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Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

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Banco Popular (POP) Seguimiento del valor
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#5217

Re: Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

https://elpais.com/economia/2018/09/06/actualidad/1536257148_834526.html

El Santander admite que hace seis años que está en pérdidas en España

El consejero delegado de la entidad dice en el Congreso que, pese a todo, es el banco con mayor carga fiscal de Europa

El consejero delegado del Santander,  José Antonio Álvarez, ha afirmado este jueves en la comisión de investigación del Congreso sobre la crisis financiera que desde hace seis años el banco “no genera beneficios en España”. Pese a ello, dijo que ha destinado 1.130 millones para “el sostenimiento público” en pago del IVA, Seguridad Social e impuestos. Rechazó la idea de crear un impuesto a la banca porque “estigmatiza” y porque el Santander ya es la entidad que más paga de Europa. Sobre la crisis, Álvarez admitió que fueron “excesivamente optimistas en la concesión de créditos inmobiliarios”.

Después de más de 80 comparecencias y muchos meses de trabajo, este jueves se cerró finalmente la comisión de investigación de la crisis. La última intervención fue la del segundo ejecutivo del mayor banco de la zona euro. Ahora toca recibir las propuestas de los portavoces para llevar un documento consensuado al pleno del Congreso en noviembre.

Con muy poca autocrítica, Álvarez explicó las causas de la crisis, centrándose en el negativo papel de las cajas de ahorros por su mala gestión y gobierno corporativo, así como por el negocio inmobiliario que embaucó a todos los gestores. “Tanto cajas como bancos fuimos excesivamente optimistas en la concesión de crédito, especialmente los relacionados con el sector inmobiliario. Deberíamos haber sido más restrictivos. No crean que es fácil restringir el crédito en época de bonanza”, se justificó. Álvarez afirmó que el grupo ha contribuido con unos 6.100 millones al proceso de rescate financiero por su aportación al Fondo de Garantía de Depósitos y al banco malo, la Sareb.

Explicó que el sistema financiero español pasó de ganar 25.000 millones en 2007 a tener unas pérdidas brutas de 74.000 millones en 2012 por la crisis. “Por esta situación,  el Santander no gana dinero en España desde hace seis años. Del total de beneficios, el 60% proviene de Latinoamérica, el 21%, de Reino Unido y el 17%, de Santander Consumer Europa. El negocio en España, incluido el Banco Santander España, el centro corporativo y la división inmobiliaria no genera beneficios”, aseveró. Esta situación es similar a la de su competidor, el BBVA. No obstante, en la información facilitada a los medios, habitualmente el Santander no adjudica las pérdidas del centro corporativo al negocio de España, por lo que no había publicado las pérdidas consecutivas desde 2011.

Pese a estos números rojos, el número dos del Santander afirmó: “Somos el banco con mayor carga fiscal en Europa. Aunque no tenemos beneficio en España, contribuimos con 1.130 millones al sostenimiento público”. También aseguró que la carga fiscal del Grupo Santander en el segundo trimestre del 2018 “se ha situado en el 36%, frente al 25% de media de nuestros competidores”. Este ejecutivo rechazó que se cree un  impuesto a la banca (como planteó el Gobierno y exige Podemos) porque “le estigmatiza y no ayuda a generar un buen ambiente de inversión” en los mercados. Álvarez relacionó la posibilidad del incremento de los impuestos con la baja la rentabilidad del sector, “el mayor problema de la banca”. Y recordó que el Popular cayó por su falta de rentabilidad.

Lecciones de la crisis

Rechazó “la teoría de la conspiración” que apunta que el Santander sabía el final del Popular y esperó a que quebrara. “Es cierto que analizamos meses antes el tema del Popular, pero es que estaba todos los días en los periódicos”, comentó Álvarez. Preguntado por cuánto podrían obtener con esta compra, reiteró que esperan una rentabilidad del 13%, “pero tuvimos que ampliar capital en 7.000 millones”.

En cuanto a las lecciones de la crisis, desgranó cinco. “Es necesario mejorar la gestión del riesgo; por ejemplo se han mejorado las prácticas de valoración inmobiliaria (tasadoras), calidad de los colaterales, nuevas tecnologías en la captura y el análisis de datos”. También dijo que es importante “una gestión contracíclica del riesgo para evitar el sobrecalentamiento de los mercados, por ejemplo el inmobiliario, con más crédito”. Álvarez abogó por que las entidades tengan balances bancarios fuertes para aguantar crisis financieras, y por tanto, “niveles más altos de capital de los que había antes de la crisis”. Reclamó bancos diversificados internacionalmente. Y dijo que es clave “tener un excelente equipo directivo y procesos de gobernanza fuertes y transparentes”.

Los diputados recordaron las multas de los supervisores al Santander por la venta de productos tóxicos para los clientes. Álvarez aseguró que corrigen estas situaciones y afirmó que nunca compensa infringir las normas y luego pagar las multas “porque se pierde lo más importante: la confianza del cliente”.

FALTA UN SOPORTE PARA BANCOS EN CRISIS

El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, reconoció que en los procesos de resolución de entidades, como sucedió en el caso de Popular “siempre falta información y tiempo”. No obstante, defendió que la venta del Popular fue un procedimiento comunitario “lógico” que se ajustó a la legalidad. Aun así, el directivo de Santander cree que sería “conveniente” que existiera “un prestamista de último recurso”, un organismo que socorra a los bancos sin liquidez para que los potenciales compradores tengan más tiempo y más información, y acudan más interesados.

#5218

Re: Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

https://cobracastellano.wordpress.com/2018/07/26/el-banco-de-santander-al-borde-de-la-quiebra/

El Banco de Santander al borde de la quiebra

JULY 26, 2018 /  LESTER

NOTA:Usad discernimiento a su máximo nivel

Antes a tener esto en cuenta
https://www.elespanol.com/economia/empresas/20171124/264473835_0.html

El Santander seguirá en 2019 como único  banco sistémico en España

Un banco sistémico es aquel que, debido a su tamaño e importancia de sus negocios, cuenta con una gran relevancia dentro del mercado. Son aquellos que se consideran esenciales para mantener la estabilidad y cuyos problemas pueden afectar sobremanera al sistema financiero de un determinado país (incluso de manera internacional).

