bien lo exiges!, que te puedas entrometer en cualquier hilo a aportar cualquier comentario, sin venir a cuento, y además debemos darlo por bueno (más bien, según tu criterio estamos obligado) ¿por que eres tan poco tolerante cuando te replica?
Dicho todo lo anterior, que es en este hilo, pero podría ser en cualquier otro, ¿Qué aportas? ¿Por qué te preocupa tanto de la edad que tenemos o si aparentamos lo que no somos? ¿acaso te hemos preguntado que edad tienes, que estudio obtenta o si tienes novia, eres bisexual o etéreo? !Por favor no me responda! No me apetece nada saber nada personal tuyo, NADA.
Eres una persona, que por lo que escribes, pareces "centrada", y cuando lo piensas, tus pos resultan amenos, pero chicos, en la replicas ya te pierdes, no tienes control y por regla general sueles meter mucho la pata, pero todos tus comentarios se caracterizan por que vas de psicólogo, parece que sabes más de la persona que hablas que el mismo al que criticas y, por regla general, no sueles aporta nada, NADA. Parece que lo hace es criticar por criticar, o sea el síndrome del envidioso (No digo que lo seas, digo que tienes ese síndrome)
Bueno, me gustaría, ya que te considero un buen forero, que abriera tu propio hilo que pudiéramos seguir, con tu aportaciones, !sean las que sean! Seguro que hay una faceta que dominas y, seguro, podamos aprender. Mientras no lo hagas seguiremos sin saber que es lo que quieres o QUÉ ES LO QUE SABES, pues hasta este momento tu aportaciones son NULAS.
Saludos
Y perdón a autor del hilo por esta intromisión ... pero como yotrader no tiene domicilio...
(PÁGINAS 128-129-130-131)
El dinero que había ganado hasta la fecha no estaba mal, pero era menos del 0.50% del objetivo que tenía en mente.
La verdad es que miraba a mi meta y me daba cuenta de lo complicado que era llegar hasta ese punto tan elevado.
No era suficiente con lo que habías conseguido, tenías que mantener el ritmo, y esperar que las cosas continuaran como hasta ahora.
Tenía que superar un montón de niveles.
-¿Piensas que la suerte influyó en todo esto?
No me gusta la suerte, ya lo sabes, pero reconozco que aunque a mi no me guste, la suerte además de existir influye en varios sentidos.
Si no existiera el señor Andrés yo no hubiera llegado a este punto.
Si no se me hubiera ocurrido la idea de hacer lo contrario, tampoco hubiera sucedido nada.
Esa idea surgió de repente, no fue algo razonado ni planeado.
Al jugador le gustaba el ambiente de la sala de bolsa y no quería consejos de ninguna clase que le ayudaran a mejorar. Vi como se enfadaba con los brokers en más de una ocasión, cuando estos le daban un consejo sensato.
¿Y si se hubiera dejado aconsejar?
De entrada perdería menos, eso seguro y a lo mejor hasta podría haber ganado algo, lo que significaría, inicialmente, un pequeño desastre para mí y me obligaría a dejar de operar a la contra.
En cierto sentido supongo que tuve algo de suerte.
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Las 12:00 y el señor Andrés seguía sin dar señales de vida.
Algo pasaba. Lo supo inmediatamente. Esto se desviaba mucho del horario normal del Jugador.
Aprovechando un momento en el que no sonaban los teléfonos se acercó hasta uno de los brokers e inició una conversación sobre la marcha del mercado. En un momento dado desvió la conversación hacia el tema que le interesaba y obtuvo la información que buscaba.
La buena noticia es que el Jugador estaba vivito y coleando, la mala noticia es que tardaría mucho tiempo en regresar a la sala, tal vez no volviera nunca.
Resulta que su esposa había presentado una demanda de divorcio y exigía 6 millones de euros en efectivo y un par de millones en propiedades.
A esto se le sumaba que la fábrica de uno de sus hijos, en la que el señor Andrés tenía una participación importante, había quebrado.
¡Mierda!
Se había jodido el invento.
