Droblo, celebro que se lo haya tomado usted a bien, porque de verdad que era un consejo sin mala intención. Yo llevo muchos años en esto y no me he forrado (lo cual quizá quiera decir que mis consejos no deben tomarse muy en serio) pero, lo cierto, es que he obtenido una rentabilidad razonable y buena parte de ella ha sido fruto de los dividendos. Como sabrás (ahora te tuteo porque intuyo que eres más joven que yo) los dividendos son beneficios empresariales repartidos entre los accionistas (ojo, no siempre, en USA hay compañías que en ocasiones se endeudan para pagar el dividendo, pero son compañías cíclicas como petroleras, que saben que sus accionistas quieren el dividendo y que si el año ha sido malo, ya vendrán años mejores). Se descuenta de la cotización el día de pago, sí, pero si la compañía sigue obteniendo beneficios, que más tarde se traducirán en dividendos, tarde o temprano esto tendrá que reflejarse en la cotización. No he conocido a ninguna compañía que quebrase pagando dividendos (que dejase de pagar dividendos y luego quebrase, hay muchas). Para dejarlo meridiano. Imagina que eres un jornalero en el campo y cobras x euros por jornada 6 días a la semana. Empiezas el lunes. Al acabar la jornada tienes un crédito contra el empresario de x euros. Al acabar la jornada del día siguiente tienes un crédito de 2x euros y así sucesivamente hasta 6x euros cuando acabas la jornada del sábado. Tienes un crédito a tu favor de 6x euros. Llega el terrateniente o el capataz o quien sea y te paga tu jornal de 6x euros. Estás muy contento con tu dinero contante y sonante para divertirte el domingo pero, te paras a pensar, y llegas a la conclusión de que tienes 6x euros en tu bolsillo pero has perdido los 6x euros del crédito que tenías contra tu patrón, o sea que estás igual y el trabajo no sirve de nada y casi se podría decir que es una estafa. En fin, tan ridículo como esto es decir que los dividendos no cuentan.
Suerte, y nunca hagas caso del análisis técnico salvo que quieras dedicarte a vender cursos a incautos.