En resumen, se dice de ellos que son demasiado grandes para dejarlos caer, lo que en inglés se ejemplifica con las siglas TBTF ( too big to fail).

https://latribunadeespana.com/economia/noticia-bomba-el-banco-de-santander-al-borde-de-la-quiebra

#5219

Re: Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

http://diario16.com/santander-se-desangra-trampa/

El Santander se desangra en su propia trampa

En Diario16 ya hemos indicado en diferentes ocasiones que el mercado no se creía la operación del Banco Popular porque los propios resultados del Santander así lo demuestran. Los movimientos en los juzgados de los afectados y la posibilidad cada vez más cercana de que se adopten medidas cautelares contra la operación está provocando que el valor del banco cántabro se desplome, además de que los grandes fondos, gestores de cartera y bancos custodios estén retirando parte de su participación

Era un secreto a voces. La situación crítica por la que está atravesando el Santander se traslada al mercado. Ni siquiera la operación de adquisición del Banco Popular por un euro ha generado ilusión entre los inversores. El mercado no se cree la operación y, hasta ahora, se mantenía expectante respecto a la misma, pero con cierto pesimismo. De ahí que el valor del Santander apenas se haya modificado desde el día 7 de junio de 2.017. En concreto, ese día el banco cántabro cerró la sesión con un valor de 5,65, terminando el año en 5,48. La magnitud de la operación debió haber lanzado el valor del Santander por encima de los 8 euros por acción. Sin embargo, no está siendo así.

Pero el mercado ha continuado con su escepticismo puesto que, a pesar de que el 2.018 comenzó con subidas de hasta 6.08, a partir de ahí ha bajado hasta perder los 5 euros por acción en la última semana.

Sin embargo, esto no es algo exclusivo del mercado español sino que el Santander se está desplomando en prácticamente todos los parqués del mundo:

Como decíamos anteriormente, la operación del Banco Popular debía de haber catapultado el valor del Santander y no lo ha hecho, más bien todo lo contrario porque desde la adquisición de la sexta entidad financiera de España ha perdido ya más de un euro por acción. Todo ello con la rentabilidad que ya ha conseguido a través de la venta de activos estratégicos y no estratégicos.

La propia auditoría del Santander demostraba que había importantes agujeros tanto de capital como de liquidez que fueron resueltos a través de maniobras de maquillaje contable como el resultado consolidado que arrojaba pérdidas por valor de 5.732 millones de euros o la detección de cambios de criterios en la propia auditora PwC. Las propias cuentas del ejercicio 2.017 demuestran, entre otras cosas, que la ampliación de capital de 7.200 millones que se anunció como una de las medidas para acometer la compra del Popular no tuvo otro fin que tapar los agujeros del Santander. Todo ello, como ya publicamos en Diario16, como consecuencia de la mala gestión, del Brexit y de las consecuencias de los movimientos de las economías latinoamericanas donde el Santander está tan expuesto.

Esta situación ha generado, en primer lugar, que el Santander pretenda acelerar la integración con el Popular, tal y como está comunicando a los clientes a través de correos electrónicos o a la CNMV a través de un Hecho Relevante publicado el mes de abril:

En segundo lugar, el Santander está viendo cómo algunos de sus principales accionistas —bancos y fondos custodios o gestores de cartera— están realizando movimientos que indican que podrían tener intención de ir saliendo del accionariado del banco poco a poco. En concreto, BlackRock ha reducido su participación en acciones por debajo del 5%, tal y como confirman distintas fuentes del sector financiero a Diario16 y como se puede ver en la  documentación publicada por la CNMV en la que se puede comprobar cómo el mayor accionista de la entidad cántabra está realizando movimientos de traspaso de acciones a instrumentos de capital de manera constante. En Diario16 ya informamos de que estos máximos accionistas no estaban de acuerdo con las estrategias que se estaban implementando por Ana Patricia Botín y por su núcleo duro. Por ello estaban preparando un movimiento interno dentro del consejo para, presuntamente, remover a la actual presidenta de su puesto. Estos últimos cambios en BlackRock podrían indicar que esos movimientos ya se han iniciado.

En tercer lugar, el Santander tiene serios problemas internos que podrían ser una de las causas principales de esta debacle, con posibles enfrentamientos entre importantes directivos con la presidencia de la entidad causados por la estrategia que está siguiendo y, sobre todo, por los malos resultados que está ofreciendo el banco cántabro.

A todo esto hay que sumarle la situación procesal de la operación del Banco Popular, la posibilidad de que los jueces —sobre todo el juez Fernando Andreu— imponga medidas cautelares contra la operación; la documentación aportada por Diario16; la posible nulidad de la operación por la «presunta» firma falsa de Saracho, por haberse cerrado fuera de los plazos marcados por el FROB o porque esta institución inició el proceso de resolución antes de que el Popular fuera declarado inviable.

 

#5220

Re: Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

http://diario16.com/santander-pierde-25-000-millones-depositos-mes-no-se-le-interviene/

El Santander pierde 25.000 millones en depósitos en un mes y no se le interviene

Según los datos publicados por la Asociación Española de la Banca, el Banco de Santander perdió más de 25.000 millones de euros en depósitos durante el mes de noviembre de 2.017, un hecho que no tuvo como consecuencia ni la vigilancia ni la intervención de la entidad cántabra

Cuando en Diario16 afirmamos que la situación real del Banco de Santander es mucho más precaria que lo que se quiere dar a entender o de lo que intentan mostrar en sus cuentas anuales no nos equivocamos ni estamos locos. Ni siquiera con la adquisición de Banco Popular por un euro el Santander está logrando frenar la hemorragia de depósitos y, por tanto, de liquidez que tanto le está afectando y que fue una de las razones por las que la entidad presidida por Ana Patricia Botín necesitaba urgentemente hacerse con la sexta entidad financiera del país y líder en el sector de Pymes para poder hacerse con los depósitos, con la cartera de negocio, con sus oficinas, con su patrimonio, y, sobre todo, con todos los activos que estaban valorados en más de 60.000 millones de euros.

