El grupo energético Uniper, que tuvo que recibir un rescate por parte del Gobierno de Alemania, ha registrado pérdidas de 12.418 millones de euros en los seis primeros meses de 2022, en contraste con el resultado negativo de 20 millones en el mismo periodo del año anterior, como consecuencia del impacto de la sustancial reducción del suministro de gas desde Rusia.
"La disminución se atribuye principalmente al negocio del gas, que se ve afectado negativamente por la reducción de las entregas de gas desde Rusia", subrayó Uniper, que para cumplir con los contratos de sus clientes "se ha visto obligada a comprar gas en el mercado 'spot' a precios elevados".
En este sentido, el mayor importador de gas ruso en Alemania, controlado por la finlandesa Fortum, precisó que unos 6.500 millones de sus 'números rojos' se deben al impacto futuro estimado de las restricciones de gas, además de incluirse otros 2.700 millones relacionados con el préstamo para Nord Stream 2.
En los seis primeros meses del año, la cifra de negocio de la 'utility' germana alcanzó los 119.335 millones de euros, un incremento del 188% respecto de los ingresos facturados por la empresa en el primer semestre de 2021 como consecuencia de la subida de los precios.
De su lado, la deuda neta de Uniper al cierre del primer semestre ascendía a 2.057 millones de euros, frente a los 324 millones de un año antes, lo que la compañía atribuyó al flujo de caja negativo registrado junto con la reducción en las entregas de gas ruso y a las medidas para mejorar la liquidez en los negocios de gas y derechos de emisión a finales de 2021.
De cara al conjunto del ejercicio, la empresa advirtió de que aún no se puede emitir un pronóstico dentro de un rango adecuado debido al entorno volátil, aunque reconoció que espera registrar un resultado negativo debido a la reducción significativa en las entregas de gas ruso.
"Uniper ha jugado durante meses un papel crucial en la estabilización del suministro de gas de Alemania, a costa de miles de millones en pérdidas como resultado de la fuerte caída en las entregas de gas desde Rusia", defendió el consejero delegado de Uniper, Klaus-Dieter Maubach, recordando que el Gobierno de Alemania "reconoció esto y tomó medidas decisivas" el pasado 22 de julio, cuando acordó con Uniper y Fortum un paquete de medidas para estabilizar la empresa.
Entre las medidas pactadas, el Estado alemán adquirirá una participación del 30% en Uniper mediante la suscripción de aproximadamente 157 millones de nuevas acciones ordinarias con un valor nominal de 1,70 euros por acción, elevando la contraprestación en efectivo a unos 267 millones, mientras que Fortum verá reducida su participación al 56%, por lo que seguirá consolidando a Uniper en sus cuentas.
El Gobierno alemán se comprometió también a poner a disposición de la empresa capital adicional por importe de hasta 7.000 millones de euros contra la emisión de instrumentos obligatoriamente convertibles, según sea necesario, para hacer frente a pérdidas potenciales.
Asimismo, la gasista alemana verá incrementada en 7.000 millones de euros la línea de crédito concedida por el banco estatal KfW, equivalente germano al ICO, que ya otorgó anteriormente a la empresa 2.000 millones de euros que esta agotó para hacer frente a los sobrecostes de la compra de gas.
Por otro lado, Trading Hub Europe (THE), la sociedad conjunta formada por las operadoras de gas, anunció este lunes que la nueva tasa que el Gobierno alemán aplicará a los precios del gas para distribuir entre hogares y empresas el aumento de los costes del combustible ha sido fijada en 2,419 céntimos de euro por kilovatio hora (KWh) a partir del próximo 1 de octubre, lo que se traducirá en un recargo de unos 480 euros anuales por hogar.
La nueva tasa entrará en vigor a partir del 1 de octubre de 2022 y se prevé que su aplicación se extienda por un período de tiempo limitado, establecido inicialmente hasta el 30 de septiembre de 2024.
Según el Ministerio, dada la tensa situación del mercado del gas, esta medida es necesaria para mantener el suministro de gas durante el próximo invierno, ya que sin este mecanismo para distribuir entre los consumidores los mayores costes del gas, los servicios públicos a lo largo de la cadena de suministro estarían en riesgo