Re: Pulso de Mercado: Intradía
Abandonamos 2018 con las mayores caídas bursátiles desde la quiebra de Lehman Brothers. La economía mundial amenaza con una desaceleración que ponga en riesgo el crecimiento de los resultados empresariales. La tasa de deuda amenaza y la política genera nuevas incertidumbres.
El peor año para las bolsas desde 2008. Es el titular de diciembre y predice un 2019 con la esperanza de que las tormentas que se vislumbran en el horizonte no se conviertan en huracanes. Cabe la esperanza. Si 2017 y 2018 fueron dos años mucho mejores de lo que se esperaba en sus inicios; lo mismo, aunque en el sentido contrario, puede ocurrir en 2019.
El mundo se desacelera. El crecimiento del PIB global estará entre un 3,5% (OCDE) y un 3,7% (FMI), según predicciones realizadas antes del crash bursátil de este mes. India se consolidará como el país, entre los grandes, con mayor crecimiento. China y EEUU dirimirán un nuevo capítulo de su guerra comercial.
El caos político atenaza a la presidencia de Donald Trump, que ya ha puesto precio a la cabeza del presidente de la Reserva Federal, Jay Powell. El anuncio de una mayor subida de los tipos de interés para calmar la inflación ha sido la excusa de la caída de los valores de las empresas en los mercados desarrollados.
Las empresas que han tirado de la bolsa americana los últimos años llevan cayendo desde máximos de verano los siguientes registros: Netflix y Facebook, -40%; Apple, -35%; Amazon, -30%; Google, -20% y Microsoft, -15%. Las expectativas de crecimientos ilimitados se han frenado.
Hoy, los inversores apuestan por una recaída del consumo que afecte las cuentas de resultados de los gigantes de la economía digital. El optimismo del primer semestre debido a la bajada de impuestos impulsada por Trump ha desaparecido. Burbuja o no, demasiado pronto para una conclusión. Un recuerdo: la explosión de las punto.com en 2000. Aquel mercado incipiente de Internet visto desde los ojos de la actualidad. Siempre quedará en nuestra memoria Terra.
Los pronósticos apuntan a un crecimiento inferior al 2% en la zona euro. Podrá ser peor. La caída en los últimos meses del precio del petróleo ayudará a respirar a las empresas dependientes del coste del crudo. Sin embargo, la volatilidad del petróleo es tal que nadie es ya capaz de predecir sus movimientos inmediatos, tan dependientes de cómo se levanten los líderes de la OPEP y de los otros países productores. El polvorín de Oriente Medio seguirá existiendo durante muchos años.
Al fin de las políticas activas de intervención de los mercados de deuda del BCE se le suman las incógnitas políticas. Nadie sabe en qué concluirá el Brexit, cómo afectará al Reino Unido y al Continente. Angela Merkel está de salida en Alemania y no se espera que lidere ninguna gran propuesta para que la UE gane peso en los próximos años; Emmanuel Macron ha cedido a las primeras protestas; el presidente francés no es Margaret Thatcher. Italia está dirigida por políticos populistas.http://www.expansion.com/opinion/2018/12/28/5c2655fe268e3ec83a8b456f.html