El pasado día 7 de marzo la  Asociación Española de Banca (AEB) hacía públicos los estados individuales de las diferentes entidades y nos encontramos con un dato verdaderamente aterrador:  el Santander perdió 25.540 millones de euros de liquidez en el mes de noviembre, cantidad a la que habría que sumar los  1.303 millones que había perdido en octubre. En total,  26.843 millones de euros. Al Popular lo intervinieron por tener una crisis de liquidez al perder 14.000 millones en dos días tras las grandes retiradas de depósitos de las empresas, instituciones y organismos públicos.  El Santander pierde casi 27.000 millones y no fue intervenido. Estas son las ventajas de ser sistémico y de tener la absoluta protección de las autoridades políticas y económicas españolas, a pesar de que, según el FMI,  el Santander sea un verdadero peligro para el sistema financiero mundial.

Hay dos cuestiones para valorar sobre la situación financiera del Banco Santander:

1.-  Necesidades de capital para cumplir con la normativa TLAC, sobre colchón anticrisis para los bancos considerados sistémicos a nivel global.

2.-  Cumplimiento del coeficiente Liquidity Coverage Ratio (LCR), sobre criterios de liquidez que debe disponer el banco. Estos criterios están recogidos en las normas de Basilea III, siendo para este año del 90 % y para el año próximo del 100%.

Cumplimiento de la normativa TLAC

El banco Santander necesita para cubrir ese colchón anticrisis, o que se responsabilice del coste de una posible resolución o quiebra del banco, de 62.500 millones de euros hasta el 31 de diciembre de 2018.

En 2017 captó:

A lo largo del 2018 y en la programación financiera que ha presentado va a disponer de:

Por tanto, para lograr alcanzar el objetivo hasta final de año tiene un  déficit de capital de 25.570 millones.

Cumplimiento del coeficiente LCR o de liquidez.

Con los datos disponibles es muy complicado llegar a un resultado exacto, pero, casualmente, tanto el  Santander, como otra  entidad financiera española son los únicos bancos que en sus informes económicos financieros no publican dicha ratio.

Desde los criterios de Basilea III, en el año 2017 se exigía una cobertura del 80%, desde este año 2018, una cobertura del 90%, y Santander está aproximadamente en un 92,6%, superior a la exigencia para este año, por la aportación de fondos que el Banco Popular le ha permitido anotarse en sus cuentas, en concreto de 81.369 millones. Si no hubiera tenido dicho aporte la cobertura de liquidez o  LCR estaría por debajo del 80%.

El problema con la liquidez lo ha cubierto este año con la adquisición del Banco Popular. El problema al Banco Santander se le plantea de cara al año 2.019 donde se le exige que tenga cubierto el 100% de dicho coeficiente y eso  le obliga a incrementar la liquidez disponible en unos 51.000 millones.

Hay que recordar que en el mes de mayo de 2.017 el banco alemán Barenberg, una entidad que es tomada muy en serio por todos los analistas financieros del mundo, afirmó que el Santander tenía un  déficit de capital de 10.000 millones de euros y que el valor real de su acción apenas llegaba al 50% del precio de venta en el mercado. En ese informe del banco alemán, además, se le al Santander asignaba una Common Equity Tier 1 (CET1) —esta ratio es la que se toma como referencia para medir la solvencia— del 10,7%, una de las más bajas de la banca europea y que, con criterios normales apenas hubiera alcanzado el 11% en diciembre de 2.017. Con la adquisición del Banco Popular por un euro esta ratio apenas está en un 12.26%, manteniéndose entre las más bajas de Europa. Por tanto,  el Santander tiene un déficit de capital de 51.000 millones de euros, una cantidad que le permitiría alcanzar las ratios medias del conjunto bancario europeo y americano.

Volvamos a la pérdida de 25.540 millones de euros en depósitos. El Santander ha justificado esta pérdida de liquidez a un cambio contable por la fusión de nueve sociedades emisoras de deuda, y que esos depósitos han pasado a formar parte de las partidas representativas de deuda. Cuando una entidad comienza a realizar juegos y malabarismos contables en una tabla de Excel es que se quiere afinar mucho en las cuentas para ocultar la verdadera situación en la que se encuentra.

Además, si hay un error lo normal es que se notifique antes de que se publiquen los datos. Sin embargo, estamos hablando de 25.540 millones de euros. Ese «error» tiene también una transcendencia en la elaboración de las ratios de liquidez, tal y como veíamos antes, y en los nuevos coeficientes Mininum Requirement of Elegible Liabilities (MREL) que son muy elevados en los bancos sistémicos globales pero que lo son menos cuantos más depósitos tenga la entidad en cuestión. Por tanto, cuantos menos depósitos tenga el Santander, más pasivos que cumplan con el MREL tendrá que emitir y, en consecuencia, el valor en bolsa se desplomará porque el coste de los depósitos y el de estos valores no es el mismo, puesto que aquéllos son más estables y más baratos. Esto nos lleva a otra conclusión muy alarmante para los accionistas del Santander: esta situación le genera más costes de los que el mercado descuenta.

