Deutsche Bank avisa: los mercados subestiman lo que está por venir y hay seis razones que lo demuestran
Seis razones para creer que los mercados se equivocan
A la luz de esta preocupante dinámica de inflación, Allen y sus colegas de Deutsche Bank describen las razones por las que los mercados deberían estar mucho más preocupados por la inflación de lo que están
1. El riesgo de que las expectativas de inflación se desanclen está seriamente subestimado. Uno de los mayores determinantes de las expectativas de inflación es dónde se encuentra la inflación en este momento. Entonces, cuanto más tiempo permanezca alta la inflación, mayor será el riesgo de que las expectativas de inflación también aumenten. Por el momento, las expectativas se han mantenido relativamente, pero hay signos preocupantes de que esto podría estar revirtiéndose, asegura el informe de Deutsche Bank.
2. Los tipos de interés que manejan los bancos centrales siguen siendo profundamente negativos en términos reales. "Tanto la Fed como el BCE se han embarcado en ciclos de endurecimiento rápido y se mueven a un ritmo de 75 pb por reunión, la inflación persistente significa que sus tasas de política siguen siendo profundamente negativas en términos reales. De hecho, en septiembre, la tasa real al contado de los fondos federales todavía estaba por debajo del -5%, lo que supone que aún está muy lejos de los niveles que alcanzó durante la década inflacionaria de 1970.
Por su parte, en la Eurozona, el tipo real del BCE (tipo de interés menos inflación) tocó un mínimo histórico en septiembre, a pesar de los 125 pb de aumentos en los tipos que se ha visto hasta ahora, porque la inflación ha seguido incrementándose. Es más, aunque
el BCE solo quisiese llevar los tipos hasta la zona neutral (el entorno del 2%), aunque le quedarían varias alzas del precio del dinero, eso en el escenario más conservador de subidas de tipos, puesto que para detener a la inflación, probablemente, el BCE se tendrá que adentrar en el terreno contractivo de la política monetaria, como han comenzado a señalar varios miembros del Consejo de Gobierno.
"Todo esto se encuentra aún muy lejos de las tasas reales fuertemente positivas que se utilizaron para controlar la inflación
bajo el mandato de Paul Volcker como presidente de la Fed, y se suma a la posibilidad de que las presiones inflacionarias sean más fuertes de lo esperado en los próximos meses", advierte el economista de Deutsche Bank.
3. Las políticas gubernamentales siguen sirviendo para impulsar las presiones inflacionarias a medio plazo. "Actualmente, estamos experimentando un ciclo globalmente sincronizado de subidas de tipos. Pero la política fiscal está empujando en la otra dirección. Por ejemplo, Alemania anunció un importante paquete fiscal a finales de septiembre para limitar los precios de la gasolina, que fue uno de los factores que llevaron a nuestros economistas europeos a elevar sus expectativas de referencia para la tasa terminal del BCE", señala el informe del banco alemán.
"El impacto colectivo de estas políticas está presionando al alza la inflación. Además, los incentivos políticos siguen estando a favor de nuevas intervenciones, dada la reducción inusualmente grande del coste de vida a la que se enfrentan los consumidores, por lo que existe un riesgo subestimado de que las medidas de política fiscal ayuden a que la inflación se mantenga estructuralmente más alta".
4. La inflación (y la inflación subyacente) sigue siendo generalizada en toda la cesta de precios al consumidor. "Cuando comenzó el aumento de la inflación en 2021, podría atribuirse razonablemente a algunos factores idiosincrásicos, como el aumento de los precios de la energía, los coches de segundo mano... Pero los últimos meses, la explicación de la inflación ha cambiado". En el caso de la Eurozona, buena parte sigue siendo culpa de la energía, la cuestión es que aún sea la energía, este componente no parece que vaya a dar respiro al Viejo Continente, más bien al revés, la energía se podría convertir en un factor estructural de la elevada inflación en la Eurozona.
En EEUU, la inflación también es reflejo del impacto de la vivienda, que es una variable rezagada. Pero incluso si observa el IPC subyacente, excluyendo la vivienda, entonces la inflación mensual en septiembre presentó el crecimiento elevadísimo (+0,45%). Mientras tanto, "los indicadores de inflación subyacente, como la media recortada, alcanzan máximos de varias décadas tanto en EEUU como en la zona del euro. Por lo tanto, ya no podemos depender solo de precios específicos para normalizar la inflación para que baje, puesto que se ha extendido mucho más", sostiene Allen.
5. Son los llamados precios 'pegajosos' son los que todavía están acelerando. Uno de los detalles más preocupantes del informe de inflación de EEUU de la semana pasada fue que el crecimiento mensual en la serie del IPC subyacente alcanzó su nivel más alto desde 1982, con un +0,68%... "El hecho de que esta serie ni siquiera se estabilice, sino que se acelere, es una mala noticia y aumenta la posibilidad de que la inflación no disminuya tan rápidamente como esperan los inversores en los próximos meses".
6. Al igual que en la década de 1970, choques aparentemente transitorios se han fusionado para mantener alta la inflación. No podemos descartar que ocurran más. Al igual que el año pasado, las expectativas de consenso son que la inflación retrocederá en los siguientes 12 meses. Pero, ¿qué pasaría si un nuevo shock se suma al proceso de desanclaje de las expectativas de inflación?