Esta vez había llegado más lejos que nunca, pero los 30 millones famosos, se habían convertido de nuevo en un sueño inalcanzable.
Era terriblemente difícil conseguir esa cifra, ahora mismo sin su indicador contrario era simplemente imposible.
Miraba todas aquellas pantallas llenas de números parpadeantes que cambiaban sin cesar, todos esos malditos números que estaban vivos gracias al constante flujo de ordenes de compra y venta, y pensaba: ¡Dios santísimo!, ¿Y ahora que hago?.
Por la noche estuvo viendo la película Rounders, (Puntuación de 1 a 10, le daría un 7).
Decía una cosa que era perfectamente aplicable a la bolsa.
“ Los tíos que saben dicen: Juega para ganarte la vida, es como cualquier trabajo, la meta es ganar una buena apuesta cada hora, conseguir la pasta CUANDO LLEVAS UNA BUENA MANO y protegerte cuando no. NO JUGAR PORQUE SI. “
Se acostó sin tener ninguna solución.
El problema es que para David una solución significa hacerse rico a toda velocidad, y esa idea fija nubla su mente, y no le hace darse cuenta de que podría obtener una rentabilidad decente, no espectacular y mucho menos tan alta como para hacerle millonario en pocos años, con una cosa que había mirado en los gráficos, aprovechando los tiempos muertos en los que la bolsa no se movía.
2
“El cerebro y no el músculo es hoy el ganador en la lucha por la vida. La materia gris prima sobre la fuerza muscular, y los más aptos para sobrevivir son los que poseen el poder intelectual y comercial. No se resignan a ser exclavos asalariados. Saben que como exclavos asalariados, trabajando día y noche y viviendo con sobriedad, no podrían ahorrar en sesenta años, ni en mil doscientos, una suma de dinero suficiente para enfrentarse con éxito a las grandes combinaciones de capital actualmente existente.”
Los favoritos de Midas relato de Jack London
“La gestión del dinero requiere una dedicación inquebrantable a la causa de ganar dinero y todas las demás consideraciones deben subordinarse a ella.”
La crisis del capitalismo global de George Soros
“Paulie, ¿puedes?
Soy capaz de hacerlo. PUEDO”
Misery, de Stephen King
“Es cosa fácil ver lo evidente, hacer lo esperado. La vida individual tiende a ser estática en vez de dinámica, y a esta tendencia la civilización la ha convertido en propulsión, donde sólo se ve lo evidente, y lo inesperado rara vez ocurre.
Sin embargo, cuando lo inesperado ocurre, y es de una importancia lo suficientemente grave, los ineptos perecen. No ven que no es obvio, son incapaces de hacer lo inesperado, son impotentes para ajustar sus bien surcadas vidas a otros extraños surcos.
Por otro lado, están aquellos que escapan a la regla de lo evidente y ajustan su vida a no importa que extraño surco, por donde puedan haberse extraviado o que se hayan visto obligados a tomar.”
Lo inesperado de Jack London
“Aprendió a mirar el peligro de frente y con comprensión, perdiendo para siempre ese miedo que nace de la ignorancia y aflige a los educados en la ciudad, haciéndolos necios como un caballo necio, de modo que esperan su destino helados de miedo o salen de estampida con terror ciego y autodestructivo, en vez de forcejear con el.”
Lo inesperado de Jack London
“La principal razón por la que las personas tienen dificultades financieras es porque aunque se pasan años estudiando, no aprenden nada sobre el dinero. El resultado es que la gente aprende a trabajar por dinero….pero nunca a HACER QUE EL DINERO TRABAJE PARA ELLOS.”
Padre rico, Padre pobre de Robert Kiyosaki y Sharon Lechter.
Después de aproximarse a las cercanías del 6300, el Ibex recortó el 50% de lo que había subido.
Abrió con un hueco a la baja de 64 puntos, en 5871. Los teléfonos no dejaban de sonar. Fue de las pocas veces, en las que todos los clientes de la sala operaron en la misma dirección y tuvieron éxito. Incluso los siempre bajistas lo vieron tan claro que abrieron largos, con la intención de aprovechar el rebote, que teóricamente no pasaría del 6200.