Todos estos datos demuestran que la situación real del Santander es crítica. Sin embargo, la situación generada tras esta noticia es muy diferente a la del Banco Popular. En este caso, un dato que hubiera debido tener una trascendencia tanto en los mercados como en las propias entidades reguladoras, ha pasado absolutamente desapercibido demostrando la protección desde todos los ámbitos que existe hacia el Santander. Nadie se ha movido ante una pérdida de, repetimos, más de 25.000 millones de euros en depósitos en un mes, ni el Banco de España, ni la CNMV, ni, por supuesto, el Gobierno de España. El FMI lo dejó muy claro: el Santander es un peligro para el sistema, pero en este país se le sigue protegiendo como si fuera el Arca de la Alianza. Thomas Jefferson afirmó una vez que «los sistemas bancarios son más peligrosos que los ejércitos». En España, y con un ministro como Luis de Guindos, desde luego, sobre todo si se trata de proteger al Santander porque, para que no cayera, se ha permitido que más de 305.000 familias hayan sido «presuntamente» estafadas, robadas y apioladas y, a pesar de tanto dolor que se ha generado, no ha servido para que el Santander coja más fuerzas porque sigue perdiendo capital, sigue perdiendo liquidez y tiene una solvencia de las más bajas de la Unión Europea. Tal vez con el magenta no hayan tenido suficiente y ahora hayan puestos sus ojos en el azul del Mediterráneo. Atentos.

#5221

Re: Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

https://invesgrama.com/2017/11/24/los-beneficios-del-banco-santander-de-los-ultimos-diez-anos-han-sido-ficticios/

Los beneficios del Banco Santander de los últimos diez años han sido ficticios

Carlos Torres /  24/11/2017

Entre los años 2007 y 2016, el Banco Santander ha declarado  beneficios netos atribuidos de más de 55.000 millones de euros y ha captado 16.000 millones de euros en el mercado a través de ampliaciones de capital, como se indica en la tabla siguiente.

Sin embargo,  hay algo que no cuadra. Como puede verse en el siguiente cuadro, 100 euros invertidos en acciones del banco a finales de 2006 solo valían 79,27 € al final de 2016 con reinversión de dividendos y derechos procedentes de las ampliaciones de capital, tanto de las liberadas como de la realizada con prima de emisión en 2008. ¿Cómo puede ser que  un banco que ha ganado 55.000 millones de euros en diez años haya causado péridas del 20% a sus accionistas?

Si consideramos que siempre se hubiese solicitado el pago en efectivo del dividendo en los programas Dividendo Elección, que el impuesto hubiese sido del 20% sobre los dividendos y del 0% sobre los derechos de suscripción de 2008, la rentabilidad acumulada habría sido negativa en un 31% (ver tabla siguiente).

En primer lugar, veamos cómo ha evolucionado el patrimonio neto de la entidad. El patrimonio neto del Santander está compuesto en parte por  instrumentos financieros híbridos que en realidad son un pasivo pero cuya baja exigibilidad los hace asimilables a las acciones ordinarias, como las acciones preferentes, la deuda perpetua o las provisiones genéricas. Pero no voy a entrar en esto.

El Banco Santander ha pagado un total de  24.649 millones de euros en dividendos en efectivo. Esta cantidad incluye los dividendos pagados enteramente en efectivo, así como la porción de los dividendos opcionales bajo los programas Dividendo Elección que los accionistas solicitaron recibir en efectivo.   El cuadro siguiente indica el importe de los dividendos en efectivo pagados por el banco según se recoge en los estados financieros remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Como los importes que figuran en dichos estados financieros hacen referencia al año natural mientras que una parte de los dividendos pagados en un ejercicio corresponden al ejercicio anterior, la primera columna está expresada en bienios, excepto en 2007, año en que solo he tenido en cuenta los dividendos que efectivamente correspondieron a ese ejercicio.

Esto significa que si los beneficios totales de los ejericios 2007 a 2016 han sido de 55.716 millones de euros y los dividendos en efectivo pagados a cargo de esos mismos ejercicios fueron de 24.649 millones de euros,  los beneficios no distribuidos fueron de 31.067 millones de euros. Si sumamos esta cantidad al patrimonio neto de 2006, que fue de 44.851 millones de euros, y el capital suscrito en este período, que fue de 15.997 millones de euros, la suma total es de 91.916 millones de euros. El patrimonio neto efectivo de 2016 fue inferior en 977 millones de euros, lo cual se debería a  ajustes negativos de valoración.

Hasta aquí, todo parece más o menos normal. El problema está en que  el número de acciones, el papel, ha crecido más que el patrimonio y que los beneficios.

Hemos visto que en el período indicado, el patrimonio neto ha pasado de 44.851 millones de euros a 90.939 millones de euros, o sea se ha duplicado. No obstante,  el valor contable, que es el patrimonio neto por acción, y que es lo que interesa al accionista, ha caído de 7,17 € a 6,24 €. En junio de 2017, tras la compra del Banco Popular, el valor contable era de 5,53 € pero me voy a centrar en el período acabado en 2016.

Desde el año 2008, el Banco Santander  ha creado 8.328 millones de acciones hasta diciembre de 2016 (casi 10,000 millones hasta junio de 2017), de modo que el número de acciones del capital social ha pasado de 6.254 millones al final de 2006 a 14.582 millones al final de 2016. La creación de papel se ha multiplicado por 2,3 mientras que el patrimonio neto atribuido a los accionistas del Santander solo lo ha hecho por 2.

El efecto del aumento del número de acciones es mucho más notable en el beneficio por acción. El beneficio neto atribuido fue de 6.204 millones de euros en 2016, un 31% por debajo de los 9.060 millones de 2006. Sin embargo,  el benefico por acción, la magnitud relevante para el accionista, ha caído de 1,21 € a 0,41 €, un 66%.

Desde el punto de vista de la entidad, el patrimonio neto se ha doblado pero  el accionista ha visto cómo se ha reducido el valor contable de su acción un 13%, el beneficio por acción un 66% y que su rentabilidad ha sido negativa en un 21%.

La cuestión es que el aumento del número de acciones ha permitido dibujar un escenario incoherente con la realidad de los hechos.

