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Nunca monto en un avión que llega con retraso, me ha pasado en un par de ocasiones.
Natalia se enfada conmigo y en esos momentos yo la abrazo con fuerza y le digo que al igual que yo tengo que ceder en algunas cosas, ella tiene que ceder en otras.
En el 70% de los accidentes los aviones iban con retraso.
Eso no quiere decir que la mayoría de los aviones que llegan con retraso vaya a sufrir un accidente, pero es un dato importante que conviene tener en cuenta.
El 80% de los accidentes aéreos se producen entre los 3 primeros minutos (despegue) y los 8 últimos (aterrizaje).
Todos los pilotos lo saben.
En esos momentos yo permanezco alerta y obligo a Natalia a estar preparada para lo que sea.
Observo al resto de los viajeros, en caso de que el avión se incendie al chocar con algo o lo que sea la gente se pondrá histérica yo utilizaré mi fuerza para sobrevivir.
Me fijo en las salidas de emergencia.
Llevo siempre encima dos capuchas anti humo, también la uso en hoteles y en casa.
El resto de los pasajeros se relajan, buscan entretenimientos, muchos ni siquiera llevan un calzado adecuado para correr si hace falta, y ninguno está alerta.
Cuando han pasado los tres primeros minutos me relajo, no al 100%, pero bastante.
Natalia se entretiene como sea, hasta que faltan 8 minutos para finalizar el vuelo, entonces le agarro de la mano y me preparo para lo peor.
Ella deja lo que está haciendo, suspira y murmura, joder, pero me hace caso.
De momento nunca me he visto envuelto en un accidente aéreo.
El simpático presidente norteamericano, George Bush hijo, dijo en una entrevista que estaba comiendo unas galletas y por poco se muere atragantado.
Hay que tener cuidado.
Pensándolo bien, debería de salir de casa con casco, sobre todo en invierno, cuando un grueso manto de nieve cubre la ciudad.
Tal vez al salir de casa, cuando esté bajando los escalones de piedra, resbale y me rompa la cabeza.
Aunque soy paranoico no llego a este extremo, primero por Natalia, no quiero que se escape, segundo porque me dificultaría bastante la vida diaria, tercero en vez de ser útil, mi paranoia se convertiría en una cruz tan grande que terminaría loco perdido.
Afortunadamente no estoy loco al 100%.
En una ocasión, Ahorro 40 organizó una cena e invitó a los clientes que más comisiones habían generado durante el año pasado.
Yo rechacé la invitación.
Cedo con Natalia pero con nadie más.
Me falta alguna pieza en la cabeza que me impide entender porque a la gente le gustan tanto estas cosas, me refiero a reuniones tipo cena, bodas, discotecas y demás.
Yo levanto un muro de 20 metros ante el resto del mundo.
Sólo trato con personas que conozco bien y procuro estar en ambientes en los que destaco y puedo controlarlo todo.
Fuera de ahí me siento como un pez fuera del agua.
NOVENA PARTE
“El mercado financiero no es su madre. Consiste en hombres curtidos que buscan el modo de separarle a usted de su dinero.”
Alexander Elder
“Hay más de una forma de llegar al cielo.”
Warren Buffet, financiero Estadounidense.
" Una vez llegó al pueblo un señor, bien vestido, se instaló en el único hotel que había, y puso un aviso en la única página del periódico local, indicando que estaba dispuesto a comprar cada mono que le trajeran por $10.
Los campesinos, que sabían que el bosque estaba lleno de monos, salieron corriendo a cazar monos. El hombre compró, como había prometido en el aviso, los cientos de monos que le trajeron a $10 cada uno sin chistar. Pero, como ya quedaban muy pocos monos en el bosque, y era difícil cazarlos, los campesinos perdieron interés. Entonces el hombre ofreció $20 por cada mono, y los campesinos corrieron otra vez al bosque.
Nuevamente, fueron mermando los monos, y el hombre elevó la oferta a $25, y los campesinos volvieron al bosque, cazando los pocos monos que quedaban, hasta que ya era casi imposible encontrar uno. Llegado a este punto, el hombre ofreció $50 por cada mono, pero, como tenia negocios que atender en la ciudad, dejaría a cargo de su ayudante el negocio de la compra de monos.
Una vez que viajó el hombre a la ciudad, su ayudante se dirigió a los campesinos diciéndoles: Fíjense en esta jaula llena de miles de monos que mi jefe compró para su colección. Yo les ofrezco venderles a ustedes los monos por $35, y cuando el jefe regrese de la ciudad, se los venden por $50 cada uno. Los campesinos juntaron todos sus ahorros y compraron los miles de monos que había en la gran jaula, y esperaron el regreso del 'jefe'.
Desde ese día, no volvieron a ver ni al ayudante ni al jefe. Lo único que vieron fue la jaula llena de monos que compraron con sus ahorros de toda la vida...
Ahora sí, tienen ustedes una noción bien clara de cómo funciona el Mercado de Valores y la Bolsa!."
Leido en http://www.blog-wallstreet.com/
Varios meses más tarde su cuenta en Ahorro 40, ascendía exactamente a 141.324 euros y 31 céntimos.
Como esperaba la tendencia del señor Andrés a perder bastante más de lo que ganaba había continuado su curso.
David por su parte había seguido reinvirtiendo gran parte de los beneficios y ampliando un poco más su margen de seguridad en cada ocasión.
La última operación a la contra, el viernes, la había realizado con 10 contratos grandes.
El señor Andrés había ganado 62 puntos y David entre las comisiones y el deslizamiento había perdido 7521 euros.
Hoy lunes probablemente el Jugador se arriesgaría más por haber ganado en la última operación, y si esto sucedía, David esperaba recuperar la pérdida del viernes con intereses.
Eran las once de la mañana y el Jugador no aparecía.
David sacó la pequeña libreta que siempre llevaba encima y en la que anotaba escrupulosamente todas sus operaciones.
La mejor racha del Jugador había sido de 157 puntos, en la peor había perdido 1823 puntos.
El mayor número de operaciones seguidas ganando era de 5, la peor racha era de 24 operaciones seguidas perdiendo.
Malos números para el Jugador, pero excelentes para David que había hecho siempre lo contrario
(CONTINUARÁ.........)