Sólo una minoría de los que apostaron al alza, mantuvieron sus posiciones abiertas, con vista a objetivos más ambiciosos.
Pero el mercado sorprendió a todos y fue más allá de lo que pensaban unos y otros.
Unos días después abría en 6470, con un hueco alcista de 142 puntos, y tras tocas el 6567, cerró la jornada en 6450.
-Cerré los largos demasiado pronto. Nunca he estado tan bien comprado en toda mi puta vida.- afirmaba G., reflejando con sus palabras el sentir de la mayoría de los especuladores.
3
Quince sesiones más tarde el Ibex rodaría hasta el 6183, y cerraría en 6212.
Parecía que la espectacular subida se iba a quedar en nada. Los ánimos bajistas regresaban con fuerza al mercado.
Hasta tal punto había calado el sentimiento bajista, que incluso Cristóbal, el maestro, un siempre alcista que disponía de una sólida cartera con decenas de miles de acciones acumuladas a lo largo de quince años, se atrevió a entrar en los contratos de futuros abriendo cortos.
Era la primera vez que operaba con ese tipo de productos. Normalmente iba a la sala para seguir las cotizaciones, leer el periódico, conversar sobre la bolsa, y cada seis o siete meses, engordar su gigantesca cartera con 1000 o 2000 acciones más.
El se justificaba de la siguiente manera:
-Todo el mundo dice que esto va a bajar. Con eso de Irak no se sabe lo que puede suceder. He vendido dos futuros grandes a ver que pasa. Es la primera vez que lo hago, si lo hubiera hecho en el 2000 cuanto dinero me hubiera embolsado sin necesidad de vender mis acciones.
(CONTINUARÁ........)
(PÁGINAS 132-133-134-135)
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Un día se puso a enredar con un sistema automático, modifico los parámetros y lo colocó sobre una media movil.
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Sistema cruce Estocástico 01.vba, con *Fuente base Avquick sobre la media móvil acelerada de 10 periodos, factor 2.
Parámetros:
Data periodo 6
Data SK 1
SD 3
Banda superior 72
Banda inferior 22
% venta 0,17
% compra 0,12
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Lo puso sobre el gráfico diario, esperó unos segundos a que el ordenador realizara los cálculos, Después fue a estadística y para su sorpresa descubrió que tenía una rentabilidad y una fiabilidad muy buena.
El corazón le dio un vuelco. Ya está, pensó, lo conseguí.
Tuvo ganas de ponerse a dar saltos de alegría, pero se contuvo porque había demasiadas personas en la sala.
Abrió el Ibex diario, y recreó su vista con los resultados del sistema. Las flechas de color azul indicaban que las operaciones realizadas por el programa habían resultado positivas, y casi todas eran de ese color.
Si se comportaba tan bien en un gráfico diario, ¿qué tal funcionaría con un gráfico, de por ejemplo quince minutos?.
Eran las 14:05. Como aquel día no había datos, la actividad bursátil había disminuido notablemente, no se incrementaría hasta las 15:30, que era cuando abrían las bolsas americanas.
Hacía ya una hora que el mercado parecía un encefalograma plano.
Fue a estadística y en la pantalla apareció:
Número de negocios 744
Ganancia Total +116000 puntos
Fiabilidad: 78,55 %
-¡Dios mío!, esto es una mina. ¡Ahora sí que me voy a forrar!, pensó David entusiasmado, sólo tenía que comprobar en tiempo real su comportamiento y si funcionaba igual de bien ya tenía el problema solucionado para siempre.
Se haría de oro, la informática era mucho más fiable que seres humanos como el señor Andrés.
Gracias Bill Gates, pensó.
El protocolo a la hora de utilizar un sistema automático indicaba que se debería de probar en tiempo real al menos durante seis meses.
Pero David tenía prisa, a la mierda el protocolo, una operación en tiempo real y si todo cuadraba, en la siguiente operación entraría con dinero de verdad.
Aquello era un super sistema. Enseguida se puso a hacer cálculos mentalmente, si invierto esta cantidad, ganaré tanto en sólo un año.