Imaginemos una situación en la que el banco no hubiera generado reservas en todo el período pero que el aumento del número de acciones no hubiese tenido un efecto dilutivo sobre el valor contable. En tal caso, el patrimonio neto (antes del nuevo capital suscrito) hubiera sido de 104.574 millones de euros. Si a esto le sumamos el capital suscrito en este período, que fue de 15.997 millones de euros, el patrimonio neto habria alcanzado la suma de 120.571 millones de euros. Pero el patrimonio neto efectivo fue de 90.939 millones de euros, una diferencia de 29.632 millones. En tanto que en ese período, la entidad repartió 24.649 millones de euros en dividendos en efectivo,  el saldo sería un resultado negativo acumulado de 4.983 millones de euros.

Podemos llegar a un  resultado similar aislando el efecto del aumento del número de acciones.

Supongamos que el Santander no hubiese llevado a cabo ninguna ampliación de capital entre 2006 y 2016. y que en diciembre de 2016 el valor contable hubiese sido de 6,24 €, tal como fue. Ese mismo escenario se hubiera producido si el patrimonio neto en diciembre de 2016 hubiese sido de 39.003 millones de euros,  5.848 millones de euros inferior al de diciembre de 2006. Esta pérdida de valor hubiera podido haberse debido a depreciaciones de activos o a resultados negativos.

No obstante, en ambas situaciones descritas la rentabilidad de las acciones hubiese sido aún peor de lo que ha sido, pues la entidad habría declarado pérdidas, no habría generado expectativas de crecimiento y no habría habido dividendos (lo único que ha permitido compensar en parte la caída del precio).

Pero imaginemos que el Banco Santander no hubiese hecho ampliación de capital alguna, que hubiese destinado todo el beneficio a pagar dividendos y que  el dividendo por acción hubiese sido cada año de 0,40 €. En tal caso, las acciones habrían sido similares a las de BME (Bolsas y Mercados Españoles), empresa que ha destinado prácticamente todo el beneficio a retribuir al accionista, que ha pagado un dividendo más o menos constante a lo largo de los últimos diez años y que actualmente tiene un rendimiento por dividendo del 6,3%. Así, hubiese sido perfectamente posible que las acciones del Santander  hubiesen cerrado 2016 con un rendimiento del 6,23%, o sea a un precio de 6,42 €.

En la tabla siguiente he considerado que el precio hubiese evolucionado del mismo modo que lo hizo hasta 2015 pero que en 2016 hubiese alcanzado los 6,42 €. A ese precio, la rentabilidad de las acciones habría sido la misma que la que ha sido en realidad. No obstante, el Santander solo hubisese necesitado ganar un total de 25.017 millones de euros (6.254 millones de acciones multiplicado por 0,4 por 10 años) en vez de 55.716 millones de euros. Desde el punto de vista del accionista,  más de 30.000 millones de beneficios no le han aportado nada.

Si tenemos en cuenta los dividendos netos, un precio de 6,23 € al final de 2016 habría generado la misma rentabilidad neta que en el caso real.La caída del precio de las acciones del Banco Santander desde 2006 no puede atribuirse a que entonces estuvieran sobrevaloradas. A un precio de 14,14 € y un beneficio por acción de 1,21 €, el PER era de 11,7, un valor más bien bajo. La verdadera razón ha sido un aumento continuado del número de acciones que no se ha visto compensado por, como mínimo, un crecimiento similar de los recursos propios. Esta situación es la que se daría en el caso de una empresa o entidad financiera que sin recurrir a ampliaciones de capital no hubiese experimentado una variación positiva en su patrimonio neto,  lo que equivale a decir que no hubiese generado reservas.

#5222

Re: Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

https://ataquealpoder.wordpress.com/page/3/?iframe=true&preview=true%2Fosd.xml

En los últimos años, el Banco de Santander ha pasado a multiplicar sus beneficios mientras que los impuestos no han ido a la par. No hay constancia pública de lo que se dice pagar a la Hacienda Publica. En nuestra simplicidad de ciudadanos de a pie, nos parece que si los beneficios se incrementan de año en año la carga impositiva debiera correr la misma suerte. Si nos remontamos a 1988 vemos que el Banco Santander declaraba entonces unos beneficios antes de impuestos que correspondía con una carga fiscal del 35%. Diez anos después, las cosas cambiaron radicalmente: los beneficios del Santander se multiplicaron y la carga por el Impuesto de Sociedades tan sólo representaba el 22`2% del beneficio bruto. Muy lejos, por tanto, del 35% registrado en 1988. No sabemos si la ley fiscal en vigor está deplorablemente concebida en beneficio del poder económico o la recaudación tributaria funciona manga por hombro, o las dos cosas a la vez. El paso de un 35% a un 22% no se llegó de forma súbita, sino mediante un goteo constante y planificado.

En 1991 había descendido al 34%; en 1993 volvió a caer dos puntos; al año siguiente, dos puntos mas, situándose en el 30%; en 1996 bajo al 26%, y en 1997 se situó en el 24%. Conclusión: cuanto mas gana el Banco Santander, menos paga porcentualmente en impuestos. Igual que sucede con todos nosotros, los ciudadanos de a pie, cada vez más satisfechos con el levísimo esfuerzo fiscal que se nos pide sin la menor demora para el bien de la patria, todo por la patria. El organismo a quien corresponde inspeccionar estas cuentas es la Oficina Nacional de Inspección de Hacienda, a quien se asigna la investigación de las grandes empresas por lo que llama poderosamente la atención que subsista el estado de cosas que hemos descrito de manera sucinta. La institución fiscal parece que estuviera paralizada, puesto que no se conoce a impulsos de la autoridad judicial, actividad inspectora relevante.  Tanto es así que el Banco Santander tiene, regularmente, pendientes de inspección los últimos cinco ejercicios en la mayoría de las sociedades consolidables que integran el grupo, lo que longa manu invita a la prescripción tributaria por obra y gracia del tiempo, que todo lo cura; “Todas las cosas nos son ajenas, solamente el tiempo es nuestro”, repiten con el poeta los ilustres comensales solazados por tantos motivos recíprocos para levantar sus copas y brindar con el mejor champán.

