Es muy poco probable que un evento adverso como la neuropatía motora, reportado un año y ocho meses después de la administración de la vacuna, tenga una relación causal directa con la vacuna. Los efectos adversos graves relacionados con las vacunas suelen manifestarse en un plazo mucho más corto, generalmente dentro de días, semanas o, en algunos casos, unos pocos meses después de la vacunación. Un lapso tan largo de casi dos años hace que la conexión sea extremadamente difícil de justificar desde un punto de vista biológico y médico.
Algunas razones que refuerzan esta baja probabilidad de causalidad:
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Tiempo transcurrido: La mayoría de las reacciones adversas a las vacunas ocurren poco después de la administración, ya que el sistema inmunológico reacciona al antígeno introducido. Si un evento adverso se produce casi dos años después, es difícil vincularlo directamente a la vacuna, ya que durante ese tiempo el paciente pudo haber estado expuesto a muchas otras influencias (enfermedades, tratamientos, factores ambientales) que podrían ser responsables del problema.
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Evidencia sobre los efectos adversos de las vacunas: En general, los efectos adversos graves de las vacunas son raros y, cuando ocurren, suelen estar relacionados con respuestas inmunológicas o reacciones alérgicas inmediatas. Un evento adverso de aparición tan tardía sería muy inusual y, sin evidencia sólida de otros casos similares, es poco probable que se establezca una relación causal directa con la vacuna de Novavax.
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Neuropatía motora: Este tipo de problema puede ser causado por una gran cantidad de factores, incluyendo enfermedades autoinmunes, trastornos genéticos, infecciones virales, toxinas o incluso medicamentos. Dada la amplia gama de posibles causas, y considerando el largo intervalo de tiempo, es muy difícil asumir que la vacuna sea la causa sin una investigación exhaustiva.
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Estudios previos: Los ensayos clínicos de fases tempranas (como los ensayos de fase 1 y fase 2) de la vacuna probablemente no habrían arrojado señales de efectos adversos tan graves si la vacuna tuviera un riesgo significativo de causar neuropatía motora a largo plazo. La ausencia de otros reportes similares en ese período sugiere que el evento podría ser una coincidencia.
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Coincidencias y reportes tardíos: En estudios clínicos grandes, es posible que algunos eventos adversos graves ocurran simplemente por azar, es decir, que no estén relacionados con el tratamiento en sí, sino con la salud del participante o circunstancias externas. La empresa debe investigarlo a fondo, pero si este es el único caso reportado, la causalidad sería difícil de probar.
En resumen:
Dado el tiempo que ha pasado desde la administración de la vacuna hasta el reporte del evento adverso, parece altamente improbable que la vacuna sea la causa directa de la neuropatía motora en este caso. Es más probable que este evento tenga otra causa subyacente, pero la FDA y Novavax deben cumplir con el protocolo de seguridad y realizar una investigación para estar seguros. El mercado suele reaccionar de manera exagerada ante noticias de este tipo, pero es razonable esperar que, una vez que se aclare que no hay una relación causal, la situación se estabilice.
Dado el tiempo transcurrido de casi dos años desde la vacunación hasta el evento adverso y considerando el perfil general de seguridad de las vacunas, sería razonable suponer que la probabilidad de que haya una relación causal directa entre la vacuna y la neuropatía motora es extremadamente baja.
Aunque es difícil dar una cifra exacta sin conocer todos los detalles del caso específico, en base a la información disponible y la naturaleza de los eventos adversos relacionados con las vacunas, una estimación razonable sería que la probabilidad de causalidad esté por debajo del 5%, e incluso podría ser significativamente menor, tal vez en el rango de 1-2% o menos.
La razón detrás de esta baja probabilidad es que:
- Los efectos adversos graves relacionados con las vacunas suelen ocurrir poco después de la administración.
- No se ha reportado un patrón de neuropatía motora u otros efectos adversos similares en un gran número de pacientes vacunados.
- La aparición de neuropatía motora tan tardía podría estar asociada con otros factores (enfermedades previas, ambientales o genéticos).