Las visiones que permanecían encerradas bajo llave en algún lugar de su mente, se liberaron. Ante David volvieron a desfilar imágenes de riquezas sin fin. En una de ellas vio con absoluta claridad el titular de un periódico que anunciaba con grandes letras:
La historia de David, el inversor más grande todos los tiempos.
¿Qué problema podía existir?, la estadística era perfecta.
El sistema mantenía una operación abierta, tenía que esperar a que se cerrara y diera la siguiente señal, tenía que observarlo en directo.
Se olvidó de ir a comer, aquello era demasiado importante.
Natalia le llamó al móvil y David le dijo que ahora estaba muy ocupado, y que no iría a comer. A lo mejor de camino a casa, el sistema daba una nueva señal y David tendría que esperar de nuevo.
Tenía que ver la señal en directo.
No apartaba los ojos de la pantalla.
Le entró hambre, estaba acostumbrado a realizar ayunos, últimamente un día cada dos semanas, sólo tenía que beber agua, estar entretenido y punto.
Pero en aquel momento necesitaba comer algo porque estaba nervioso y como no quería permanecer fuera de la sala demasiado tiempo, por si aparecía una señal, bajó corriendo las escaleras, entró en la cafetería XXXX, pidió un bocadillo, una botella de agua, subió las escaleras de dos en dos a toda velocidad, y regresó a Ahorro 40.
A pesar de las prisas sólo cogía el ascensor cuando era absolutamente necesario.
Tuvo que esperar hasta las 16:30. Entonces el programa automático representó mediante una flecha, una señal de venta. En ese momento el mercado estaba en 6212.
Maldita sea, había algo que no cuadraba, ¿la flecha no debería de estar encima de la barra de las 16:30?, ¿qué hacía más arriba?.
Miró la estadística del sistema.
Aquí está, última operación a las 16:30, pone que vendió en 6375. Imposible, aquí falla algo. A las 16:30 estábamos en 6212
-¡Mierda!, no puede ser. - exclamó en voz alta sin darse cuenta
-¿Qué pasa?- preguntó Ricardo que se había quedado sólo mientras su compañero de trabajo se iba a comer.
Le explicó el problema, el bróker le echo un vistazo y dijo:
- Es el típico sistema automático en el que no coinciden los datos estadísticos con la realidad, esto quiere decir que la estadística no es real. Ya les ha sucedido a varios clientes, el problema es que su fuente base es una media. Saca eso y ya verás como los resultados son muy diferentes, pero concuerdan con la realidad.
Hizo lo que el broker le indicó y efectivamente, la cosa cambiaba de forma radical, otra cosa que no funcionaba.
Demasiado bonito para ser cierto.
Sus sueños se derrumbaron como un castillo de naipes.
Abatido dejó caer su cuerpo sobre la silla.
Todo aquel maLdito asunto de encontrar un sistema ganador y vivir de la bolsa, empezaba a convertirse en una carga muy pesada.
Estaba empezando a cansarse de verdad del maldito asunto.
Le daban ganas de irse ahora mismo de Ahorro 40 y no regresar jamás.
Por lo menos había conseguido algo de dinero.
Dejarlo todo atrás y volver a ser…un miserable esclavo asalariado.
Se conocía muy bien, a pesar de las dificultades ya pesar de todo, no podía abandonar, deseaba triunfar, y a lo grande. Se consoló pensando que los individuos que habían logrado algo importante en la bolsa, en sus inicios, cuando nadie les conocía, habían pasado por lo mismo.
¿Y cual había sido la razón de su éxito?, luchar sin descanso hasta obtener el resultado deseado.
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Je,je,je, esforzarse en algo no garantiza nada David, es cierto que inclina un poco las posibilidades a tu favor, pero ¿Cuantos individuos están ahí fuera intentando lo mismo?.
Es una competición, la mayoría por mucho que se esfuercen no lo conseguirán.
Y de los pocos que lo consigan, tan sólo una minoría muy pequeña lograrán llegar o superar tus famosos 30 millones.
No se lo que pasará contigo en la bolsa, pero lo de los 30 millones me parece que va a ser que no.