Todas estas irregularidades, escogidas aquí y allá, son tan solo una muestra del amplísimo repertorio que se ofrece ante nosotros ejercicio tras ejercicio. Como quien no quiere la cosa, se “distraen” cada año centenares de millones, una practica que podemos calificar de habitual y que contó con la necesaria complicidad, por acción u omisión, de la firma auditora, otra vez Arthur Andersen, que siempre andaba de por medio cuando había que tapar algún chanchullo de campanillas a cambio de sucosos “honorarios”. Todas las irregularidades detectadas en las cuentas del Santander se santificaron con la complicidad inevitable de la famosa auditora “independiente”, que dio en justificar lo injustificable y hasta jurándolo en arameo si era menester. Su informe de auditoria, unido a la memoria del banco, pretendía dar legitimidad a unas cuentas que nada tienen que ver con el fiel reflejo de su verdadera imagen patrimonial. En los informes de auditoria, por supuesto, no hizo mención alguna sobre el destino de 55 sociedades participadas, todas ellas domiciliadas en paraísos fiscales, que han desaparecido sin dejar rastro de las cuentas de la matriz. La auditora Arthur Andersen falleció con las botas puestas anclada en la tesis implícita de que se trataba de una disolución imaginaria de sociedades fiscalmente opacas. Y el informe, claro esta, tampoco hacía referencia a que las bajas societarias no se correspondían con la información facilitada a la CNMV. Mentiras tras mentiras que culminaron con su obligada disolución y su plantilla acabó integrada en Deloitte que es más de lo mismo con otro nombre.  Estas firmas no solo prestan servicios de auditoria sino que el asesoramiento fiscal forma parte de su misma religión, Todo en un mismo pack.

Un misterio que hace desaparecer  una buena parte de los beneficios por arte de magia es el tratamiento que se le da a los “minoritarios”. El apelativo de minoritario parece conectar con la pérdida de derechos que los mayoritarios imponen. Esta situación se puede dar en cualquier sitio excepto en las cuentas del Santander donde los minoritarios son un lujo y un misterio. El concepto de minoritario que los administradores del Santander dan en las memorias del banco, es aquella sociedad que esta participada por el banco —incluso gestionada ya que puede ser otro banco— de la que no tiene la mayoría del capital social. De ahí, que el minoritario es, por decirlo así, los socios que comparte el accionariado. Los resultados informados en la memoria corresponden a la totalidad de los beneficios obtenidos por la sociedad participada, por lo tanto, se deben extraer los beneficios que por participación tienen los otros socios. Dicho de una forma o dicho de otra, esta es la única razón de que se deduzca del beneficio neto consolidado esta partida contable. La deducción por este concepto no es moco de pavo, entre el 25 y el 27% de los beneficios del balance consolidado se destina a la retribución de los minoritarios. La cuantía asignada es un autentico acto de fe. Para empezar funciona a través de un saldo; se especifica un saldo inicial y un saldo final que se va arrastrando ejercicio tras ejercicio. Así y todo, el diferencial de los saldos no sirve para absolutamente nada. No se extrae ninguna conclusión contable y, por arte de magia, se desprende una cantidad que lleva el titulo de “Beneficio neto del ejercicio atribuido a la minoría” de la que no hay referencia que la acredite como correcta. Si trata uno de averiguar como evoluciona el saldo, el misterio todavía es mayor. Bajo el epígrafe “Intereses minoritarios” hay una relación que contempla tan solo entre 20 y 25 sociedades de las más de 600 que el banco participa significadamente. No solo es insuficiente esta información, si no que la que se facilita es inveraz.

No es de extrañar que el beneficio quede mermado por una rapiña, sobre la parte que corresponde a terceros, cuando no existe la posibilidad de determinar quiénes son, en que sociedades participan, y cual es el porcentaje accionarial que ostentan. Todo se hace expresamente para que la información transmitida a los accionistas sea tan disparatada que no se pueda entender, y, a la vez, si alguien pregunta, sirva de lección magistral a semejanza de la parte contratante de los hermanos Marx. De lo que existe la seguridad absoluta es que las sociedades participadas por el banco no aportan el beneficio que le corresponde por su participación en el capital social. Consecuentemente, una forma de evacuar fondos a la chita callando es asignarle a los minoritarios unos beneficios que no corresponden con el capital social que representan. Tan solo este episodio de los “minoritarios” precisa una investigación que puede llevar meses, e incluso años, para acabar de desenmascarar a Emilio Botín y compañía del saqueo que a las cuentas del Santander están practicando día y noche. Como a Felipe II, al imperio de Botín no se le pone nunca el sol.

Impunidad absoluta

No hace falta ser un experto contable para percatarse que las cuentas que presenta el Santander son pura engañifa. Lo que más me cuesta entender es la impunidad con la que se realizan estos actos delictivos en el que pasivamente actúa una procesión de autoridades de control. Ver para creer. Las mentiras crecen y se desarrollan contaminando los balances contables y repitiendo una y otra vez los engaños. Nadie le ha parado los pies a Emilio Botín, presidente del Santander, es el máximo impulsor de; la simulación de beneficios en un banco que cuenta con más de un millón de accionistas que nunca más van a saber lo que se ha hecho, se hace y se hará de los miles de millones que se van directos al cielo… o a Suiza. Las cuentas se presentan manga por hombro. Para evidenciar que las cuentas que se presentan a los accionistas están hechas a capón, partamos de un revelador ejemplo. Resulta que el beneficio obtenido por la participación en sociedades, tal como queda reflejado en las memorias del banco, viene a resultar mayor que todo el resultado del que informa el banco que ha obtenido. El Santander, además de la actividad propia de la banca —comprar y vender dinero-— obtiene pingües beneficios que provienen de las sociedades en las que participa, algunas de las cuales desarrollan ciertamente actividades propias del negocio bancario —como Banesto— o bien financieras, de leasing, etc. En definitiva, estas sociedades en las que participa el Santander aportan unos beneficios al banco en función de la cuantía de su participación. Así, los resultados de Banesto le pertenecen al Santander en función de su participación accionarial, que llegó a tener el 97,96%.

