Tubacex prevé un 2023 de "claro crecimiento" en el que superará sus resultados de 2022 y revisará su Plan Estratégico 2022-2025 tras anticipar el cumplimiento de parte de sus objetivos financieros. La compañía está centrada en "generar caja y reducir deuda", y tiene planificada para 2024 o 2025 una fase de crecimiento, con apuesta por nuevos negocios y sin descargar adquisiciones.
Estas previsiones han sido dadas a conocer por el CEO de la compañía, Jesús Esmorís, y el presidente, Francisco Javier García Sanz, en un encuentro con los medios de comunicación con motivo de la celebración en Bilbao de su Junta ordinaria de accionistas, en la que se ha aprobado el reparto de un dividendo bruto por 8,1 millones.
Los responsables de Tubacex han señalado que 2022, pese a las dificultades del contexto económico, ha sido un buen año, con unos resultados "históricos en rentabilidad, liquidez y visibilidad de su cartera de pedidos", los "mejores" del grupo en los últimos 14 años.
Esmorís ha apuntado que 2022, año que cerraron con un beneficio neto de 20,2 millones, fue "muy importante" en la trayectoria de la empresa "en un entorno nada fácil" marcado por la guerra de Ucrania y, posteriormente, por la inflación que ha afectado a las materias primas como el níquel.
A todo ello, se ha unido el coste energético, sobre todo, por el precio del gas que "se ha multiplicado por diez", un problema que, según han apuntado, se da en Europa porque en Asia y EEUU el incremento "es cero". En este sentido, creen que Europa se está "pegando un tiro en el pie" y ya se están derivando inversiones a otras zonas.
El responsable de Tubacex ha indicado que, pese a todo ello, ha sido un "año importante de generación de caja", de nuevos pedidos y de proyectos en ámbitos nuevos, como pueden ser la captura y almacenamiento de CO2 o el hidrógeno.
"CLARO CRECIMIENTO"
En el inicio de este año 2023 mantienen la tendencia de buenos resultados. La empresa cuenta con una cartera de pedidos "histórica" de 1.650 millones, lo que le da "gran visibilidad" para este año y anticipa un ejercicio "de claro crecimiento".
Prevén en 2023 estar por encima de 2022 en cuanto a resultados "si no pasa nada extraordinario", por lo que esperan que, desde ese punto de vista, sea un ejercicio "muy positivo" y en este segundo trimestre del año confían en "batir" los resultados del primero.
La empresa ha anticipado el cumplimiento de parte de los objetivos financieros de su plan estratégico 2022-2025 como los relativos a la reducción de la deuda financiera neta o al margen operativo, lo que les llevará a revisar los objetivos del Plan en la segunda mitad del año y ser "más optimistas" de cara a 2025.
Además, ha añadido que están en el "buen camino" para completar todos los retos que se han marcado en ese Plan que tiene como líneas estratégicas -la sostenibilidad, reducción de deuda neta, estabilidad del negocio, diversificación y competitividad-.
En concreto, ha precisado ya están cumpliendo objetivos como la reducción de deuda neta, al situar la ratio de deuda financiera neta sobre Ebitda en 2,8x, dentro del objetivo fijado de 2x a 3x. Han afirmado que 2022 ha sido un "año importante de reducción de deuda" y creen que también lo serán 2023 y 2024.
Tubacex cuenta con 280 millones de deuda financiera neta, tras reducirla en 49,1 millones en 2022, y con 380 millones de capital circulante que ya está vendido.
Tras destacar también los avances en sus indicadores de sostenibilidad, la compañía se acerca a anticipar otros objetivos como la estabilidad del negocio, que busca alcanzar una facturación de aproximadamente 1.000 o 1.200 millones al final del plan estratégico. Esmorís ha manifestado que, con el negocio actual, están ya en "cifras importantes", lo que, "quizá" les llevará a revisar este nuevo objetivo para 2025.
Según han apuntado, ya están en línea con esos objetivos gracias a la firma de mas de 30 acuerdos comerciales a largo plazo. Los responsables de Tubacex han recordado que en 2022 la facturación alcanzó los 714,7 millones y el primer trimestre 232,2 millones.
Los directivos de Tubacex han indicado que, dentro su estrategia, tras la fase de reestructuración, ahora se tienen que centrar en fortalecer su balance y "toca bajar deuda". "Si hacemos las cosas bien, si hacemos los deberes, planificamos una fase de crecimiento ya a partir del año que viene o el siguiente pero ahora tenemos que seguir haciendo lo que estamos haciendo generar caja y bajar deuda", han dicho.
DIVERSIFICACIÓN
En su comparecencia, han subrayado que Tubacex trabaja para convertirse en proveedor de productos industriales avanzados y servicios de alto valor añadido para los sectores energéticos y de movilidad. Ello va a implicar seguir avanzando en la diversificación de productos y sectores.
La apuesta es lograr reducir la dependencia del sector del oil&gas para situarla por debajo del 30% para 2025, aún siendo conscientes de que el gas va a ser una energía transitoria que va a estar muchos años, pero también apuestan por el sector del hidrógeno, la captura y almacenamiento de CO2, el ámbito aeroespacial o el aeronáutico.
Los responsables de Tubacex, que han indicado que los nuevos negocios en los que participan tienen un peso del 10%, han subrayado que quieren jugar un papel activo en la transición energética e irán "a la par con el futuro energético del mundo", lo que implicará que, si crece el hidrógeno, ellos también lo harán o si es la nuclear, un mercado que sí ven en crecimiento, también estarán en ese negocio.
Según han apuntado, apuestan por nuevos negocios tanto con crecimiento orgánico como inorgánico con la intención de seguir diversificando la compañía. En relación a posibles operaciones, el presidente de Tubacex ha indicado que tendrán que mirar "qué se puede adquirir en el mercado", pero siempre deberá ir en línea con el Plan estratégico y que añada valor. "Si esos requisitos no se dan, no haremos locuras", ha dicho.
Desde el punto de vista de competitividad, han asegurado que, tras la "necesaria y dolorosa reestructuración", los esfuerzos de ajustes de costes les ha permitido compensar la inflación y obtener rentabilidad positiva en todas sus plantas, incluidas las españolas. "Tenemos que ser competitivos para seguir creciendo", ha remarcado Esmorís, que ha indicado, respecto a las plantas vascas, que, en la actualidad, cerca del 70% de su actividad, desde el punto de vista de ventas, no depende de sus centros de Euskadi.
En relación a la situación del mercado, ha señalado que en 2022 ha tenido una recuperación después del Covid superior a la prevista y seguirá creciendo en los próximos años, al menos, hasta 2030, pero han apuntado que no se puede dejar de invertir en gas y petróleo porque supondría quedarse "sin energía". En este sentido, ha defendido una transición energética "con sentido, bien planificada" de manera que hay que "tener alternativas antes de sustituir" los energías actuales.
Por otro lado, Jesús Esmorís ha manifestado que tienen "buenas perspectivas" tanto para 2023 como para el futuro próximo, pero ha lamentado que no se vea reflejado en el valor de la acción, pese a la revalorización de 2022 y de este año, y esperan poder llegar "en el corto plazo a 3,77 euros/acción".
Precisamente, en la Junta se ha aprobado el reparto de un dividendo bruto por 8,1 millones, lo que supone un "pay out" del 40%. Además de renovar varios miembros del consejo y nombrar a Gracia López Granados, también se ha dado el visto bueno a la reducción del capital social de la sociedad en 1,1 millones de euros, mediante la amortización de 2,4 millones de acciones propias en autocartera