Se ve a todos esos tipos que se ha hecho ricos, o sea patrimonio mínimo de 30 millones, pero no se ve a un número mucho mayor, que lo intentaron como locos pero no lo consiguieron.
No hay para todos y no pueden ganar todos, ni siquiera la mitad de ellos.
Con la economía funcionando con normalidad la tasa de fracaso en las empresas de nueva creación ronda el 70%, David, deberías de tenerlo en cuenta.
Creo que tienes más posibilidades en la lotería con esos sueños premonitorios tuyos, pero tienes un problema, esos sueños premonitorios tan sólo te han dado beneficios ridículos y estás estancando en ese asunto, a pesar del "masajeo mental", tal y como yo lo veo, lo tienes un poco jodido. Ja,ja,ja.
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(CONTINUARÁ....)
Sacrafame, cuando dices... quiero decir, David, cuando dices "Cuando estás muerto ni siquiera sabes que lo estás, no sabes nada ni eres nada." estoy de acuerdo, lo pienso a veces, y las veces que lo pienso, me contesto: "pero si yo nunca he estado muerto, ¿como puedo saberlo? a lo sumo, puedo intuirlo en base a mis conocimientos actuales sobre la vida que yo conozco".
Somos tan ignorantes como los peces que ignoran la existencia la tierra, el espacio y lo que hay más allá...
"por mucho que aprendamos, nuestra ignorancia siempre será tan infinita como el espacio y el tiempo" ... mmmm ... mmmm ... no se si esa frase ha sido pronuciada alguna vez, si no lo ha sido, me pido el CopyRight.
Aprovecho para decir que me gustan tus sueños, me provocan momentos de carcajadas que me resucitan. Y este párrafo: "Tenía ganas de detenerme, pero mi padre me había dicho que me estaba vigilando, yo no lo veía por ningún lado, pero sabía que los adultos tenían poderes, así que no dude de que se enteraría si paraba a descansar." es buenísimo, me he reido como pocas veces.
Llevo dos o tres días, no se cuantos, aprovechando cada rato libre para ponerme al día con el relato, y parece que no lo voy a conseguir. Y cuando leo a algunos foreros que lo quisieran leer de golpe, afirmo que no saben lo que se dicen, es mejor ir al día y dosificado, que yo ayer eran las 2 y media de la mañana y estaba leyendo en el móvil.
Hasta las páginas 60 o 70 me has pintado un panorama que me dan ganas de mandar a freir monas la bolsa. Desde fuera se ve un negocio redondo: vender cuando baja, comprar cuando sube... y una mierda... está claro que esto es un juego sin razón, y que si le encuentras un poco de razón, a los pocos días, semanas, o meses, esa razón se esfuma. La bolsa es para gladiadores que no cesan en la lucha de encontrar las nuevas razones (o indicadores) que mueven la bolsa.
Sacrafame, Rankia lleva años funcionando y nunca se ha visto algo así ¡Enhorabuena!
(PÁGINAS 136-137-138-139)
3
“Por la cabeza me ronda una hormiga que se yergue y desafía a una apisonadora.”
Serious Matters autor: Gavin Ewart
“…..No hay dinero en esa mierda. No te equivocarás en la vida ¿entiendes?, si antes de hacer algo piensas ¿Voy a ganar dinero con esto?, ¿entiendes? no falla. Es la mejor manera de vivir al máximo. ¿Te enteras?”
Little boy blue Edward Bunker
“Las reglas dictadas, las reglas impuestas, son las de los negocios, el benefico, la victoria sobre cualquier competidor. El resto es igual a cero. El resto no existe. Estar en una situación de decidir sobre la vida y la muerte de todos, de promocionar un producto, de monopolizar un segmento del mercado, de invertir en sectores de vanguardia, es un poder que se paga con la cárcel o con la vida. Tener poder durante diez años, durante un año, durante una hora. La duración da igual: vivir, mandar de verdad, eso es lo que cuenta. Vencer en la arena del mercado y llegar a mirar el sol directamente.