Se entiende, ya que no parece que pueda ser de otra manera, que los beneficios obtenidos por sus participaciones en estas sociedades, formen parte alícuota de los resultados del ejercicio del propio banco. Teniendo en cuenta esta premisa, los administradores del Santander dan cuenta, uno por uno, de los resultados obtenidos por estas sociedades. Incluyen esta información en el Anexo I, que se extiende a lo largo de cuatro páginas. En él se relacionan “las sociedades consolidadas más significativas que integran el Grupo Santander Central Hispano”. En este listado se incluyen las más significativas, lo que quiere decir que no están todas. Adicionalmente, facilitan, en el Anexo II, una relación con “las sociedades no consolidables con porcentaje de participación del Grupo superior al 3% (20% si no cotizan en Bolsa)” donde se precisa asimismo que “se incluyen las sociedades más significativas, en conjunto, más del 98% de la inversión en dicho colectivo”.

Los Anexos I y II de la memoria del banco facilitan el nombre de la sociedad, su domicilio, actividad, la participación poseída por el banco —tanto directa como indirecta—, el capital de la sociedad, las reservas, los resultados del ejercicio (siempre referidos a la sociedad relacionada), así como el coste contable que esa participación ha supuesto para el Santander (es decir el coste en libros). Ahora bien, si de esos listados (Anexo I y II) se segregan las participaciones directas que ostenta el Santander, y se toma uno la molestia de vincular los resultados obtenidos por estas sociedades —cuestión que omiten los administradores— con la participación que ostenta el  banco, se obtiene como resultado los beneficios (o pérdidas) que han producido estas participadas y que se han de incorporar en la cuenta de explotación del banco. Esta segregación de las participaciones directas se detecta fácilmente, no hace falta complejas operaciones matemáticas, insisto, tan sólo se trata de vincular la participación accionarial del banco con los resultados obtenidos por la sociedad. El resultado es de sorpresa mayúscula.

¿Como es posible que una sola partida contable del balance del Santander, como es la referida a resultados de las participadas, sea mayor que los resultados en conjunto del banco? La respuesta entra en el capitulo de los efectos paranormales. Lo que parece incuestionable es que los resultados de las participadas son resultados que tiene que asumir el propio banco. Si no es así, ¿para qué las tiene? Lo propio es que los resultados en los balances que estas sociedades obtengan reviertan en la cuenta de explotación de quien ostenta la participación accionarial. Cabria una explicación a ese descuadre, y es que esos resultados estuvieran contenidos o se hayan llevado a las reservas en las sociedades participadas, ya que existe una partida contable en el balance del banco para reflejar estas reservas. Dicho de otro modo, estos resultados obtenidos por las filiales no se trasladan hacia los resultados del Santander en su totalidad, sino que se acumulan en sus reservas, que subsidiariamente también serian reservas del banco contenidas en la partida contable que figura en el balance con el epígrafe explicito de “Reservas en Sociedades Consolidadas”. Pero, cuando se analiza esta partida, no solo no se aclara nada, sino que se descubre que el esperpento es todavía mayor. Los números no cuadran por la acumulación de los miles de millones evaporados que superan los dos billones de antiguas pesetas.

Con todo este dinero sin control, ya no se sabe si esto es un agujero o es una ventana abierta por donde se van los recursos del banco al país de nunca jamás, o acaso es una cloaca donde van a parar los residuos tóxicos de las pérdidas a semejanza de la original contabilidad de Enron —repasada, por cierto, por el mismo auditor-, que posiblemente fuera el inventor del asunto. A la vista de las normas expuestas y su incumplimiento en grado superlativo, habrá también que referirse a quien las debe de hacer cumplir. Por todo lo expuesto,  se evidencia que no existen controles. Los conglomerados financieros campan a sus anchas. De momento, las memorias de estas instituciones financieras son lo mismo que una revista de colorines en papel cuché, donde todos salen como en las revistas del corazón, muy bien fotografiados al lado de la chimenea en el día de Navidad. Mientras tanto se piden sacrificios a la sociedad estos personajes se llevan el dinero a sus refugios fiscales. Sólo con el conocimiento de la situación podremos salir de esta encerrona. No hay solución posible si se desconoce el problema que nos atañe.

#5223

Re: Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

https://www.lasexta.com/noticias/nacional/banco-santander-fue-que-mas-pago-ausbanc-tratarles-bien-sus-publicaciones_2016042157236fba4beb28d446ffd172.html

El Banco Santander fue el que más pagó a Ausbanc por tratarles bien en sus publicaciones

La investigación del caso   Ausbanc sigue mostrando cómo su cabecilla, Luis Pineda, cobró cifras enormes a los bancos a cambio de tratarles bien en sus publicaciones.  El Santander llegó a pagar un millón de euros al año y según consta en pinchazos telefónicos, Pineda decía que a más dinero, mejor trato.

 

Oficina del Banco Santander

El Banco Santander fue la entidad más generosa con Ausbanc,  los investigadores creen que abonaba al año un millón de euros frente a los 300.000 de media que solía pagar el resto.

El Santander defiende que esos ingresos  eran "convenios de publicidad" totalmente legales y transparentes, pero los investigadores, según ha podido saber laSexta, mantienen que detrás de esas retribuciones estaba evitar las campañas de desprestigio en las revistas del encarcelado Luis Pineda.

Las publicaciones de Ausbanc siempre  han tratado con especial delicadeza a la figura de Emilio Botín y su banco. Ausbanc incluso se retiró como acusación del juicio por el caso de las cesiones de crédito que sentó en el banquillo a Emilio Botín la década pasada.

Una retirada que podría haber estado precedida de un chantaje,  pero que el juez ahora no podrá investigar al estar prescrito.

