El empleo se resiente
Dicho esto, los datos de empleo en la construcción no cuentan exactamente la misma historia. “La recesión debería reflejarse en una caída de los puestos de trabajo en el sector. Sin embargo, no lo hace”, señala Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney. Eso sí, experimenta una fuerte desaceleración después de que llegase a representar uno de cada cuatro empleos creados en 2018. En la encuesta de población activa, la ocupación crecía al 12% a finales de 2018. Y ha acabado 2019 con un escaso avance del 0,3%. “Es la actividad que mejor empezó el año y la que más se frenó al cierre de 2019”, subraya María Jesús Fernández, analista de Funcas.
También influye que el Ayuntamiento de Barcelona aprobase un incremento hasta el 30% del porcentaje que las nuevas promociones tienen que dedicar a vivienda protegida. Según cifras de los promotores catalanes, el inicio de obra nueva se ha desplomado a la mitad en la ciudad. Hay mucho ruido en torno a las estadísticas y parece difícil saber con seguridad qué está sucediendo. Pero la preocupación ha saltado. A este ritmo, ¿puede acabar el frenazo del sector en una destrucción de empleo?
“En los últimos meses la pérdida de impulso ha sido mayor de lo que se esperaba, lo que ha generado cierto temor a un cambio de ciclo en el sector. Han contribuido la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria, el deterioro de la confianza y la ralentización de la actividad y el empleo. Pero esperamos que esta desaceleración sea transitoria. Nuestro escenario central apunta a una estabilización del mercado con moderados ritmos de crecimiento, lo que además hará el ciclo más sostenible”, afirma Nuria Bustamante, directora de Economía Española de
Bankia Estudios.