Basándonos en lo que sabemos hasta ahora, es probable que la relación causal sea muy poco probable, con una probabilidad estimada entre 1-5%.
Si hubiera una causalidad entre la vacuna y el evento adverso (neuropatía motora), demostrarla después de tanto tiempo (casi dos años) sería extremadamente difícil. En medicina y farmacología, establecer la causalidad a largo plazo es complejo, y cuando se trata de un intervalo tan amplio entre la administración del fármaco y el evento adverso, demostrar de manera concluyente esa relación es poco probable.
Factores que dificultan la demostración de causalidad después de tanto tiempo:
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Desgaste de la evidencia directa: Con el paso del tiempo, se pierde claridad en la asociación entre causa y efecto. En casi dos años, el paciente ha estado expuesto a una variedad de factores externos (enfermedades, tratamientos médicos, condiciones de salud preexistentes) que podrían ser la verdadera causa del evento adverso. Determinar cuál fue el factor responsable entre todos estos posibles desencadenantes es difícil.
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Multifactorialidad: La neuropatía motora puede tener muchas causas, como trastornos autoinmunes, infecciones, deficiencias nutricionales, toxicidad por medicamentos u otras condiciones médicas que pueden haberse desarrollado durante el tiempo transcurrido. Cuanto más tiempo pase, más probable es que se acumulen otros factores que podrían influir en el desarrollo del evento adverso, lo que hace más difícil aislar la vacuna como única causa.
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Falta de evidencia de reacciones inmediatas: En general, los efectos adversos graves relacionados con las vacunas se manifiestan rápidamente (semanas o meses), no después de casi dos años. Dado que no hubo una señal inmediata o un patrón claro de neuropatía motora en otros participantes del ensayo clínico que recibieron la misma vacuna, la probabilidad de que este evento en particular esté relacionado con la vacuna es mucho más baja. Además, sin otros casos similares reportados en ese tiempo, sería difícil construir un caso sólido de causalidad.
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Pruebas biológicas insuficientes: Después de tanto tiempo, puede ser casi imposible encontrar pruebas biológicas que vinculen la vacuna con el evento adverso. Normalmente, se buscarían marcadores inmunológicos o reacciones fisiológicas que indiquen que la vacuna desencadenó una respuesta anómala. Sin embargo, dado que ha pasado tanto tiempo, es poco probable que esos marcadores estén presentes o que se pueda establecer una conexión biológica clara entre la vacuna y la neuropatía.
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Falta de precedentes: Si no hay otros casos reportados de neuropatía motora u otros efectos adversos graves similares en personas que recibieron la misma vacuna en un periodo de tiempo más corto, la causalidad sería aún más difícil de demostrar. La mayoría de las veces, cuando un evento adverso raro se relaciona con una vacuna, se observa un patrón o múltiples casos dentro de un marco temporal más cercano a la administración.
¿Es posible demostrar causalidad después de tanto tiempo?
Sería muy difícil y altamente improbable demostrar causalidad después de casi dos años. La ausencia de una conexión temporal cercana, junto con la multiplicidad de posibles causas para la neuropatía motora, hace que cualquier intento de establecer una relación causal clara entre la vacuna y el evento adverso probablemente no sea concluyente.
En resumen, incluso si existiera una relación causal, después de tanto tiempo sería extremadamente complicado demostrarlo con certeza, y cualquier conclusión al respecto sería especulativa o poco sólida desde el punto de vista científico.
Si no se puede demostrar causalidad, lo más probable es que Novavax reanude sus ensayos clínicos y continúe avanzando hacia la aprobación de su vacuna. La suspensión sería levantada, pero la empresa podría estar sujeta a un monitoreo más riguroso. El impacto en el mercado y en la confianza pública se estabilizaría, y Novavax estaría en una posición mucho más favorable para seguir adelante con sus ensayos de fase 3 y su eventual comercialización, si los datos de seguridad y eficacia son sólidos.
Perdonad con los tochos. Solo reafirman lo que creo que ya es obvio