Dominar a costa de cualquier cosa. El poder por encima de todo. La victoria económica más preciada que la vida. Que la vida de cualquiera e incluso que la propia.”
Gomorra Roberto Saviano
Daniel y Fernando mantenían una charla. Estaban tan cerca, que no pudo evitar escucharlos.
-Esto no es para mí. Yo no se porqué, pero casi siempre me equivoco. Parece que estoy gafado. Ya he perdido un montón de dinero. Me vendí en 6429, porque me parecía que estaban muy arriba, y ahora están en 6600.- explicaba Daniel
-Pues haz lo contrario de lo que se te ocurra, y así acertarás.- le aconsejó Fernando.
-¡Precisamente eso fue lo que hice!. Pensé, van para arriba, hay que comprar. Después, en contra de mi propia opinión, opté por abrir un corto. Y ya ves el resultado. Pierdo igual. Es que no hay manera.
David tuvo que contenerse para no soltar una estruendosa carcajada. Vaya cosas pasaban en Ahorro 40, reflexionó distraídamente mientras hacía clic para comprobar un dato.
Yo he ganado pasta, pero casi se podría decir que por una serie de casualidades, estuve cerca de perderlo todo.
Daniel y Fernando han perdido dinero. Ignacio, Germán, Carlos, Ángel y Gonzalo también.
Recordó a los que operaban a largo plazo, Juan, Cristóbal y Manuel. De estos sólo Cristóbal ganaba dinero, y porque tenía acciones de primera fila desde hacía quince años y le había coincidido, si en ves de bolsa española estuviera en bolsa japonesa el cuento del largo plazo al tum tum, daría un resultado muy distinto.
Andrés, este tenía el record, se rumoreaba que desde que estaba en ahorro 40 acumulaba unas pérdidas de 900.000 euros, que pena no haberlo pillado antes. Y que pena que se marchara, pero bueno nada dura para siempre.
Llegó a la conclusión, de que todos los bolsistas que conocía, exceptuando a Luky Lorenzo, perdían en la mayoría de las operaciones. Perdían de formas muy diversas, pero perdían.
Había otros muchos especuladores que operaban por teléfono, o que acudían a la sala, pero con los que no tenía trato. Seguro que, globalmente palmaban pasta.
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El 20 de junio del 2003 , Telefónica lanzaba una *OPA sobre Terra a 5,50 euros.
Todas las personas que estaban atrapadas en el valor, estaban muy enfadados. No paraban de despotricar contra “Timofónica” por lo que consideraban una estafa.
El señor Cristóbal, que tuvo la suerte de que le concedieran acciones en la *OPV, había visto multiplicar su inversión por 10 y ahora les perdía más de un 50%.
-¿Porqué no vendí cuando estaban en 150?- se lamentaba disgustado.
Damián, un señor de unos cincuenta años, medio calvo, que pocas veces se pasaba por la sala, exclamaba:
-¡Estos de Telefónica te dan por culo una vez, y ahora que lo tienes dolorido, vuelven a darte otra vez!.
Aquel era el tipo que tras vender un montón de fincas heredadas y juntar un cuarto de millón de euros, lo invirtió todo en Terra a 55, en plena caída, con la ilusión de multiplicar su capital. Desde entonces la cotización se había desplomado un 90%.
Después de desahogarse, Damián se sentó en una silla, sin perder de vista las noticias que daban sobre el caso Terra en el Bloomberg. En aquel momento, el canal televisivo ofrecía imágenes de las protestas de un grupo de airados inversores, en Madrid.
David estaba detrás, atento a sus asuntos, cuando observó que Damián llevaba los calcetines rotos.
¿Cómo podía alguien tirar cientos de miles de euros en bolsa y andar por ahí con los calcetines rotos?.
La verdad es que no dejaba de sorprenderse con los comportamientos de los inversores.
Aquel hecho le hizo recordar un suceso del que había sido testigo en un bar de la estación de autobuses.
Mientras se tomaba un café contempló la irracional escena, protagonizada por un sujeto que vestía de forma andrajosa y tenía un aspecto poco aseado.