Pineda admitió al juez que había bancos que recibían un trato especial,  incluso hay pinchazos telefónicos en los que a directivos de Unicaja les señaló que si pagaban más recibirían mejor trato. Son las iras de Luis Pineda contra el presidente Novagalicia Banco, que se negó a seguir con los pagos a Ausbanc.

#5224

Re: Banco Popular (POP) Seguimiento del valor

https://www.lainformacion.com/mercados-y-bolsas/banco-santander-fondos-small-caps/6352692

 bolsas La Información

La entidad sufre en el mercado 

Los inversores dan un paso atrás en el célebre fondo Small Caps del Santander

El instrumento ha perdido en los tres últimos meses más de 80 millones de euros, lo que supone un 22% de todo lo recaudado en 2017.

PEDRO RUIZ

Viernes, 20 Julio 2018, 04:30


Fondos de Inversión

 

El fondo más famoso del panorama nacional,  el Santander Small Caps, ha sufrido una desbandada en los últimos meses. El instrumento de inversión se dio a conocer ante el gran público gracias a la aparición en uno de los primeros anuncios que se emitieron en las principales cadenas de televisión en el arranque de año. Tras aquello, recibió una auténtica avalancha de capital, que  meses después empieza a salir por no cumplir con las expectativas de ciertos inversores.

El instrumento de inversión gestionado por la gestora de Banco Santander se había convertido en su caballo ganador. La alta rentabilidad que había ofrecido años atrás -fue el mejor fondo de inversión de 2017- le granjeó una popularidad que terminó por explotar el 1 de enero.  Ese mismo día, apenas segundos después de sonar las 12 campanadas, fue el protagonista de un anuncio que prácticamente llegó a la gran mayoría de los españoles al difundirse en los principales canales de televisión.

Tras una aparición prácticamente pionera para este tipo de instrumentos -se debe recordar que  es un fondo de alto riesgo-, la gente se abalanzó a comprar. En el mes de enero de 2018, las entradas netas de capital al fondo  se elevaron hasta 227 millones de euros, lo que supone crecer casi un 400% respecto al mes anterior, y un increíble 1.000% respecto a al mismo mes de 2017. Prácticamente solo en enero, el Santander Small Caps había logrado igualar todas las entradas netas de 2017. El arreón todavía siguió en  el mes de febrero con un crecimiento del 255% respecto al mismo mes un año antes, y más del doble sobre la media de entradas que había registrado a lo largo de 2017.

Banca

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En el mes de marzo, el apetito de los inversores del fondo siguió reduciéndose hasta los mismos niveles que había registrado en noviembre y diciembre de 2017. El problema para el fondo comienza en el mes de abril, cuando registra por primera vez en 2018 salidas netas de capital, la segunda en los últimos 16 trimestres y la mayor por cantidad con un 20% superior a la registrada en octubre.  El problema se agrava en mayo; el fondo vive de lejos su peor mes y multiplica por cuatro las salidas de capital registradas un mes antes. Todavía en junio, aunque las reduce, el fondo vuelve a apuntarse salidas de capital por casi 15 millones, la segunda mayor en más de 30 meses.

El fondo dirigido por  Lola Solana ha topado con dos contratiempos que son bastante conocidos en el mundo de la inversión, y más en concreto en el de los fondos.  El primero es la rentabilidad, no tanto la que está obteniendo en 2018 que, aunque pequeña es positiva, como la rentabilidad comparada con años anteriores. En los dos primeros cuatrimestres, el fondo ha firmado su rentabilidad más baja desde 2005 siempre que se ha mantenido en verde. El primer efecto, el de la rentabilidad comparada, esta fuertemente relacionado con el segundo problema: el tipo de clientes que han llegado al fondo.

El Santander Small Caps es un instrumento de inversión complejo y de mucho riesgo. De hecho  las autoridades le definen como un 6 en una escala de 7 en riesgo. El hecho de aparecer en uno de los momentos televisivos del año granjea una popularidad que se alimenta fácil cuando un cliente busca información sobre el mismo y ve que ha sido uno de los fondos del 2017, gracias a unas revalorizaciones muy elevadas. El problema no solo es que en 2018 no ha generado esas rentabilidades tan altas, sino que además -por su naturaleza de mucho riesgo y volátil- ha registrado meses en negativo.  De hecho, en mayo el fondo registra sus mayores pérdidas, un 1,42%, y a su vez las mayores salidas de capital.

Los grandes fondos del Santander se desangran

La apuesta del Banco Santander por publicitar su fondo Small Caps se ubicó en una estrategia de captar clientes  en un segmento que se le resiste frente a sus competidores. En el mercado español, BBVA y Caixabank lideran el segmento con cierta soltura, mientras que la firma presidida por  Ana Botín apenas puede seguirles el ritmo.

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Los problemas que tiene Banco Santander en el mercado de fondos de inversión se constata con la evolución de sus cinco grandes baluartes. De hecho,  tan solo uno de los cinco instrumentos de inversión que ofrece la entidad con mayor patrimonio, el de ‘Mi Fondo Santander Moderado’, registra entradas netas de capital. Los otros cuatro restantes han perdido más de 1.000 millones en fondos netos en los primeros seis meses del año, esto es, que en apenas medio año han desaparecido un 6,3% de todo su patrimonio.

Además, el problema solo se puede enfocar en el propio Santander, ya que el resto de sus competidores (al menos en la gran banca), registra incrementos netos de capital.  La lista la lidera el BBVA, que tiene sus cinco bastiones en verde en cuanto al número de flujos recibidos. En total, solo en sus cinco mejores fondos la entidad vasca  ha ingresado 3.685 millones. Por detrás, le sigue  Caixabank con más 2.130 millones de euros. Bankia ocupa la tercera posición, con más de 1.500 millones de suscripciones netas y cuatro de sus cinco fondos en positivo. La lista la cierra Banco Sabadell, que ha sumado 379 millones.