Aquel individuo, no dejaba de introducir monedas en dos máquinas tragaperRas ¡a la vez!, con ambas manos. Y dale, y venga más monedas. Estuvo así durante un buen rato, hasta que se le agotó el presupuesto. Al parecer repetía el mismo comportamiento compulsivo con bastante frecuencia.
El camarero le informó de que aquel viejo con pintas de muerto de hambre, cobraba una pensión de las más altas, por haber trabajado en la mina. Lo gastaba todo en la máquina, con excepción del mínimo imprescindible para comer, y para pagar el alquiler del miserable cuchitril en el que habitaba. Nunca compraba ropa nueva, siempre andaba por ahí con los mismo harapos, que el mismo remendaba una y otra vez.
La realidad, era que para la inmensa mayoría de los participantes, los mercados financieros, no eran sino una gigantesca y voraz máquina tragaperras, rodeada de una aureola de seriedad, donde los especuladores eran llamados inversores. Un lugar en el que los incautos eran atraídos gracias a una espectacular estrategia publicitaria a escala mundial, haciéndoles creer que la bolsa les ofrecía grandes oportunidades. Los mercados financieros eran como el agua del océano, había tal exceso de ahorro a escala mundial que tarde o temprano, de forma directa o indirecta gran parte de ese dinero terminaba en la bolsa.
La industria destacaba lo que se ganaba pero escondía lo que se perdía.
La máquinaria era capaz de tragarse fortunas enteras y cuanto más dinero se tenía más se solía perder.
Esto era cierto excepto en el caso de las personas que habían hecho fortuna en bolsa.
El gobierno de Libia perdió más de mil millones con un producto que invertía en divisas y acciones en sólo unos meses.
Un fondo de inversión Japones tras ganar un 72% fue a la quiebra al año siguiente y dejó a los inversores sin miles de millones de dólares.
Long term capital Management, perdió 4500 millones de dólares en cuatro meses y tuvo que cerrar.
Ese dinero desapareció de un sitio, se le quitó las comisiones y a través de extraños caminos llegó como caído del cielo a los bolsillos de otras personas o fondos.
Este era un juego en el que las formas de perder eran infinitas. Un juego cuyo motor básico, más allá de las noticias y lo buena o mala que fuera esta o aquella empresa sólo se movía por la entrada de dinero comprando a precios cada vez más altos, y que bajaba en el momento en que nadie más quería comprar a un precio superior.
Un lugar en el que podían ocurrir cosas increíbles, valores considerados basura podían multiplicar su precio en pocos meses y acciones que llevan una década cotizando a precios cada vez más altos, y que se llamaban “buenas empresas” o “valores en crecimiento”, pierden en seis meses el noventa por ciento de todo lo que habían subido.
Un lugar en el que el engaño, las mentiras y las trampas de todo calibre y a todo tipo de plazos estaban a la orden del día.
Un lugar donde una agencia de valores recomendaba vender una acción y a la semana siguiente te fijabas y descubrías que ellos eran los máximos compradores de esas acción durante la semana.
Un negocio en el que las mentiras de la industria se utilizaban para atraer a las potenciales víctimas, intoxicándoles el cerebro con eso de que a largo plazo siempre se gana, y de que el dividendo y los datos eran los responsables últimos de de las cotizaciones.
Cuando un fondo de inversión ganaba siempre era porque eran muy listos, pero cuando perdían siempre era culpa de la economía y de otras cosas.
Un lugar que producía toneladas de información que terminaban mareando y causando confusión en la mente de aquellos que se tragaban todo el menú.
Un sitio en el que todos aquellos que se dejaban arrastrar por el miedo, la codicia, la noticia, la subida de última hora de este o aquel valor, eran carne de cañón.
Y en el que nadie te decía la única verdad, que los beneficios no crecían en los árboles ni se producían porque la empresa era muy buena.
Los beneficios salían del bolsillo de los perdedores. En una tendencia alcista fuerte ahí un momento en el que la mayoría tienen plusvalías latentes, ¿Van a ganar todos?.
Se puede apostar con seguridad que no.
Es matemáticamente imposible, la mayoría de una u otra forma perderán.